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Maratón 3/?
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Izuku entra rápidamente al hospital, algunas personas lo reconocen e intentan pararlo, pero él las ignora y se para enfrente del mostrador, con una gota de sudor bajando por su frente.

—¡Hola soy Izuku Midoriya! —inhala aire —Vengo por la paciente Inko Midoriya que me dijeron que viniera cuanto antes.

—¿Inko Midoriya? —la mujer se recoloca las gafas antes de buscar perezosamente en el ordenador, ignorando la prisa del peliverde —Midoriya... Midoriya... ¿Tenemos a alguna Inko Midoriya en el hospital?

—¡Pues claro que sí, a mi madre! —espeta bruscamente golpeando las palmas de sus manos en el mostrador.

—Relájese Midoriya-san, estoy haciendo lo que puedo —dice tranquilamente, tomando un trago de su café —¡Ah! aquí lo pone, pregunte en la tercera planta, allí podrán decírselo en detalle.

—Gracias por nada —frunce el seño antes de correr hacia las escaleras.

En el piso de arriba vuelve a hacer la misma pregunta y lo pasan con el doctor a cargo de su madre. El doctor simplemente suspira antes de mirar hacia abajo.

—Te llamamos porque Inko-san está en un estado muy crítico, la pasamos a cuidados intensivos, lamento decírtelo y encima de esta forma Izuku-kun, no puedo garantizar que sobreviva las primeras cuarenta y ocho horas. Ya no sabemos qué más hacer, el cáncer está extendiéndose más rápido que el tratamiento.

Izuku empieza a temblar y agarra el bordillo de su camiseta.

—¿No hay nada más que puedan hacer? ¿O que pueda hacer yo? —balbucea con la voz quebrada —¿Es dinero? ¿Necesitan más? Les daré todo lo que haga falta pero por favor... Salven a mi madre.

En ese momento se rompe, las lágrimas escapan de sus ojos formando ríos en sus mejillas y el doctor simplemente lo mira con pena, claramente sintiendo su dolor.

—Estamos haciendo todo lo que podemos, Izuku-kun, realmente lo estamos haciendo, pero no sabemos si será suficiente —el hombre aprieta el hombro del peliverde —Deberías de volver a casa, ducharte y comer algo, nosotros nos encargaremos de todo aquí y te volveremos a llamar si ocurre algo, ¿Vale?

Izuku no sabe que más hacer o decir, no tiene fuerzas para nada, así que simplemente asiente y se aleja unos pasos antes de girar una vez más.

—No puedo ir a verla, ¿Verdad?

—Lo siento, pero estando en cuidados intensivos es imposible ver a un paciente. Son las normas.

No contesta, tiene un nudo demasiado grande en su garganta, no sabe cómo reaccionará si decide responderle, simplemente se da la vuelta queriendo salir del hospital lo antes posible. Sabe que la gente lo mira, no hace falta verse a sí mismo para notar que a un desastre, ni siquiera se arregló antes de salir, demasiado apurado como para tomarse el tiempo en esas tonterías. Y ahora con los ojos rojos y encharcados, es el objeto de atención del hospital entero.

Le gustaría desaparecer en ese mismo momento, realmente está muy cansado de todo y de todos, ya no sabe qué hacer y el mundo tampoco sabe que más hacer para fastidiarlo, o bueno, sí, el mundo siempre encuentra algo para hundirlo más.








































Crear dolor es mi pasión, pediría perdón pero no sería sincero jeje

Sonríe para mí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora