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DOS MESES DESPUÉS...

Lia Thompson

Noto como algo a mi lado se mueve, dejo salir un suspiro antes de abrir los ojos. En ese mismo instante me arrepiento y vuelvo a cerrarlos. Suelto un gruñido y me obligo a volver a abrirlos.

Me incorporo un poco y un mareo repentino hace que me desestabilize un poco. Miro a un lado mio viendo a una chica que se encuentra completamente desnuda.

—Joder— murmuro.

Me levanto sin importar si la despierto o no y otro mareo aparece. Me agarro a la cama, espero unos segundos y cuando se me pasa empiezo a avanzar hacia la puerta. Salgo de la habitación lo más rápido que me lo permite el cuerpo.

Cuando estoy bajando las escaleras me tropiezo con un cuerpo que me hace caer.

—Joder— murmuro agarrandome la cabeza.

Miro hacia arriba viendo a Thomas tumbado en medio de las escaleras como si fuera lo más cómodo del mundo. Pongo una mueca de asco al ver que tiene los pantalones bajados y la polla al aire.

—Necesito un trago— me levanto sintiendo otro mareo pero lo ignoro.

Salgo de la casa y me dirijo hacia el Alibi. Cuando llego el olor a alcohol y gente con cuestionable higiene invade mis fosas nasales.

Veo a Veronica en la barra sirviéndole un trago a Frank, me dirijo hacia uno de los asientos más alejados posibles del progenitor Gallagher.

—Vero— la llamo.— Un baso de agua y un chupito de Jagger.

La morena me mira con una ceja enarcada antes de servirme un baso de agua.

—Ahora te doy algo de comer— se aleja de mi.

—¿Y mí chupito?

—¡No hay chupito!— gruño.

—¡Lia Thompson!— escucho la voz de Frank y no puedo evitar rodar los ojos.

—Frank— respondo neutra.

—¿Como esta mi hija no hija favorita?— pongo los ojos en blanco.

El mayor de los Gallagher se sienta al lado mio. Genial, justo lo que estaba evitando.

—¿Qué quieres, Gallagher?— suelto con brusquedad.

—Solo quería saber si tienes algo de dinero para darle a tu padre favorito— Frank tiene una sonrisa radiante.

—Sigo esperando a ese padre— lo miro indiferente.

—Vamos, Lia— Frank me pasa uno de sus brazos por mis hombros—. Si me das dinero prometo compartir al menos una tercera parte contigo. Esa chica maravillosa chica y yo necesitamos pillar algo. 

Miro en la dirección donde Frank a señalado viendo a una chica de 20 y tantos años con una bata de medico y una cara de no estar nada cómoda aquí dentro. 

—Li— la voz de Veronica hace que me gire a mirarla— Aquí tienes cielo.

Un plato con dos huevos fritos y algo de pan entra en mi campo de visión.

—Gracias Vero, eres la mejor— una sonrisa aparece en mi cara—Pero quiero un chupito. 

—¡Que no hay chupito!— pego un bote en el asiento. 

Que miedo

Empiezo a comer y Frank intenta meterle mano a mi comida así que le suelto un manotazo.

soulmates|| carl gallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora