-¿Lo habías visto alguna vez tan inquieto?
Daenerys se acercó a Drogon y lo observó largamente, no había parado de rugir, aletear y morder a sus hermanos.
-Nunca, kaalesi.
Sir Jorah estaba detrás de ella, pensando en que haría él cuando ese dragón que tanto amaba ella la desconociera y la atacara.
-¡Madre de los dragones! - Gritó gusano gris - Tiene que ver esto.
Ambos lo acompañaron fuera, gusano gris los guió casi corriendo hasta un valle, y siguieron el dedo de gusano gris cuando señaló el cielo.
La madre de los dragones se quedó sin aliento en cuanto vio a la bestia blanca descender a tierra, con dos aleteos, bastaba con mover el árbol mas firme de allí. En edad, era mas pequeño que Drogon, pero sus alas sin duda eran mas magníficas, grandes y poderosas. Se sorprendió ver sobre el dragón del invierno a una joven, tal vez de su edad.
Enseguida supo que era Raeghara Iceller, la ultima reina del hielo. Era como Daario se la había descripto, o tal vez mas que eso.
Ella se había imaginado vagamente la apariencia de la chica, pero en cuento se iba acercando, supo que estaba totalmente errada.
Llevaba su cabello rojo sobre la capa de piel, algunos mechones caían en los rasgos de su fino rostro. Sus ojos azules la miraban desafiante y segura, pero las pecas que se esparcían sobre su nariz le quitaban el aire desafio que su mirada tenia.
Se detuvo a pocos pasos de ella, y detrás de la madre de los dragones, Drogon se poso y rugió al dragón que tenia en frente, este le contestó, y escupió hielo. Drogon, simultáneamente hizo lo mismo, pero escupió fuego.
Ambas madres de dragones se quedaron perplejas, preguntándose si se trataba de algún rito.
-Es un honor tenerla tan rápido aquí, lady Iceller. Había mandado una escolta para traerla aquí a salvo.
-¿Puedo hablar contigo, Daenerys?
Dijo tuteándola, Daenerys sonrió. Por primera vez se sentía a gusto con una chica, y era de sus tierras.
Asintió y la invitó a seguirla. Ambos dragones se quedaron merodeando por los aires mientras sus madres se reunían.
A medida que pasaban por el campamento, los hombres se arrodillaban ante ellas. A Raeghara la situación le era extraña, nunca nadie le había demostrado tan devoción.
Entraron a la carpa, un fuego en medio la mantenía cálida.
Sir Jorah y Gusano Gris que las habían seguido las dejaron solas.
-¿Cual es el motivo por tu apuro?
Raeghara suspiró.
-No sé porque me verías como amenaza, Daenerys.
La madre de los dragones la miró confundida.
-No entiendo de que estas hablando.
-Quieres que me case con Nicolkask o me matas.
A Daenerys se le escapó una carcajada, luego pensó las diferentes formas de torturar a Nicolkask.
-Te han mentido.
Raeghara la miró aun mas confundida.
-Quiero que unamos nuestras fuerzas, Raeghara Iceller, dueña del trono de hielo. Ambas tenemos dragones, ambas sabemos como manejarlos. ¿Porque querría que te cases con alguien en quien aún no confio? Seguro te ha mentido para lograr lo que desea.
Raeghara sintió como un nudo se desaflojaba y la dejaba respirar.
-Ahora debes estar cansada para hablar de alianzas, tronos, poder, guerra, estrategia y sangre. Mañana el rey de Yunkai nos entregará el castillo, por ahora solo puedo ofrecerte una tienda para pasar la noche.
-Una tienda estaría bien.
Dijo Raeghara y ambas se sonrieron mutuamente.
Una vez que esta se retiro, Jorah volvió a ingresar y encontró a Daenerys mirando un punto fijo, con una copa de vino en la mano, lucía pensativa y algo nostálgica.
-Mi khaalesi, ¿Que sucede?
-La chica - respondió luego de un suspiro. - Simplemente me esperaba algo diferente.
-¿No le gusto?
- No es eso... Solo que, su nombre...
-Los Iceller son un mito para muchos, khaalesi.
-Mi hermano se llamaba Rhaegar, sir Jorah. La chica Rhaegara. ¿Y si resulta ser una bastarda?
-No tiene apellido de tal. Es un nombre común para una alta familia, además.
-Es que en ella vi la sangre del dragón ..
-Es que la tiene, Khaalesi. Pero la del dragón blanco. Mientras usted es fuego, ella es hielo...
-Juntas podríamos tomar Poniente...
Jorah no respondió. Aquello no le gustaba demasiado.
-Todo puede ser, Khaalesi.
-Quiero partir para Mereens lo mas rápido posible.
-Tenemos que esperar que Nicolkaks Naaris retorne.
Daenerys volvió a repetir las palabras que Raeghara le había dicho anteriormente y frunció levemente el entrecejo al imaginar la situación.