- ¿Ya te vas? - Katherine sale de su habitación nada más escuchar las ruedas de mi estrepitosa maleta.
Eran las seis, aún quedaban tres horas, pero prefería desayunar en el aeropuerto.
Asentí con la cabeza.
-Voy a despedirme de tus padres- le avisé, sin mirarla.
-Oye Alexander..., si es por el beso...
-No es por el beso- me giré, quedando cara a cara con ella- ya te lo dije.
- ¿Entonces por qué es? ¿Qué he hecho mal? Dímelo- pidió, con los ojos cristalizados.
Me daba vergüenza decirle que era porque se había reído del "chiste" que contó Grayson y de que le dijera que no interrumpía, cuando era al revés. Porque, diciéndolo así, sonaba muy tonto.
-Déjalo, son cosas mías. Ah, y olvida el beso, por favor. Fue un error.
En sus ojos pude ver como se derrumbaba.
-Alexander...
-Katherine, chao, buena suerte en tu trabajo. - me despedí, yéndome antes de que ella se pudiera despedir.
Estaba harto de que siempre me pasaran estas cosas, con ella. Nunca sabe cuándo hace mal algo, siempre pregunta. Y, la verdad, es que me ha dolido decirle eso, sobretodo lo del beso. Yo nunca lo olvidaría, y menos fue un error. Fue lo mejor. Y si fuera un error, ojalá lo pudiera cometer mil veces más.
Estoy demasiado enamorado de Katherine, creo yo.
Mejor dejémoslo aquí antes de que me ponga pasteloso. Porque con ella estoy enfadado (mentira) muy enfadado (doble mentira) enfadadísimo (Ja, Ja, Ja. Mentira).
Para las ocho y cuarto, ya había salido de la casa de los Sink. No sin antes agradecerle y despedirme de Harry y Olivia Sink.
Patrick me recogió, fue un bonito acto por parte de Olivia, que lo llamó incluso antes de que me despidiera de ellos.
-Buenas- me saludó Patrick con una sonrisa.
-Hola- le devolví la sonrisa.
-Chaval, te echarán de menos, pero más ella- Patrick señaló con la cabeza a Katherine, que se encontraba con sus padres en la entrada de casa-la conozco. Llevo siendo su chófer desde que empezó a actuar. Y ella..., lo va a pasar mal, porque sé que ayer no estabais en las mejores. Y por la expresión que tiene..., no se ha arreglado, ¿verdad?
-No, la verdad- reconocí, bajando la mirada, evitando mirar a Katherine. Porque si la volvía a mirar, juraría que bajo del coche.
-No soy nadie para advertirte, pero cuando llegues, escríbele. Le hará ilusión. Le gustas.
-No tengo yo muy claro eso- bromeé, aunque no me daba ninguna gracia.
-Katherine Sink, es muy difícil de entenderla. Pero, un amor de chiquilla. - dijo, para después despedirse haciendo una seña con la mano a los Sink. Yo hice lo mismo, aunque solo miraba a sus padres.
El viaje al aeropuerto fue breve. Era una hora en coche, pero me puse mis auriculares y saqué mi libreta de ideas.
Apunté varias cosas más. Cosas sin sentido, pero que seguro que más tarde le encontraría un significado.
En el aeropuerto desayuné. Los Sink me habían ofrecido desayunar con ellos, pero me negué, necesitaba salir lo antes posible.
Rato después, estaba ya dentro del avión.
A mi lado, se sentó una niña pequeña. La observé con el cejo fruncido.
Ella me vio.
- ¿Qué me miras? - preguntó bruscamente.
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La misma Luna (EN FÍSICO)
Teen FictionAlexander y Katherine. Él, intento de escritor. Ella, actriz. Dos mundos muy distintos. Dos mejores amigos muy cambiados por el paso del tiempo. Un sentimiento más allá de la amistad, ¿O dos? (Sinopsis dentro del libro) Comienzo: 12/07/22 Final:...