❥03

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Que su ídolo va a venir a la ciudad.

Su.

Ídolo.

Vendrá.

—No.

Y su queridísima madre se niega a comprarle la entrada a la convención. Katsuki la mira irritado, con una leve súplica en el fondo de sus ojos, porque antes muerto que rebajarse y perder el orgullo, ni siquiera delante de su familia.

«Perdóname Deku».

Mitsuki vuelve a negarse. No están para malgastar el dinero en tonterías y más aún con el posible divorcio que aún no le han dicho a Katsuki. Son demasiadas cosas por resolver.

—Pero ma' —alarga la “a” en un pequeño berrinche en el que hasta su padre se queda extrañado por él.

—¿Y a ti qué mierda te pasa hoy? —niega aturdida —Hoy es un día de locos....

—¡Joder! ¡No es tanto dinero!

—Son dos mil yenes —recuerda cruzándose de brazos. No tiene tiempo para estas tonterías —Yenes que no voy a malgastar en un estúpido capricho tuyo. No es Navidad.

Masaru niega levemente al ver cómo Katsuki aprieta los puños. Las cosas van a ponerse feas como continúen así. Sabe que ninguno va a desistir hasta conseguir lo que quieren, esos malditos genes Bakugou salen a relucir cuando menos deben. Abre la boca para interrumpir pero el ademán que hace la fémina con la mano lo calla completamente.

—No pienso seguir con esto, es no y punto, no me harás cambiar de opinión.

—¡Podré devolvértelos!

—¿Tu? —se burla —¿Con qué trabajo? Mejor ponte a estudiar para conseguir un buen futuro en vez de pasarte el día viendo a ese YouTuber todas las tardes.

—¿¡Qué mierda dices!? ¿¡Acaso te estás escuchando!? ¡No puedo hacerlo jodidamente mejor de lo que lo hago! —da un fuerte pisotón con ira dejando a sus mayores en silencio —Me paso la mañana en la escuela, esforzándome para ser mejor que todos esos extras sin faltar ni un día, llego aquí escuchándoles gritar todo el puto rato, hago mis tareas ignorando que en el piso de abajo poco más y mis padres se acaban golpeando, hago los deberes del hogar mientras tu te vas por ahí y mi padre llora en el cuarto, el único tiempo que tengo libre al día lo uso para ver UN SOLO video de Deku de no más de veinte minutos ¿Y te atreves a menospreciar lo que hago por ustedes? Mejor muérete ya, maldita bruja.

De dos zancadas agarra su chaqueta y camina hacia la puerta de la salida cerrándola de un violento golpe seco. Con lágrimas en los ojos se aleja lo más posible de su casa, con la rabia e impotencia carcomiéndole el pecho. Él es el maldito equilibrio de su familia, si no estuviese pendiente a todo estaba bastante claro que su familia ya se habría hundido desde hace varios años, pero claro, ninguno toma en cuenta sus esfuerzos para mantenerlos a flote. Que les jodan.

—Que les jodan mucho a todos... —se limpia bruscamente las lágrimas que amenazan con caer de sus ojos y bufa frustrado.

Ahora no sabe qué hacer. No quiere volver a casa porque entonces sí perdería su orgullo y no es algo que le den ganas, pero tampoco le apetece pasar la noche fuera y el sol empieza a caer y con él se va el preciso azul del cielo. La brisa otoñal acaricia sus brazos desnudos y no puede evitar temblar aferrándose a él mismo para intentar darse un poco de calor. Maldice entre dientes, vaya día y hora para pelearse con su madre. Su teléfono suena y al mirar la notificación de WhatsApp, ya sabe dónde ir.








—¿Bakugou? —los ojos de Denki se expanden sorprendidos de ver a Katsuki en la puerta de su casa, tembloroso e iracundo.

—No preguntes, solo déjame entrar de una vez que me e-estoy congelando las pelotas.

El rubio abre más para dejarle paso, Katsuki no duda y entra deprisa cruzádose con Eijirou quien viene de la cocina con unas manoplas sujetando una bandeja con comida. El pelirrojo observa confundido a su novio, este se encoge de hombros entrando a la sala donde el rubio ceniza intentaba conseguir calor al lado de la chimenea.

—¿Y qué? ¿Te caliento? —sonrió divertido subiendo las cejas varias veces llevándose una colleja por parte de Eijirou.

—No estoy para tus bromas de mierda, así que si no quieres que te rompa la boca, desaparece —masculla entre dientes sobresaltando a los otros dos.

—¿¡Te permito entrar a mi hogar y así me lo pagas!?

—Denki... Creo que de verdad no está para juegos... —le susurra Eijirou apretándole el hombro.

La mirada de Katsuki se encuentra perdida entre las llamas del fuego. Si expresión parece perdida y agotada, preocupando en demasía a sus amigos. El rubio eléctrico solo quería bromear para aligerar el ambiente, su cabeza piensa que eso es una buena opción, pero quizás estaba empeorándolo todo.

—Toma baku-bro —Eijirou le deja unas mantas dobladas al lado en el sofá —Puedes quedarte esta noche si quieres.

Simplemente asiente, agradeciéndoles en silencio. La pareja desaparece dejándolo solo y Katsuki suspira cansado. Fué un día de demasiadas emociones, lo mejor que puede hacer es dormir para dejar todo atrás, mañana sería un nuevo día y espera que sea mejor que el anterior.






















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'Ta cortito, lo sé, pero va a empezar  la acción pronto, lo prometooooo. Muchas gracias por leer y dejar votos y comentarios, lo aprecio mucho ❤️

Sonríe para mí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora