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UNA SEMANA DESPUÉS

Lia Thompson

—¡Lia! —Lip me envuelve en sus brazos. Sus brazos me aprietan dejándome sin respiración.

—Me dejas sin respiración —me quejo.

El Gallagher me suelta de manera suave y se hace a un lado, veo a todos los Gallagher's juntos. Los escaneo uno por uno y veo la preocupación en sus caras, mi mirada se para en uno en concreto. Carl Gallagher se encuentra comiendo alitas de pollo de manera despreocupada mientras mira la escena.

—Como me alegro de que estes bien. —Debbie se acerca a mi dándome un pequeño abrazo.

La siguiente es Fiona, se acerca, me da un abrazo y un beso en la cabeza.

—Tienes que ir a desintoxicación —murmura.

Asiento sin prestar mucha atención. No puedo concentrarme cuando Carl esta en la misma habitación que yo como si no hubiese pasa nada hace unos meses.

—¿Dónde esta Josh? —pregunta Lip. 

Siento como el pecho se me oprime de nuevo cuando mis ojos se desvian al trenzado, mi respiración se corta.

Necesito salir de aquí, ya.

—Em... Esta esperando en el coche. —Mi vista sigue fija en Carl. 

—¿Por que no os quedais a cenar? —pregunta Fiona—. Ibamos a hacerle una fiesta de bienvenida a Carl —señala al trenzado—. ¿Por que no le has saludado aún?

Carl levanta la vista de sus alitas de pollo—. Hola Lia. —Asiente en mi dirección. 

Siento como la bilis me sube por la garganta. 

Necesito salir de aquí. 

—Em... No podemos —comento. —Tenemos que hacer unas cosas... Noche de hermanos creo.

—Bueno pues nos vemos mañana Li —Fiona me da un abrazo.

—Si... Adiós —. No dejo que respondan, salgo prácticamente corriendo de la casa.

Mi respiración esta hecha un desastre para cuando salgo del patio, no consigo concentrarme en nada más que no sea Carl y sus estúpidas trenzas.

¿Por que esta aquí? Se supone que le quedan dos meses.

¿Cómo puede ser que después de todo me mire como si no fuera nadie para él?

Como puedo consigo llegar al coche, donde Josh me esta esperando.

—¿Cómo ha ido? —pregunta una vez estoy dentro.

Me quedo en silencio durante varios segundos. 

Ha vuelto. Y ni siquiera se ha dignado a mirarme. 

No le importo

—Carl... ha vuelto. —Mi respiración es tan irregular que a penas puedo pronunciar esas palabras. 

—Vale... Calma Li. —Josh se gira a mirarme—. Respira conmigo ¿vale? —Me agarra los brazos y los abre mientras hace respiraciones exageradas. 

—No puedo... —Exploto en llanto—. Necesito... —Busco en los bolsillos de mi chaqueta sin éxito—. Necesito...

—¿Qué necesitas? —mi hermano suena desesperado—. Venga Li, respira conmigo. 

—Maria... Necesito marihuana— consigo decir a duras penas. 

Josh frunce el ceño—. No Lia, no vas a recurrir a eso. 

Las lagrimas no cesan, mi cuerpo empieza a temblar y noto como mi pecho arde en un intento de respirar. 

—Por —un sollozo escapa de mis labios—. Por... favor

—No tengo, aunque quisiera no tengo de eso. 

—Mochila. —Señalo débilmente la parte de atrás del coche donde esta mi mochila. 

Cierro los ojos con frustración, escenas de lo sucedido hace meses en el correccional se repiten una y otra vez. Doy una respiración profunda y después otra. Consigo respirar con más calma pero sigo sin estar estable. 

—Toma. —Me pasa el rollo de papel y baja las ventanillas. 

Pongo el rollo entre mis labios y lo enciendo. Aspiro lo máximo que puedo el humo para después soltar el que sobra. Cierro los ojos, mi cuerpo deja de temblar y mi respiración empieza a ser más normal. 

Noto como mi hermano pone el coche en marcha. Doy otra calada y después otra. Suplicando para que los efectos de la maria vengan rápido. 




[...]

—Tienes que comer algo. —Josh me acerca el plato con mi gofre. 

—No tengo mucho hambre —digo. 

Josh me ha traído a una cafetería donde me solía traer cuando era pequeña. Cuando mama y papa discutían, Josh y yo nos escapábamos de casa y nos refugiábamos aquí. Siempre nos pedimos gofres con chocolate y una bola de helado de vainilla. 

—Vamos Li —suplica. 

De mala gana pincho el gofre y me meto un trozo a la boca. Cierro los ojos disfrutando del sabor, no recordaba lo bueno que estaba. Sin darme cuenta una sonrisa se dibuja en mi cara. 

—Esta bueno ¿eh? —Abro lo ojos encontrándome con un Josh sonriente. 

—Hacia mucho que no comía uno de estos. —Me meto otro trozo en la boca—. Esta muy bueno —murmuro. 

Ninguno de los dos dice nada más, ambos nos quedamos en silencio disfrutando de la compañía del otro. 

Miro a mi hermano frente a mi con una sonrisa triste. Realmente lo he echado de menos y es una jodida mierda que hayamos tenido que llegar a este punto para darme cuenta de ello. 

Josh me devuelve la sonrisa, pero su sonrisa transmite paz. Es una sonrisa que te dedicaría tu padre cuando todo esta yendo de pena, una manera silenciosa de decir que todo estará bien.







Holaaa, ¿Cómo estais? Yo voy tirando. He estado pasando una mala racha fisicamente y he tenido que faltar a clases por eso. Empece exámenes y no he tenido tiempo para escribir nada, a demás de que no tenia inspiración alguna. 

Pero, YA HE VUELTO. 

He necesitado pañuelos para acabar este capítulo. Mi Lia no merece esto. ¿Y Carl? Que ganas tengo de matar a ese muchacho. 

No os olvideis de votar y recordad que sois libres de comentar. 

UN BESO Y ABRAZO, 

LU

soulmates|| carl gallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora