13| Top of the Rock

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-Me gustas- soltó, sin más.

- ¿c-cómo?

Me acababa de levantar, y en vez de recibir un "buenos días", me recibió con esa confesión.

-Me gustas, Alex. Me encantas. Desde siempre. Siempre he querido decírtelo, pero no me atrevía.

-Kate...eh..., tú también me gustas, desde pequeños. Me encantas. - confesé también, y me sentí a gusto, lo había soltado al fin. Parecía que lo había tenido todo retenido, soltarlo fue como si volviera a coger aire después de haber estado buceando hasta quedarme sin él.

- ¿Te puedo besar?

Casi me da algo. Esto era como estar en las nubes. Primero me dice que le gusto, y luego me pregunta que si me puede besar.

El mejor día de mi vida, lo juro.

- ¡Alexandeeeeeeer! - una voz gritó desde las escaleras. Me revolví entre las sábanas, restregándome los ojos.

Había tenido un sueño. Puf, ya podría haberme quedado en él, y encima me despierta en el mejor momento.

Solté un suspiro y miré mi móvil para ver la hora.

Las doce. Las-doce. ¿Las doce?

Por lo que se ve, había dormido (y soñado) demasiado bien. Me ruboricé un poco, a estas horas ya los Sink no estaban.

¿Habría hablado en el sueño? Oh Dios, ojalá que no.

Hice todo lo que hago las mañanas, desde cambiarme la ropa hasta lavarme la cara, y bajé.

Katherine, al verme, me dedicó una gran sonrisa.

-Buenos días, marmota- bromeó.

-Oh, por favor, es la primera vez que me levanto a estas horas- me quejé, sonriendo, no podía dejar de hacerlo- y buenos días.

- ¿Has dormido bien? - preguntó.

Como para no haber dormido bien, me lo estaba pasando como en un parque de atracciones, es decir, genial.

-Sí, ¿y tú? - respondí simplemente.

-Muy bien, y me alegro Alexander- sonrió- ¿quieres un café?

- ¿No es muy tarde para uno ya?

-Nunca es tarde para nada- dijo, sacando dos tazas- te he esperado, marmota, ¿azúcar o sacarina?

-Azúcar, obviamente. - respondí enseguida.

-Yo también, la verdad es que un café sin azúcar no me gusta, la sacarina no le da el sabor que quiero.

-Tú sí sabes- bromeé.

-Claro que sé- me siguió el royo.

-Y bueno...- empecé, después de que me diera el café y se lo agradeciera- ¿hoy haremos algo?

- ¡Claro! - gritó entusiasmada- he reservado una hora en un sitio espectacular.

Eso me emocionó más.

- ¿Dónde? -pregunté, con una gran sonrisa en la cara.

- ¡En Top of the Rock!- dio palmas, emocionada. Yo también me emocioné, había oído que era un mirador precioso. Algo caro, pero que merecía la pena visitarlo. - Tenemos pases vips, pero no he pagado. Cuando me han pedido el nombre para apuntarme y me ha reconocido, me ha dicho que las entradas eran gratis, a cambio de firmarle autógrafos a sus hijas.

-Pues mejor, la verdad- sonreí.

- ¡y tanto! Además, es a las siete, cuando anochece. ¡Será más bonito!

La misma Luna (EN FÍSICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora