soulmates|| carl gallagher

20

—Soy Fiona Gallagher— dice Fi  des de el asiento de copiloto—. Vengo a ver a Ian Gallagher. 

—DNI's— contesta el soldado. 

—Claro— Fiona busca en su bolso los DNI's de su bolso—. Lia, dame el tuyo. 

Meto la mano en mi bolsillo sacando mi cartera, cojo el DNI y se lo paso a Fiona, Mickey imita mi acción. 

—Que amable— murmura Sean cuando el soldado se ha ido.

—Aquí lo importante es que Sammi es una chivata— dice Mickey—. Se de algunos que se toman muy en serio a los chivatos. 

—¿A que te refieres?— pregunta Debs.

—A que la sedaran, la atarían en una silla y le arrancarían los dientes.

—Y ese alguien es Mickey— digo con sorna—. No te preocupes, yo te ayudaría— añado al ver la cara que me estaba poniendo el pelinegro. 

—¿Hablan en serio?— Sean se dirige a Fiona— Yo estoy en condicional. 

—Aunque sería divertido, nadie va a torturar a Sammi— contesta Fi. 

—Que aburrida— murmuro. 

Una moto se pone a un lado nuestro, Fiona se baja del coche para saludar. Me doy cuenta de que es Lip el que va atrás en la moto. 

—¡Vuelva a meterse en el vehículo!— escucho la voz del soldado de antes. 

Me siento encima de Mickey para que Lip se pueda subir al coche. 

—Debe follar poco el militrocho ¿eh— dice Mickey. No puedo evitar soltar una risa. 

—Déjame decirte que tiene un fusil. 

—Bueno, si se lo mete por el culo a lo mejor se lo pasa bien— Mickey suelta una carcajada y después empieza a reírse haciendo que mi espalda vibre.

—Me alegro de que tu humor siga siendo el mismo Li— dice Lip mirándome.

—Lip— le giño un ojo. El castaño bufa pero se le escapa una sonrisa.

Las vallas se abren dejándonos pasar. Sean arranca el coche y entramos dentro del recinto. 

[...]

—Al soldado Ian Gallagher, alistado como Philip Gallagher, se le acusa de ausentarse sin permiso, de robo y sabotaje de bienes públicos y de falsificación de documento— el general dicta los delitos de Ian—. Solo ausentarse sin permiso son 5 años de cárcel.

—Que cojones— se me escapa—Perdón, lo siento— me disculpo ante la mirada que me dan todos—. ¿Pero no es un poco excesivo?

—Te apuntas al ejercito por voluntad propia, es un mínimo— contesta indiferente—. Como decía, soy el sargento Nathan Kipps y me ocupo de la investigación. Mañana presentaré un informe sobre si se le debe formar consejo de guerra. 

—¿Usted lo decide?— pregunta Debbie, Fiona la manda a callar.

—Disculpe señor, Ian esta diagnosticado con trastorno bipolar. El ejercito no debería juzgarle. De hecho deberías ayudarle. 

—¿Esta diagnosticado oficialmente?

—Si señor, podemos enseñarle la ficha medica— interviene Lip. 

—¿Cuánto hace que se le ha diagnosticado?

—Hace poco...

—Pero lleva años comportándose como un loco— interrumpe Debbie.