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—¿Qué? —responde.

—Katsuki, ¿Dónde estás? Llevas dos días  sin aparecer por casa... —Masaru habla, con su voz llena de preocupación.

—Estoy en casa de mi novio —escucha la risa de Izuku desde el baño y no puede evitar sonreír.

—Oh, ¿El YouTuber? A ver si lo traes pronto a casa para conocerle, seguro que es un amor —Katsuki lleva los ojos al suelo, repentinamente echando de menos a su padre.

—Sí, te lo traeré la próxima vez, no te preocupes.

Hablan un rato más antes de colgar. Se enteró de que su madre ya se había mudado y el divorcio estaba ya casi que finalizado. Le duele el corazón, pero sabe que es lo mejor y que en algún momento iba a ocurrir.

—Ya es la segunda vez que te refieres a mí como novio y no somos nada... —Izuku sonríe pícaramente y se sienta a su lado, entrelazando los dedos con el contrario —¿Hay algo que me quieras decir?

—Oh. Sé mi novio —dice, con el rostro neutral.

—¡Kacchan! —se queja golpeando levemente su hombro —Las cosas no se hacen así. Tienes que invitarme a cenar, luego dar un paseo bajo la luna llena y pedírmelo románticamente con un ramo de flores, lirios amarillos específicamente.

—¿Quieres que sea una proposición matrimonial o una simple confesión? Porque a mí me parece más la primera.

Izuku rueda los ojos frustrado.

—Contigo no se puede hacer nada.

—¿Y no lo prefieres de un feo verde? Digo, como es tu color favorito... —se  burla e Izuku bufa escondiendo la risa.

—Te odio.

—Yo te amo.

Izuku se sonroja y esconde su rostro detrás de su mano.

—Que lindo Kacchan... —lo mira y Katsuki gruñe.

—Ya no te digo nada, maldito nerd.

En ese momento entra Eijirou jadeando luego de haber subido corriendo tres pisos.

—Tenemos problemas, hay una multitud de periodistas abajo queriendo hablar contigo, Deku. Casi no me dejan entrar.

En ese momento ignoran al pelirrojo y se miran entre ellos seriamente.

—Creo que es el momento de dar la cara, ¿No? al parecer un vídeo no es suficiente —menciona el peliverde.

—Putos reporteros, se van a enterar de quién es el novio de Izuku Deku Midoriya —Katsuki se levanta y rápidamente se dirige hacia la puerta.

—¡No, espera! Yo hablaré con ellos, tú solo vas a armar un escándalo mayor al que tenemos —apurado, Izuku lo sigue y Eijirou suspira.

—Que me la chupen, se la pasan molestando a los demás, pues hoy vuelven llorando como bebés a sus casas.

—No, porfavor, yo lo soluciono, ¿Sí?

—No. ¡ESCÚCHENME, PANDA DE IDIOTAS!

Eijirou cierra la puerta del portal y se apoya en ella, ignorando el ruido que hay detrás. Denki sale del cuarto, somnoliento y con una sonrisa perezosa se acerca y le da un beso.

—¿Qué está pasando? —murmura en un suspiro, apoyándose en su novio.

—Nada, no te preocupes, vamos a la cama un rato, ¿Sí? estoy cansado —agarra a su novio por la mano y tira de él suavemente.

—Pero me acabo de levantar... —Denki se restriega un ojo y bosteza.

—Son las diez de la mañana, podemos dormir unas horitas más y quiero pasar tiempo contigo —Eijirou sonríe y Denki lo imita.

—Está bien... ¿Dónde están Bakugou y Deku? —menciona, mirando a su alrededor y el contrario suspira agotado.

—Ya hablaremos de eso más tarde... —lo empuja hacia la habitación y cierra la puerta.

—Ahora que lo pienso... ¿Esos no son gritos? —vuelve a molestar, curioso.

—Más tarde dije, amor.






































Sonríe para mí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora