Hielo que quema.

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-¿O sea que el rey Joffrey se encargó de matar a toda tu familia?
Miré a mi plato de comida y trague con dificultad. Nunca había llorado por ellos y me sentía culpable, por eso quería vengarlos y destruir a cada Lannister que se me cruzara.
-Menos a Sansa, Arya, Bran, Rickon y Jon Nieve. Pero a mis padres si.
Daenerys me contempló largamente con sus ojos violetas y estiró su brazo. Apretó mi mano en forma de consuelo.
-Lo peor fue que le dijeron traidor a mi padre. El mismo rey Robert escribió esa carta para que mi padre fuera rey hasta que el bastardo tuviera suficiente edad.
De nuevo empecé a sentir como dentro mio todo se iba calentando, las lágrimas de furia amenazaban con salir.
-Y a mi hermano una vez que murió le ataron la cabeza de su lobo al cuerpo.
Daenerys me miraba comprensiva.
-Mataron a su esposa que estaba embarazada. Y a mi madre, le cortaron el cuello, dicen que el cuchillo de su asesino le tocó el hueso. ¿Y luego sabes que? Continuaron con el banquete.
Me seque rápidamente la lágrima que se había escapado y traté de tranquilizarme.
-Lo peor fue para Sansa. Cortaron la cabeza de nuestro señor padre al frente de ella.
A Daenerys le costó tragar.
-Pronto vengaremos a tu familia, Raeghara.
-Solo quiero estar con mis hermanas y hermanos de nuevo.
-Lo sé.
-Necesito saber de donde vengo. No soy una Stark, mi madre dejo una carta cuando me abandonó. Ni siquiera sé si los Iceller existieron y reinaron aquí, en las Nueves Ciudades Libres.
-Descubrirás eso tarde o temprano. Hay muchos libros que seguro guardaron algún rastro de tu familia.
-Lo sé - Dije con un suspiro, miré hacia las filas y filas de soldados vestidos de negro. Eunucos.
-Supongo que como sabes montar tu dragón, no necesitarás caballo...
-No sé montarlo, solo me arriesgue a quebrarme el cuello... A demás Keleshe es pequeño aún. Lo hice porque estaba...
-Asustada. Cualquier mujer lo estaría si Nicolkask Naaris aparece y la obliga a casarse con él.
Sonreí por unos instantes.
-¿Como harás para cruzarlos a todos al poniente?
-Barcos.
De nuevo miré a la masa de hombres vestidos de negro. No recordaba bien como se les decían.
-Khaalesi, mi Lady. - Se presentó sir Jorah, ambas lo miramos - Hay un viejo sabio que se entero de la llegada de lady Iceller y desea verla...
-Gracias, sir Jorah. Puede traerlo.
Daenerys me miró sonriente.
-¿Lista para saber la primera parte de tu historia?
Asenti, algo nerviosa.

La ultima reina del hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora