Del otro lado.

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Caminaba hacia la habitación en la que se encontrarían Daenerys, sir Barristan y sir Jorah. Me habían llamado temprano, aludiendo que era una noticia urgente.
El vestido verde oscuro que me había conseguido sir Barristan se arrastraba por el piso, las mangas recubrían mis brazos y caían en cascada.
Había algo diferente, sabia que algo había sucedido, y algo de mi me dictaba que era algo bueno.
Empuje la gruesa puerta de madera y entré. Había mas gente de la que imaginaba, Daario Naharis con sir Martos a su lado, Nicolkask con un hombre que nunca había visto, y los primeros tres que había pensado que estarían.
Nicolkask me dedicó una media sonrisa picara en cuanto entré y me ruboricé.
-¿Que ha sucedido?
Todos me miraban con gesto grave.
-Han llegado noticias del Poniente.
-¿Sobre mi familia?
Un sudor frío me recorrió la espalda.
-El rey Joffrey esta muerto.
Me quedé mirando a sir Barristan como si no comprendiera. En mi mente se repetía Joffrey muerto una y otra vez, no podía creerlo. Quien había causado tanto daño, quien había arruinado todo un imperio, muerto.
Quien había arruinado mi vida entera estaba muerto, y yo había podido matarlo.
Se me escapó una risa nerviosa y me tapé la boca. Lloraba, pero de la felicidad.
-¿Y Sansa? ¿Donde está mi hermana? - Pregunté cuando recordé que ella se iba a casar con el rey hasta que la Tyrell apareció.
-Nadie lo sabe, alteza.
Y mi alma cayó a mis pies.
-¿Que?
-Su hermana ha desaparecido.
Miré a los ojos a sir Barristan, él la había conocido. Para antes de abandonar la guardia real, Sansa ya estaba en el Desembarco del Rey.
-¿Donde está?
-No lo se, alteza.
Era un trago amargo. Arya, Rickon y Bran también estaban desaparecidos.
Me apoye contra la mesa. Demasiadas cosas por tan pocos segundos. Sabia que Arya estaba viva, esa niña era capaz de defenderse, pero Sansa... Sansa era demasiado fina para poder sobrevivir en el bosque, y si es necesario, matar a alguien. Y no tenia a Lady a su lado, nuestro señor padre la había matado tiempo atrás por culpa de Joffrey.
-Tommen es un niño para ser rey...
Sir Barristan suspiró, sentí su mano en mi espalda.
-¿No es lo que quiere Twyn Lannister a caso?
-¿Se sabe quien mató a Joffrey?
-Acusaron a Tyrion Lannister.
-¿¡Que!?
Sir Barristan asintió.
-¡La perra de Cersei debe estar buscando a mi hermana si parar!
-No lo sabemos, alteza. Pero aquí las noticias llegan tarde. Seguramente esto sucedió hace un tiempo...
-¿Hay cuervos aquí?
Sir Barristan negó.
-Necesitó enviarle un mensaje a mi hermano en el muro.
-Su hermano hizo un juramento, si usted pretende que lo deje para buscar a Sansa...
Me acerqué a sir Barristan demasiado, sentía de nuevo como la furia recorría mi interior, con voz y mirada letal le hablé muy lentamente.
-¿Es necesario que le recuerde que la mitad de mi familia esta sin cabeza y que la otra mitad perdida? Quiero un maldito cuervo, ahora.
Sir Barristan desapareció ante mi vista. Daenerys me sonrió.
-Estas aprendiendo a ser una reina.
Me acerqué a la mesa, un enorme mapa se exhibía ante mis ojos. Me era tremendamente familiar.
Invernalia, Alto Jardín, Dorne, Roca Casterly, Nido de Águilas, Desembarco del Rey... Todas las grandes ciudades ubicadas geográficamente. Era una estrategia, sobre el mar, tres dragones negros que avanzaban, tras ellos tres barcos de madera y hacia el norte, un gran dragón blanco y miles de figuras de madera blanca. Mi imperio, mas allá del muro. Se veía el castillo negro, unos cuantos cuervos dispersados, y luego figuras de madera sin rostro. Salvajes, el ejército se Mance Rayder, avanzando por tierras que eran mías. Mance Rayder el usurpador.
Sabia que de alguna forma sir Barristan había armado la estrategia, no había forma que Daenerys supiera que habia un rey mas allá del muro si ella abandonó Poniente siendo una niña.
Mis supuestas tropas y las de ella, todas, se dirigían a Desembarco del Rey. A derrocar a los Lannister de una vez y que la reina verdadera tomé el trono de hierro.
Subí la mirada a Daenerys, que me miraba seria. En sus ojos, su nuevo imperio de fuego y sangre se levantaba, en los mios, un imperio de muertos de hielo se alzaba tras un muro que lloraba.

La ultima reina del hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora