Sonríe para mí

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La noche es un borrón de risas, música, alcohol luces y juegos. Katsuki está demasiado mareado para pensar coherentemente y el alcohol sigue pasando por su garganta como si fuese agua. En algún punto de ella Izuku se subió en el regazo de Katsuki y él envolvió su cintura acomodándose mejor en su asiento. Eijirou y Denki desaparecieron, Momo y Jirou coquetean incómodamente en la esquina más alejada de ellos, Sero duerme en el sofá libre abrazado a Shoto y Tsuyu, el primero se rindió de intentar alejarse sin éxito de ese pulpo azabache y Ochako, quien es demasiado habladora estando ebria, se hundió en una intensa discusión con una planta.

Katsuki se concentra en Izuku cuando este frota su mejilla pecosa contra su hombro, somnoliento, sin ser consciente de su alrededor más de lo cálido y cómodo que está.

—K-Kacchan... —canturrea sonriendo acariciando con la nariz el parche de piel de su cuello.

Katsuki se tensa avergonzado y le gruñe separándose con la excusa de ir a por otra bebida. Izuku le intenta seguir como un patito pero es detenido por Ochako, juntos hablan con la planta. Katsuki rueda los ojos exasperado de sus amigos.

Baja al primer piso donde tropieza con la masa de gente que baila, la noche pasa y más personas siguen llegando. Abriéndose paso por los cuerpos, llega a la barra para pedir una nueva bebida. Una chica acaricia su brazo y cuando la mira, le pestañea varias veces en forma de coqueteo. Katsuki se aleja molesto de su toque pero ella no entiende la indirecta y se pega más a él. El mayor suspira, está demasiado borracho para encargarse de esta mierda. Agarra su bebida y se aleja con la chica pisándole los talones.

—¿Puedes largarte? —dice con la voz rasposa del alcohol en las escaleras.

La chica hace un puchero intentado parecer linda, abultando sus labios pegajosos en brillo de labios, el olor a fresa le llega hasta a Katsuki, quien intenta alejarse lo más posible de ella. El rubio ceniza solo frunce más su seño irritado a punto de gritarle para deshacerse de ella, sin saber qué más hacer, pero un brazo envuelve su cintura y un cuerpo presiona su costado. Se paraliza sin esperarlo y antes de poder girarse, escucha una dulce voz reconocida que lo hace relajarse.

—¿Acaso no lo escuchaste? Te está pidiendo que te vayas —Izuku acerca a Katsuki más hacia él en una forma silenciosa y posesiva.

—¿Y tu quién te crees que eres? ¿Su novio o algo así? —nublada por el alcohol, ni ella misma reconoce a los de su alrededor —Estábamos muy ocupados.

—Pues sí, lo soy, así que piérdete.

El corazón de Katsuki se detiene unos milisegundos antes de empezar a latir con mucha fuerza. El rostro de la chica es todo un poema, con los ojos bajos de vergüenza aprieta los puños y desaparece insultándolos.

—¿Pero qué-?

—Deberíamos ir a bailar, tenemos que convencerla para que no vuelva —Izuku le sonríe perezosamente y tira de su mano hacia la pista.

Katsuki sabe que no la volverán a ver y que es totalmente innecesario, pero aprieta su mano y le sigue de todos modos. Sería un tonto si no lo hiciera.

Comienza de manera bastante inocente. Tan inocentes como pueden ser dos personas que se gustan excitadas y borrachas. Las manos de Katsuki están firmes pero gentiles en las caderas de Izuku, y los brazos del peliverde rodearon el cuello del mayor sin apretar. Hace calor, en la sala de estar, demasiadas personas respirando el mismo aire, apretadas y moviéndose, pero la única persona que Katsuki puede sentir es Izuku. Katsuki se emociona más al sentir el cuerpo de Izuku balanceándose con el suyo que con la cerveza, y es vertiginoso.

La camiseta gris de Izuku es más ajustada que las sueltas blancas que normalmente usa, y se estira muy bien sobre su pecho y hombros, resaltando su cintura. Sus vaqueros claros son ajustados también, aunque no tan ajustados como los de Denki o Jirou, y se ve tan guapo que duele. Katsuki se lastima en muchos lugares mientras sus ojos recorren al YouTuber, y en poco tiempo, las cosas comenzaron a volverse no tan inocentes.

Izuku se acerca más al mayor, sus manos se encontraron enredadas en un suave cabello rubio ceniza que está húmedo en las raíces. La mejilla de Katsuki presiona contra la de Izuku cuando sus caderas encontraron contacto. Tan pronto como el rubio ceniza se da cuenta, sus manos se deslizan alrededor de la parte baja de la espalda de Izuku, sus dedos presionan la hinchazón del trasero del peliverde, y de repente, Katsuki se quema. Izuku muerde la mandíbula de Katsuki, tan discretamente como pudo, mientras Katsuki rueda y presiona sus caderas al ras, con la misma sutileza. Hay muchas parejas no tradicionales a su alrededor, una en particular son Denki y Eijirou, que parecían ser una de ellas en ese momento, pero ni Katsuki ni Izuku quieren darle a nadie un espectáculo demasiado bueno. Mantienen el resto sus toques secretos pero igual de intensos, y antes de que Katsuki se diera cuenta, Izuku está duro contra su cadera y gime.

En ese momento la magia se rompe y el mayor se aleja del menor. Ignora las protestas de Izuku demasiado impactado por lo que acaban de hacer y pasando una mano por su cabello, sube al piso superior para recoger sus cosas y salir llamando un taxi. Izuku en ningún momento lo persigue o sale a buscarlo. Es mejor así, aún cuando su pecho se siente pesado y le cuesta respirar.

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