Por accidente descubrí la identidad de Chat Noir. Le prometí que no se lo diría a nadie, pero desde entonces él ha tenido un ojo sobre mí todo el tiempo.
¿Será éste el principio de una hermosa amistad? ¿O... De algo más?
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HISTORIA BASADA SÓLO EN...
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Narra ____
―¡Me gustas! ―grito agitada, asustada, aterrada, desesperada y con ganas de tirarme por la ventana.
―E-eso no...
―¡Espera! ―lo interrumpo presa del pánico―. No tienes que responder ahora, ¿está bien? Sólo... Sólo quería hacerte saber cómo me siento para que no pienses que el beso fue sólo un impulso del momento. Bueno, sí lo fue, pero no por que quisiera jugar contigo. Yo realmente siento cosas por ti. Cada parte de tu personalidad me tiene como una tonta... Y... Y yo...
―____, escúchame... ―balbucea con las mejillas sonrojadas y una sonrisa temblorosa. Yo no puedo dejar de hablar.
Es... Un vómito verbal causado por los nervios.
―¡Y yo...! ―aspiro hondo antes de continuar―... Sé que amas a Ladybug, así que no tengo grandes esperanzas. Tampoco te tienes que sentir mal por mí, en serio, yo... Yo estoy decidida a renunciar a éstos sentimientos inútiles, siempre y cuando podamos...
―¡____! ¡Escúchame! ―pide alzando la voz. Cierro la boca automáticamente.
―Lo siento. Estoy nerviosa ―Adrien ríe y se acerca a mí a paso lento.
―Escucha, lo que estaba por decirte desde el principio es... ―un fuerte y estridente golpe se escucha a lo lejos seguido por gritos y más gritos.
Sé lo que significa.
Un akuma.
Adrien me mira preocupado y corre hacia mí para protegerme. El guardaespaldas de Adrien aparece como por arte de magia y corre hacia nosotros justo cuando Adrien planeaba ir a transformarse.
Sé que Adrien debe irse, pero no puede hacerlo mientras estemos siendo vigilados, por lo que, usando la última neurona que me queda, aspiro profundo y me sujeto al brazo del gorila fingiendo que no puedo mantenerme de pie.
Adrien voltea, asustado.
―¡____! ¿¡Qué... Qué te sucede!? ―pregunta ofuscado. Le guiño un ojo cuando sólo él está mirándome.
―Vete, yo me encargo de tu guardaespaldas... ―murmuro sonriendo antes comenzar con la actuación de mi vida.
(...)
Bien. Me gustaría saber cómo terminé siendo atrapada por la villana si lo último que recuerdo es fingir un desmayo y ser llevada a un lugar seguro. En fin...
La villana viste un bonito vestido de sirena color verde con dos enormes cintas azules que se despliegan de su cintura. Y son esas mismas cintas las que me mantienen sujeta a diez metros sobre el suelo.
―Sí de verdad le importas a Adrien, él vendrá a buscarte tarde o temprano, o de lo contrario... ―dice con un tono de voz rasposo y malhumorado antes de empezar a desenrollar el lazo atado a mi cintura. Veo el suelo con gran palidez y aunque confío mucho en los héroes de París... ¡No los estoy viendo por ningún lado!
