37. Ansiado Reencuentro

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Narrador

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Narrador

―¿____? ―escuchó detrás de ella y su corazón se saltó un latido. Sus piernas se debilitaron y se vio obligada a aferrarse a Félix para no caer.

―Félix, ayúdame ―suplicó con desespero haciendo lo posible por ocultar su rostro.

No estaba lista para enfrentarlo. No allí. No en ése momento. Necesitaba un poco más de tiempo para hacerse a la idea y pensar cómo debería actuar después de tantos años separados.

Félix soltó un suspiro. Sabía, desde que leyó la lista de invitados, que los dos iban a encontrarse tarde o temprano y que, por obvias razones, algo interesante sucedería, pero...

¿Quién habría imaginado que llegaría a desear que no saliese herida?

Los sentimientos humanos eran tan impredecibles...

Félix sonrió y giró su cuerpo hasta interponerse entre ____ y la mirada atenta de Adrien.

―Hay una puerta al final del pasillo izquierdo, te llevará al salón principal. Podrás irte desde allí ―le indicó en un susurro―. Yo lo distraigo.

―Te debo una ―murmuró agradecida antes de marcharse.

Félix se frotó los ojos mientras se arrepentía de las malas decisiones que lo habían llevado hasta ahí.

"Ésto me gano por idiota" pensó y se concentró en el objetivo delante de él.

―Oh, vaya. Mira a quién tenemos aquí... ―exclamó arrogante mostrando una sonrisa torcida―. ¡Mi primo favorito!

Adrien intentó esquivarlo, pero sus reflejos eran una molestia.

―Félix, quítate, ahora ―exigió con hostilidad. No tenía tiempo para sus payasadas.

Félix rodó los ojos.

―¿Por qué? La subasta está por comenzar. ¿No deberías ir al otro lado?

Adrien se tensó cuando notó que las intenciones de Félix eran impedirle el paso y el sabor amargo en su boca se intensificó.

―Quítate o te quitaré ―advirtió con severidad a punto de perder la paciencia.

Félix soltó una risa.

―Quiero ver que lo intentes...

(....)

Narra ____

El aire del exterior golpea mi rostro y el alivio inunda mi ser.

Libre, pero... ¿A qué costo?

Un escalofrío recorre mi espalda al imaginar el castigo que recibiré de Ander cuando se dé cuenta que ya no estoy. Adiós, audición.

Suelto un fuerte suspiro y me quito los zapatos cuando la incomodidad es insoportable.

Un Gato Viene a Verme (Chat Noir/Adrien y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora