19| Kath Sink

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Hoy trabajo en la librería, estos últimos dos días no fui, pero ya me daba pena dejar a Marc más tiempo solo.

-Buenos días- saludé a Kate cuando bajó de las escaleras y vino a la cocina, donde yo me encontraba.

-Buenos días- dijo frotándose un ojo- ¿qué hora es?

-Las siete y ocho de la mañana- respondí sonriente.

- ¿Tan temprano? - bostezó- ¿a dónde vas? Estás vestido y todo.

-Hoy trabajo en la librería, aunque abrimos a las nueve quiero llegar antes, porque Marc ayer me avisó de que trajeron más libros y tengo que desempaquetar y reponer-expliqué.

-Ah vale.

- ¿Y tú que haces despierta? - le pregunté, mientras le daba un bombón, que ella aceptó.

-Gracias- agradeció- pues olvidé apagar la alarma. Como todos los jueves tengo a las ocho de la mañana entrenamiento para una serie de la cual me estoy preparando para el papel secundario, tenía una alarma a las siete y se me olvidó desactivarla.

-Por un jueves que no tienes entrenamiento y se te olvida desactivar la alarma, eso molesta-sonreí.

-Y tanto- sonrió ella también, mientras se comía el bombón, cuando tragó, habló: - ya que estoy despierta, ¿puedo ir contigo?

-Claro que sí- acepté, casi al segundo.

Mordí el bombón que me había cogido para mí y puse una mueca de asco.

-Puaj, me ha tocado chocolate negro, está muy fuerte, no me gusta. Tenía que haber leído el envoltorio - miré a Kate, que estaba encantada con el sabor de su bombón- ¿cuál te ha tocado a ti?

Abrió la boca para darme una respuesta, pero la volvió a cerrar, sonrió y respondió:

-Averígualo- dijo sonriendo pícaramente.

Cogí el envoltorio de su bombón y lo leí.

-Chocolate con leche, suertuda.

A ella le cambió la expresión a una de desaprobación.

- ¡Alex! - se quejó.

- ¿Qué? - me reí un poco.

-Así no era- rodó los ojos.

- ¿Querías que te besara? - pregunté, esta vez siendo yo el que sonreía pícaramente.

- ¡Sí! - me acerqué a ella, pero me puso la mano en el pecho- ya no vale, campeón- sonrió, dirigiéndose hacia las escaleras- en quince minutos estoy lista, ¡espérame!

-Lo haré- le hice saber, recogiendo un poco la cocina, sonriendo.

Cuando bajó nos dirigimos directamente a la librería. Por el camino íbamos hablando y riendo.

Algunas personas se quedaban mirando a Kate, sorprendidas. Aunque sorprendido estaba yo también al ver que no se le acercaban, supongo que como era gente mayor, deportistas y algunos niños con caras de zombies dirigiéndose al colegio (los cuales fueron los únicos que no la vieron), no le dieron importancia.

Cuando llegamos a la librería, Marc aún no había venido, porque él entraba a las ocho y media.

Así que, abrí yo la librería, aunque dejé el cartel de "cerrado" hasta que llegaran las nueve.

Kate, sorprendida, empezó a recorrerse la librería cuando encendí las luces.

-Que esto sea tuyo es impresionante, es siempre lo que has soñado. Y lo has conseguido, estoy muy orgullosa de ti. - sonrió, mirando las estanterías.

La misma Luna (EN FÍSICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora