Narra ____
―¿Nathaniel? ―pregunto dándome la vuelta con sorpresa.
El pelirrojo me mira con una media sonrisa y se acerca a mí a paso lento.
―Ha pasado un tiempo, ¿no? ―murmura ladeando la cabeza. Sonrío antes de empezar a dar saltitos como niña chiquita.
―¡Pero mira cómo has cambiado! ¡Estás guapísimo! ―grito emocionada tomándolo de las manos para que él salte conmigo. Salta, pero con pocas ganas.
―Oh, hum... Gracias. Y tú tampoco te quedaste atrás. Te ves hermosa. Digo... Más que antes ―su leve sonrojo hace que quiera molestarlo como lo hacía cuando éramos vecinos.
Nathaniel y yo éramos vecinos. Prácticamente crecimos juntos. Pero cuando se mudó hace cuatro años, nuestra comunicación empezó a ser cada vez menos frecuente, hasta que perdimos contacto hace poco más de un año.
―¡Mírate! ¡Tan lindo! ¡Estás como un tomate!
―____, basta ―advierte con una sonrisa antes de tomar mis mejillas entre sus manos y tirar de ellas como si fueran chicles.
―Auch... ―me quejo y me suelta. Su sonrisa me hace sentir calmada.
―Escucha, de verdad lamento decir ésto, pero debo estar en una clase de arte en menos de cinco minutos. ¿Te parece si me das tu número y nos ponemos en contacto?
Asiento efusiva y se lo doy. Me despido de él con un fuerte abrazo y empiezo a recordar los buenos tiempos, esos en los que jugábamos en el patio de su casa sin preocupaciones ni líos amorosos.
Líos amorosos...
Oh, por Dios. Lo había olvidado.
¡Adrien!
Miro hacia todas partes en busca de su brillante cabellera rubia y cuando no la encuentro por ningún lado, opto por adentrarme al edificio para probar suerte. Apenas cruzo el umbral de la puerta, mis ojos lo encuentran al otro lado de la cancha, junto a las escaleras.
Está hablando con un chico moreno y de actitud simpática. Tiene que ser Nino, pues encaja a la perfección con la forma en la que Adrien lo describió.
A su lado se encuentra una chica de lentes, cabello ondulado y un lunar en la frente. Alya, probablemente. Y allí, detrás de ella, casi como si estuviera escondida, una chica de grandes ojos y un par de coletas, mira a Adrien en silencio y mejillas sonrojadas.
Ella debe ser Marinette.
¿Por qué se ve tan familiar? ¿La he visto antes?
Su conversación parece tan interesante y entretenida que decido mantener la calma y esperar en mi lugar a que se desocupe.
Respiro hondo intentando calmar el torbellino de emociones que hacen estragos en mi sistema y dejo que mi mente divague un rato hasta que su hipnótica voz me saca del trance.
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Un Gato Viene a Verme (Chat Noir/Adrien y tu)
FanfictionPor accidente descubrí la identidad de Chat Noir. Le prometí que no se lo diría a nadie, pero desde entonces él ha tenido un ojo sobre mí todo el tiempo. ¿Será éste el principio de una hermosa amistad? ¿O... De algo más? ❁❁❁ HISTORIA BASADA SÓLO EN...