-"Ezra Iceller fue el rey retornante. Se fue por seguridad, y los Stark de Invernalia, lo recibieron sin dudar de él.
En ese momento empezó a formarse una relación entre Lyanna Stark, prometida de Robert de la casa Baratheon y él.
La relación culminó en una hija, Lyanna estaba bajo el dominio del Aerys cuando tuvo a la heredera de Icelleirar. Nadie sabe porque el rey se compadeció de ella, pero la niña vivió y fue mandada a la casa Stark. No se sabe el paradero de la heredera ni el de su padre.
Lyanna Stark fue asesinada. Sus ultimas palabras, fueron el nombre de su hija, que luego fue alterado por el rey Aerys II Targaryen. Fue llamada como el nombre femenino de su primer hijo. Rhaegar Targaryen. Raeghara. "
Miré allí donde los arboles se agitaba por el viento, preguntándome quien había escrito esos libros.
Cerré los ojos Tratándome de olvidar todo, y me recosté sobre el lomo de Keleshe, que dormía tranquilo. Ya había alcanzado en tamaño a los dragones de fuego de Daenerys, pero él era más apegado a mi. Nunca permanecía muy lejos.
-¿Te imaginas cuando tengamos un propio castillo, Keleshe?
Mi dragón se movió tenuemente y Sonreí.
Le toqué el lomo y todo se tornó blanco.
Tan blanco que me cegaba, sentía que me asfixiaba.
Hija sigue mi voz, ven conmigo.
Intentaba quitarme lo que tuviera de la garganta pero no podía. A lo lejos, escuchaba como Keleshe rugía.
Hija, tu reino te espera.
Volvía a la normalidad, podía ver las nubes el pasto, a Keleshe rugiendo.
Tranquila, estoy aquí, nada puede salir mal.
No podía respirar. ¿Este era mi fin?
Raeghara... Sigue mi voz...
No podía dejar de luchar contra la opresión en mi pecho, me rasguñaba la piel tratando de quitarme aquello inexistente de encima mio.
Vamos mi niña... Sigueme...
-¿¡Quien eres!? - Grité desesperada.
Te estamos esperando...
La voz que venia de la nada se distorsionaba, se mezclaba con sonidos de afuera.
Mis manos se aferraban a la tierra, mientras trataba de buscar aire. Sabia que una corriente de viento me envolvía, sentía como mis manos estaban congelando todo a mi alrededor.
-¡Me estas matando, para!
El hielo nunca muere...
-¡Dejame!
Y si se derrite, vuelve a congelarse...
-¿¡Que quieres de mi!?
El hielo nunca muere...