Sonríe para mí

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Maratón 2/?
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—Vaya mierda.

Katsuki cierra la cortina de su cuarto, la multitud de gente se hace cada vez más grande, igual que la ansiedad de no saber de Izuku. Después de esa llamada, el peliverde no volvió a contestarle el teléfono. Sus padres no entendían la situación el primer día y luego de contarles el cómo se ha vuelto en la pareja de un personaje público —con muchas quejas por parte de Mitsuki y abrazos de oso por parte de Masaru—, lo entendieron, aunque no del todo —Mitsuki—, así que según ellos, solo hace falta salir, cagarse hasta en los muertos de todos los que lo escuchan, y volver a casa esperando a que se fueran.

Así que eso está haciendo.

—¡Escúchenme bien, malditos cabrones! Ya están saliendo de mi puta propiedad antes de que agarre a alguno de ustedes y le de tal puñetazo que lo deje en el tirado en el suelo sin poder levantarse, ¿Oyeron? —grita.

Y se fueron.

Pero no trajeron nada bueno.

—¡La pareja del joven YouTuber, Deku, sale a la luz! Pero no con buenas maneras —lee Ochako —¿Es enserio, Bakugou-kun?

El nombrado bufa sentándose en la cama y Ochako deja su móvil con brusquedad en el escritorio. Denki se pone a su lado y le da palmaditas a la fémina en la espalda, Eijirou solo suspira.

—Gracias, Kaminari-kun —sonríe —pero Bakugou-kun, ¿No tenías otras maneras de echarlos?

—Dime tu alguna.

—No se... Darles lo que quieren o algo.

—¿Y según tú, qué es lo que quieren? —interviene el pelirrojo.

Ochako se sienta al lado de Katsuki y le apreta los cachetes antes de hablar.

—Una primicia —contesta mientras el rubio ceniza le da un manotazo para apartarla —Idiota...

—¿Una primicia? —vuelve a hablar Kirishima.

—Claro, para saciar su curiosidad de paparazzi acosador y darle al mundo lo que según ellos quieren —mira la portada de Izuku en el artículo de internet —La vida privada de Deku-kun, y para ello empezarán por lo más fácil, su posible novio. 

—No es posible, lo soy.

—Para ellos es posible, idiota.

—¿Y por qué... no confirmas todo y ya? —interrumpe Denki.

—Denki... Mi amor... Para decir eso pero mejor no hubieses hablado —Eijirou se lleva la mano a la cara cansado.

Denki no lo entiende, así que se encoge de hombros y vuelve a mirar el móvil, aparentemente distraído pero con la oreja puesta a la conversación.

—Podría hacerlo, pero eso no significa que paren de hablar y que no tiene el visto bueno de Deku-kun antes de nada.

Katsuki asiente a lo de Ochako, pero aún así no le importaría decirlo y de paso insultarlos a todos.

—Bueno... ¿Entonces qué podemos hacer? —Eijirou, preocupado, echa un vistazo a Katsuki, quien mira el suelo con el seño fruncido.

—Ni puta idea, pero algo se me ocurrirá —por última vez, el rubio ceniza mira la foto de Izuku en el artículo, antes de cerrar los ojos y tumbarse en la cama.

—Es una situación muy complicada —murmura la castaña, concentrada mirando hacia algún punto de su pantalón vaquero.