Capítulo 14

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-Yo me apunto al chupito.- Levantó Ici su cubata ya vacío y tiró de sus amigas hacia la barra.- ¿Te apuntas, Nat?- La miró una vez llegaron a su destino.

-No, no, así estoy bien.- Señaló con la cabeza su vaso, que solo contenía coca-cola.

-¿Qué te pasa hoy?- Preguntó Alicia, que llevaba toda la noche notándola rara.

-¿A mí? Nada.- Murmuró.

-Venga, Nat, que te conozco ya un poco.- Soltó una pequeña risa y se acercó a ella. Demasiado cerca, pensó la morena.

-Me voy a ir chicas, nos vemos mañana, ¿vale?- Dejó el vaso sobre la barra y sacó el móvil para mirar la hora. Demasiado pronto para presentarse en casa de Alba.

-No, no, no.- Se puso frente a ella Ici.- Nos vamos todas y nos cuentas qué te pasa.- Cogió su mano y tiró de ella hacia fuera.

Caminaron sin un rumbo fijo y sin hablar. Las que habían llegado ese día de Pamplona se miraban sin saber muy bien qué le podría pasar a la otra, mientras que esta solo pensaba en si a Alba le podía haber sentado mal que le hubiera dicho de cambiar los planes, pues ni siquiera la había mirado al despedirse. Pero le pareció egoísta aquello.

-¿Nos los cuentas ya, Nati?- Interrumpió el silencio la rubia cuando se sentaron en el banco de un parquecito, no muy lejos de casa de Natalia.

-Es que...- Fue incapaz de mirar a ninguna y tuvo que agachar la mirada hacia sus Converse.- Primero quiero hablar con Alicia.

-Así que es eso.- Sonrió tierna al empezar a entender por dónde iban los tiros.

-¿Qué? ¿El qué?- Preguntó confusa Ici.

-Estás liada con la chica de antes, ¿no?- Ignoró a la otra.

-¿Qué chica?- Intentó enterarse de algo.- ¿Por qué no me entero de nada, tías? ¿Y con Alicia por qué?- Frunció el ceño.

-Porque antes de que se viniera a Valencia estuvimos liadas durante unos meses.- Aclaró la pelirroja.

-¿Perdona?- Las miró alternativamente, con los ojos muy abiertos.- ¿Pero a mí estas cosas por qué no me las contáis?

-Ali...- Murmuró Natalia.- Es que... No sabía cómo decírtelo.

-¿Pero vais en serio o... O es como conmigo?

-Me gusta muchísimo.- Confesó finalmente.- Estoy intentando hacer bien las cosas con ella.

-Así que esa rubia ha conseguido que por fin te centres.- Sonrió sincera.

-Me estoy perdiendo muchísimo.- Lloriqueó, harta de no entender nada.

-Ya tía, perdona.- La miró Natalia con una sonrisa inocente.- Hemos estado de rollo desde hace varios meses, como bien te ha dicho Ali. Nada serio, porque lo único que hay es atracción física, pero ahora pues... Pues eso, que me gusta Alba. Tú no la has llegado a ver porque estabas en el baño.- Se encogió de hombros.

-¿Y la cara de mustia que me llevas por qué es?

-Habíamos quedado al salir del bar y... Bueno, habéis llegado vosotras.- Explicó.- Y creo que se ha enfadado pero no entiendo por qué. Joder, si venís de sorpresa obviamente no os iba a hacer el feo de no ir con vosotras.

-¿Sabe de mi existencia?- Alzó una ceja Alicia. Natalia asintió.- Joder tía.- Negó con la cabeza y tuvo que reírse por lo lenta que podía llegar a ser a veces su amiga.- Sabe de mi existencia, que estábamos de rollo, y tú vas y ni siquiera la invitas a venir con nosotras.

-Porque quería hablar contigo a solas antes de que vieras que tenía algo con otra persona.- Se justificó.

-Vale, pero, ¿cómo coges y me dices que solo os conocéis de la piscina y de veros por el bar? Es que se habrá rayado, Nat.- Quiso hacerle ver.- Ahora mismo estará pensando que no me lo has querido decir para poder liarte esta noche conmigo.

La canción del verano.//AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora