Por accidente descubrí la identidad de Chat Noir. Le prometí que no se lo diría a nadie, pero desde entonces él ha tenido un ojo sobre mí todo el tiempo.
¿Será éste el principio de una hermosa amistad? ¿O... De algo más?
❁❁❁
HISTORIA BASADA SÓLO EN...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narrador
―Me iré a Italia, Nath ―murmuró ____ de repente dejando a su amigo con la boca abierta.
Nath la miró en silencio durante unos minutos, esperando a que continuara y les dijera cuánto tiempo iría y cuándo volvería, pero el rostro melancólico de ____ fue suficiente para responder sus dudas.
―Ya no volverás, ¿cierto? ―preguntó, sólo por si acaso. Ella asintió.
Lo había estado pensando desde ayer. Día y noche. Una y otra vez. Numeró los pros y los contras de tomar aquella decisión tan abrupta, pero al final no podía negar que, viera por donde lo viera, éso era lo mejor. Aunque, quizás... Decirlo durante el cumpleaños de su mejor amigo no había sido lo más adecuado. Pero quería que él fuera el primero en oír su decisión.
―Pienso vivir allí con mi tío. Él se ha ofrecido a ayudarme a ser actriz.
Nath soltó un supiro.
¡Qué noticia tan pesada! ¡Y justo después de una resaca!
El chico lo analizó un momento. Miró a su novio con rostro indeciso y la sonrisa que recibió a cambio fue lo que despejó sus dudas. Se puso se pie, suspiró y rodeó la mesa hasta llegar a ella.
―Entonces, a ver si entendí... ¿Estás cada vez más cerca de cumplir tus sueños... Y estás mostrando una expresión tan deprimida? ―se burló apretando sus mejillas con ambas manos.
____ soltó una risita y saltó sobre él para abrazarlo. Nathaniel sonrió con calidez y le devolvió el abrazo sin decir nada. Marc, quien también estaba allí, no dudó en unirse a ellos y llenarla de felicitaciones.
Pasaron toda la noche e incluso la mañana siguiente festejando, haciendo idioteces y disfrutando de la compañía del otro, como si no fueran a tener otra oportunidad como ésa.
Cuando dieron las cinco de la tarde de aquél treinta de diciembre, aunque aún quedaban muchas cosas por hacer y por decir, los amigos se despidieron.
―Espero que estés lista para mañana ―le dijo Nath caminando con ella hacia la puerta. ____ asintió.
―Claro que lo estoy. Vengo contando los días para el festival desde que supe lo de la audición. ¡Ya quiero ponerme el vestuario y ver el maquillaje terminado!
Nath sonrió.
―Bien. Te estaré apoyando detrás de escena.
―Sí, lo sé ―dijo despeinándolo como de costumbre.
____ se despidió de ambos como por décima vez y decidió que iría caminando a casa, ya que el clima estaba precioso y el olor a humedad del ambiente le traía buenos recuerdos.
Balanceaba su bolso de un lado a otro mientras tarareaba una canción. Estaba contenta con su decisión y no había dudas en su cabeza. Aquella era una oportunidad única que podía cambiar el rumbo de su vida para siempre, no podía darse el lujo de rechazarla.
