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Maratón 2/?

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La cola es jodidamente interminable. La convención dura varios días y todo el mundo se había puesto de acuerdo para ir el mismo día. Simplemente genial. Katsuki gruñe irritado cruzándose de brazos, a su lado Ochako se balancea cambiando su peso de la punta a los talones de sus pies con las manos en la espalda. El día no lo empezó con buen pie, sus padres no estaban en casa cuando se levantó, que podría ser una mañana de paz de no ser porque no significa nada bueno, la madre de Ochako le amenazó haciéndole prometer que la traería a salvo, —que por cierto la mujer está deseando convertirlo en novio de su hija. Sorpresa, es gay—, y por si fuera poco, lleva una hora y media en esa cola infernal.

Es entonces cuando una cabeza de cabellos bicolores se asoma por la entrada y escucha los jadeos de la gente y chillidos emocionados. La mirada de Shoto se mueve entre la gente buscando alguien en particular y cuando se enfoca en Ochako, una sonrisa se desliza en su rostro. Con un gesto la llama y la fémina tira de la muñeca de Katsuki saliendo de la cola y adelantando a todo el mundo, llevándose miradas molestas y poco discretas.

—¡Sho-kun! —chilla Ochako emocionada una vez a su lado y se lanza a sus brazos, rodeando su cuello.

—Uraraka —susurra devolviéndole el abrazo.

La boca de Katsuki se abre sorprendido, en presencia del YouTuber que siempre ha visto a través de una pantalla, y ese mismo YouTuber está abrazando a su amiga como si se conociesen desde siempre.

—¡Oh, cierto! Sho-kun te presento a Katsuki Bakugou-kun, que gracias a mí está aquí —Ochako levanta la cabeza orgullosa mientras que Katsuki le apuñala con la mirada.

Ochako levanta una ceja mientras empuja la mandíbula de Katsuki para cerrarle la boca.

—Y gracias a mí tú estás aquí —le devuelve Shoto con una pequeña sonrisa. Katsuki resopla divertido.

Ochako abulta los labios en un puchero sonrojándose de vergüenza. Shoto ríe despeinándola y esta se queja.

—¿Pueden dejar de actuar como unos malditos novios empalagosos y entrar ya?

—Cierto, Bakugou-kun quiere ver a su novio-no-novio.

—Una más y te tiro al contenedor que está allí, cara redonda.



Ochako se integra bien en el grupo. Se pega como un chicle a Shoto mientras habla con los demás YouTubers. Claro, ella si pudo ver a su favorito, pero el maldito Deku no aparece por ningún lado.

—¿Puedes quitar ya esa cara de estreñido? Parece que no has ido al baño en un mes —le susurra discretamente Ochako.

—No está Deku, me dijiste que estaría aquí.

—No, no, el anuncio de la convención lo dijo, no yo.

Katsuki frunce el seño y aprieta la mandíbula. Se cruza de brazos como un niño en mitad de un berrinche y se muerde el labio.

—Pues ya estás preguntando si va a v-

—¡Siento mucho la tardanza! Necesitaba un respiro...

Maldición.

Izuku llega corriendo y se apoya en sus rodillas una vez que está al lado de Tsuyu y en frente de Katsuki, quien lo mira embobado. Pero una vez que levanta la cabeza y sonríe... Soldado caído. El cabello verde de Izuku cae suavemente por debajo de sus orejas y su flequillo se le pega a la frente por el sudor, que se deslizan en gotas por su cuello y clavículas, que están descubiertas por su camiseta... Esos malditos jeans no pueden ser legales. La sangre de Katsuki se precipita hacia su rostro y el sur de su cuerpo. No puede ser que la primera impresión que le vaya a dar sea con una erección, no por favor.

—Joder Midoriya, parece que vienes de correr una maratón —Sero le rodea con un brazo los hombros.

—Suelta a Midoriya-kun, Hanta-kun —Tsuyu golpea con el codo las costillas del nombrado en un intento de alejarlo de Izuku.

—¡A-Asui!

—Oh sí, es que me entretuvieron en la entrada y seguridad tuvo que intervenir... —murmura avergonzado inflando las mejillas y Katsuki solo quiere tocarlas.

—Deberías de haberte quedado con nosotros, podría haberte pasado algo —espeta molesta Momo.

Katsuki bufa con la necesidad de defenderlo cuando el rostro de Izuku cae desanimado.

—Callate, ¿Quieres? No es un niño.

Las miradas vuelan hacia él y se extiende un silencio incómodo. Puede sentir la mano de Ochako pellizcando con saña su costado, pero la ignora. No se arrepiente de haber dicho eso.

—¡D-Deku-kun! —y Ochako salvando el día —No nos han presentado adecuadamente, Yo soy Ochako Uraraka y mi amigo aquí es Katsuki Bakugou. Somos unos grandes fans tuyos.

La alegría vuelve al rostro de Izuku y sus mejillas se ruborizan halagado. Tal vez el corazón de Katsuki se haya saltado varios latidos.

—Te tiene idiota, ¿Eh? —se contiene de girar hacia Ochako y devolverle el pellizco.

—¡Encantado, chicos! Siempre es un placer conocer a fans.

Y... Eso suena tan formal... A Katsuki no le gusta. Pero es la realidad, puede ser que se haya pasado años viendo los vídeos de Izuku: sepa lo que le gusta y lo que no, lo que le hace reír y lo que le irrita, lo que lo avergüenza y lo que asquea, pero Izuku siempre le ha estado hablando a una cámara, no a él. Esta es la primera vez que lo ve y no se va a volver importante por ello. Pero eso va a cambiar, su objetivo va a ser convertirse en alguien relevante en la vida del YouTuber y, si es posible, que esas sonrisas que ama ver, sean especialmente para él.














Y seguimos con el maratón!! Al fiiin se han conocido, luego de siete capítulos, pero a partir de ahora todo irá hacia arriba, ya verán, ya verán lo que tengo planeado. Bueeeeno... Nos vemos mañana!!
Besitos.

 

Sonríe para mí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora