Alexander Evans| 18 años, agosto
Hoy es mi cumpleaños. Hace un año que Kate dejó de hablarme. Después de mi cumpleaños del año pasado, Kate no ha vuelto a escribirme, a pesar de que yo si lo hice. Solo se de ella por la televisión, revistas, la radio y sus padres. Al parecer, se ha hecho muy famosa.
Aún tenía la esperanza de que por mi cumpleaños me felicitara, pero ya son las nueve de la noche, así que dudo que lo haga.
He visto todas sus entrevistas, en ninguna menciona haber dejado de hablar con sus amistades. Al contrario, dice que ha mejorado la amistad con mucha gente. Al parecer, se ha olvidado de mí.
Le he llamado, le he escrito, le he mandado correos, le he mandado alguna que otra carta. Pero nada. Kate no da señales de vida para mí. Solo nos visitaron sus padres, que se quedaron durante una semana, pero Kate no se presentó. Sus padres me han pedido perdón por su comportamiento, dicen que incluso a ellos les está costando sostenerla, que la fama le ha influido mucho.
En pocas palabras, se le ha subido la fama. Y ojalá que no estuviera en lo cierto. Pero me temo que así era.
En cuanto a mí, no iba a ingresar en la universidad. Nunca se me habían dado bien los estudios. Estos últimos meses había estado haciendo cambios en una antigua floristería para convertirla en mi propia librería. Aún no había elegido nombre.
Estaba entre Alex, s library, un nombre muy simple, la verdad, y AndeRine.
AndeRine, un nombre un tanto peculiar y extraño para una librería, pero no tenía ese nombre por dale un toque de fantasía a la librería, sino porque tenía una historia detrás.
Recordé aquella vez cuando a Kate y a mí nos regalaron en una tienda un peluche para compartir por el día del niño. Aquella tendera fue tan tacaña que al vernos juntos pensó que éramos hermanos y nos dio un solo osito de peluche para los dos.
Queríamos ponerle un nombre. Yo quería ponerle Pokemon, y ella quería ponerle Smile. Peleamos por eso, tanto que su madre intervino, y nos dio una idea.
-Chicos, dejad de pelear por esa tontería. Vamos a hacer una cosa, ¿vale? - ambos asentimos- podéis hacer una combinación de vuestros nombres, como Kate-Alex, o Alex-Kate.
Recuerdo que nos gustó la idea, pero la combinación sonaba fatal, por lo que decidimos buscar una combinación que sonara mejor. Y así fue como el osito de peluche empezó a llamarse AndeRine. Un nombre poco común para un osito de peluche, pero con un bonito significado.
Al día siguiente me sentía tan mal de no haber dejado que Kate le pusiera al osito Smile, que cogí el kit de hacer pulseras de mi hermana Helen (que, por cierto, luego se enfadó conmigo) y le hice una pulsera con bolitas de colores y letras que formaban la palabra Smile, para que tuviera presente el posible nombre que pudo haber tenido ese peluche.
Sabía que Kate no se iba a acordar de aquel peluche, pero yo sí quería recordarlo.
Así que bajé las escaleras, decidido.
-Mamá- llamé la atención de mi madre- ya tengo nombre para la librería.
Ella dejó de limpiar el poyete de la mesa para dirigirse a mí.
- ¿Si? - sonó sorprendida- ¿cómo le vas a poner?
-AndeRine- solté sin más. Ella sabía el porqué de ese nombre. Lo sabía.
Sonrió tristemente, mientras se acercaba para abrazarme.
-Ha sido una buena elección- dijo, mientras me fundía en un abrazo- es un nombre precioso.
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La misma Luna (EN FÍSICO)
Teen FictionAlexander y Katherine. Él, intento de escritor. Ella, actriz. Dos mundos muy distintos. Dos mejores amigos muy cambiados por el paso del tiempo. Un sentimiento más allá de la amistad, ¿O dos? (Sinopsis dentro del libro) Comienzo: 12/07/22 Final:...