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—Bonitas tetas— paso por al lado de una de las putas del ático del Alibi.

—Spasibo— su respuesta fue en ruso, me dedica una sonrisa.

Entro al bar y voy a sentarme a un lado de Mickey.

—Ponme algo fuerte— le pido a Kev.

—¿Se supone que puedo darte eso?— pregunta Kev.

—No le des nada— Mickey a un lado mío enciende un cigarro el cual le arrebató al segundo.

—Kev, ahora— mi mal humor sale a la luz, le doy una calada al cigarro.

Kevin me sirve un chupito, lo bebo de un golpe y le pido otro.

—¿Que te pasa pelirroja?— la voz de Mickey a mi lado suena preocupada.

"Ay Mickey como agradezco que seas tú quien pregunta y no un Gallagher"

—Solo mi madre— digo dándole otra calada al cigarro— Como siempre decide aparecer y hacer que todo el mundo haga lo que quiera— bebo el segundo chupito de golpe otra vez.

—Como la odio— murmuro apagando el cigarro en el cenicero.

Mickey no dice nada, solo me pasa el brazo por los hombros en señal de apoyo.

—Si necesitas quedarte en mi casa ya sabes que eres bienvenida— dice y yo sonrio— Solo mantente alejada de mi padre, por si acaso... ya sabes.

Asiento con tristeza— Gracias Mickey.

—No hay problema.

Me quedo en el Alibi toda la mañana, no tenía ganas de salir de allí. Al menos en el bar la gente era maja.

Mis conversaciones con Kev eran de lo más estúpidas y no podía olvidar los comentarios de Tommy quién aprovechaba cualquier oportunidad para meterse con el camarero.

Mi teléfono suena dejando ver una llamada de Ian.

—¿Que pasa?

—¿Donde estas?— pregunta.

—En el Alibi, poniéndome borracha— contesto, aunque es mentira, no puedo emborracharme teniendo en cuenta la cena que me espera.

—Lia no me jodas— me dice— He visto a tu madre por cierto, a vuelto.

—Lo se Ian, lo se— dejo salir un suspiro.

—¿Cuando ha vuelto?— me pregunta.

—Supongo que ayer de madrugada, se pasaría toda la noche follando con Thomas y poniéndose hasta el culo de drogas.

—Bien, ten cuidado ¿vale?

—Descuida

Ian és un sol, a pesar de tener diagnosticado bipolaridad como Mónica el no es como ell. El pelirrojo se preocupa por los demás y siempre está pendiente de si estoy bien.

Su madre es una mierda por abandonarlos a todos, los Gallagher's son increíbles, incluso Frank es mejor que ella, el al menos se ha quedado. Aunque no haga mucho caso a sus hijos.

¥¥¥
Me paro en frente de la puerta de mi casa, suspiro y giro el pomo y abro la puerta.

No debería estar aquí, se porque lo hago, para que no vuelva a pasar lo de la última vez.

—Aqui estas— mi madre viene a darme un abrazo el cual no correspondo.

—¿Donde está Josh?— pregunto alarmada al no ver a mi hermano en casa.

—No ha podido venir cariño, estaremos solos los tres— mi madre con una sonrisa radiante entra a la cocina.

No me fío de una mierda de esos dos y menos de la comida que me den.

—Vamos a cenar— Thomas no parece ir borracho y eso me da miedo.

No hay peor cosa que mi padre estando sobrio, no es bueno, su temperamento es horrible y sus reacciones son peores que si va borracho.

"Tengo que salir de aquí ya"

El hombre me da una mirada severa, me siento lo más alejada posible de ellos dos cogiendo mi plato.

Hago que como pero siempre acabo dejándolo en el plato de nuevo, no me fío nada de ellos.

—Bien cariño, tenemos que hablar de unos asuntos— Laura habla arrastrando las letras— Como ya estoy de vuelta, tu padre y yo hemos pensado en empezar a hacer dinero otra vez.

"No, no, no. Esto de nuevo no"

No tengo que demostrar mi miedo, pongo mi cara de indiferencia de siempre y les dedico a ambos una mirada neutra.

—Bien, ya sabes cómo va todo, yo hablo con los clientes y tú vas a complacerlos— dice mi padre— A parte de un pequeño extra claro esta— dice sacando una bolsita con un polvo blanco dentro.

—No, me niego— digo intentando sonar lo mas decidida posible.

Los dos se quedan en silencio unos segundos.

—No lo entiendes cielo, no es una pregunta, no te lo estamos sugiriendo— la voz de mi madre se endurece— Aquí no hay no por respuesta, lo haces y punto.

Mierda, la he hecho enfadar.

—No quiero hacer esa mierda otra vez, la última vez era muy pequeña para negarme pero ahora es diferente— contesto levantándome de mi sitio.

Contra antes salga de aquí mejor.

—Sientate— mi padre se levanta— ¡Ya!

Niego con la cabeza empezando a retroceder. Chocó con la pared, no me da tiempo a reaccionar cuando una botella de cristal se estampa a un lado mío.

—Vamos a darte una lección cariño— mi madre me agarra del brazo con fuerza empezando a subir por las escaleras.

Se lo que venía ahora, intento forcejear contra ella pero al girarme un golpe de mi padre se hace presente.

Mi labio se parte y sangre sale de el, reprimo mis ganas de llorar, vuelvo a intentar quitarme a mi madre de encima pero soy golpeada de nuevo.

—Estate quieta niña— Thomas me agarra del pelo con brusquedad.

Laura me tira al suelo de mi habitación, se agacha a un lado mío y me obliga a tomar ácido o algo parecido a eso. Por mucho que intente resistirme es inútil, lo único que consigo es recibir más golpes.

Lo que sea que me haya hecho tomar mi madre empieza a hacerme efecto, pierdo el sentido de todo y lo único que recuerdo es ver a mi padre quitándose el cinturón.

Capítulo corto, quería hacerlo más largo pero no me he visto capaz de escribir la escena que venia, lo siento.

Escribir este tipo de escenas tan violentas es nuevo para mi, aún no estoy acostumbrada y no sabría cómo relatarlo a decir verdad.

En este capítulo veis un poco más de la vida en casa de Lia y en la família Thompson.

Hasta el próximo capítulo, un beso

~LU~

soulmates|| carl gallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora