Ya era la hora.
Eran las ocho menos cuarto de la mañana.
Estaba en el aeropuerto, junto a mis padres, Helen, Adele y los padres de Adele.
Adele y sus padres tenían el viaje en avión a las ocho y media, media hora más tarde que yo.
-Es increíble, cucaracha, con tu edad no me dejaban irme a Nueva York sola- negó con la cabeza.
-Porque tú no tenías una amiga allí- dijo mi madre.
-Pero me podía haber ido igualmente- se encogió de hombros.
-No me fío de ti cuando hay gente que no te conoce a tu alrededor- se rio mi madre, dándole palmaditas en la espalda.
Helen se rio, dándole la razón.
-Por favor- me pidió Adele- hazle razonar.
-Lo intentaré. - sonreí a medias.
-Lo conseguirás- rectificó Adele.
Le sonreí, y la abracé. Su abrazo fue reconfortarle. Me daba seguridad y confianza.
-Vamos, que se te hace tarde- dejó de abrazarme, dedicándome una sonrisa.
-Más vale que te vea pronto- sonreí.
-Tranquilo, que para navidades ya me tienes aquí otra vez- siguió sonriendo.
-No me libro de ti, ¿eh? – bromeé.
-No, olvídate de librarte de mí- se rio.
Negué con la cabeza, divertido, y le di un último abrazo. Ya llevaba unos cuantos, pero me daba igual.
Finalmente, me despedí de mis padres, de los suyos y de mi hermana.
Subí al avión, y tenía los nervios a flor de piel.
Le mandé un mensaje a la madre de Kate, Olivia, diciéndole que ya había cogido el avión. A los minutos, me contestó diciendo que como Katherine no sabía que venía, no estaba en casa, y que posiblemente llegaría en la mañana.
Me resultaba extraño que Katherine no tuviera ya una casa, o un casoplón. Aunque no le pregunté a Olivia.
"Solo son dos horas de avión" "Solo dos horas". Me dije, cuando a mi lado se sentó un chico pelirrojo, de ojos verdes y más alto que yo. Parecía intimidante, hasta que empezó a hablarme estrepitosamente. No estaba de humor. Si me hubiese pillado en otras circunstancias quizás si me alegraba de poder hablar con alguien.
-Eh, hola, soy Marc- se presentó al sentarse- parece que nos ha tocado sentarnos juntos- se rio.
Le di una sonrisa falsa. Estaba siendo un idiota, pero no me apetecía hablar. Estaba enfadado, y practicando en mi mente como presentarme ante Katherine.
-Yo Alexander.
- ¡Alexander! - exclamó mi nombre, lo que hizo que muchos lo miraran con mala cara, él, al darse cuenta, se tapó la boca- un gusto, Alexander- susurró.
-Un gusto- dije, sacando un libro de una bolsa.
- ¿Lees? - me preguntó.
-Si- dije, secamente.
-Yo también.
Asentí, metiendo las narices en mi libro.
-Y bueno, Alexander, ¿qué te trae por este avión?
No había cosa que odiara más en el mundo que me molestaran cuando estaba leyendo o escuchando música. Cerré el libro con un golpe seco.
-Voy a Nueva York a hablar seriamente con Kath Sink- solté, como si fuera lo más normal.
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La misma Luna (EN FÍSICO)
Teen FictionAlexander y Katherine. Él, intento de escritor. Ella, actriz. Dos mundos muy distintos. Dos mejores amigos muy cambiados por el paso del tiempo. Un sentimiento más allá de la amistad, ¿O dos? (Sinopsis dentro del libro) Comienzo: 12/07/22 Final:...