Narra Adrien
―Yo... Vine a explicarte todo.
Ella sonríe. Nostálgica, solitaria, resignada.
―¿Y qué piensas que pasará después? ―pregunta y la desesperanza en sus palabras hace que mi pecho duela.
―¿A qué...? ¿A qué te refieres?
―¿Crees que me quedaré si me lo pides?
Niego, desconcertado.
Sé que tiene que irse, nunca esperé que renunciara a todo sólo por mí, pero, siendo sincero, deseaba que hubiera una forma de seguir juntos a pesar de todo.
―No, yo no...
―¿Entonces? ¿Por qué estás aquí?
―No quiero perderte ―me apresuro a decir en un intento desesperado por cambiar su semblante distante. Ella cierra los ojos y niega con la cabeza.
―¿No crees que ya es tarde para ésto? ―Juega con sus manos, sé que está nerviosa, pero además de éso no logro ver nada más a través de ella. Sabe cómo ocultarme lo que está sintiendo y éso me fastidia mucho.
―¿Por qué lo dices así? ¡Quiero arreglar las cosas! ¡Acabar con ésta tortura! ¿O es que realmente querías terminar conmigo aquella tarde? ¿En verdad piensas que éso es lo mejor para nosotros? ¿¡No habías dicho que tendríamos un futuro juntos!?
Ella se frota el rostro con frustración y ríe sin gracia.
―¿Y quién fue el que dijo que éso era lo mejor? ¡Tú estuviste de acuerdo! ¡Te despediste tan contento! “Ten una buena vida” ¿¡Quién demonios dijo éso!?
Muerdo mi labio inferior con fuerza y despeino mi cabello, irritado.
―¡Es lo que quiero explicarte, maldición!
____ me da la espalda un segundo y puedo oírla respirar con dificultad.
―¿Por qué...? ―sus palabras se atoran y se aclara la garganta antes de continuar―. ¿Por qué ahora? ―cuestiona sin mirarme a los ojos. Su voz se oye quebrada y a la vez gélida.
―¿Qué?
Levanta la cabeza y me mira. Hay caos en sus ojos y miles de preguntas no formuladas me abruman. Sabe ocultar lo que siente, pero cuando es necesario, puede ahogarme con sólo una expresión.
―¿¡Por qué vienes ahora!? ¿¡Cuando estoy a punto de marcharme!? ¡Tuviste muchísimo tiempo para buscarme! ¡Para explicarte! ¡Sólo tenías que venir y... Y decirme que todo estaría bien! ¡Sólo tenías que...! ―ella se ahoga y suspira, suena agotada―¿Por qué...? ¿¡Por qué demonios no me dejas ir en paz!? ―las lágrimas caen una tras otra por sus mejillas y sus labios se hinchan aún más cuando ella los aprieta con sus dientes en un intento por controlarse.
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Un Gato Viene a Verme (Chat Noir/Adrien y tu)
Hayran KurguPor accidente descubrí la identidad de Chat Noir. Le prometí que no se lo diría a nadie, pero desde entonces él ha tenido un ojo sobre mí todo el tiempo. ¿Será éste el principio de una hermosa amistad? ¿O... De algo más? ❁❁❁ HISTORIA BASADA SÓLO EN...