11- Es muy bella para ti

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"Hey, no la mires, es muy bella para ti" —Ercole

JAJSKA ste wn me da mucha risa  a veces pero solo quiero ver que se ponga a trabajar que ya está grandecito 😠


Los días parecían haberse relajado para él. Había aceptado finalmente que sus amigos lo acompañaran y apoyaran con cada situación que se le presentara, por más estúpida que fuera. Luca reconoció que la compañía de sus dos amigos era lo mejor que podía haberle pasado.

Con el paso del tiempo, Luca, Alberto y Giulia cumplieron su promesa de alejarse de los problemas. Pero era propio de ellos atraerlos después de todo, no necesitaban ni buscarlos.

El trío de amigos siempre tenía algo para hacer, Luca acompañaba a sus dos amigos en su trabajo y en cuanto se liberaban iban a nadar, andar en bicicleta o incluso salían con sus otros amigos, en especial Iván e Isabella. Giulia no dejaba de preguntarse por qué no los había conocido mejor antes, eran realmente agradables.

—Te lo juro, papá me acompañó a casa de Luca y estuvimos ahí con su familia. Un día deberías intentarlo —decía Alberto mientras no despegaba la mirada de las redes que tenía entre las manos.

Los tres se encontraban a un lado de la plaza en donde los barcos y botes estaban en fila. Él y sus amigos se encargaban de acomodarlas para ser guardadas hasta el otro día como solían hacer diariamente luego de haber pescado.

Luca largó una risita.

—Me encantaría hacer eso este verano. Que la cena sea en mi casa.

—¿Y cómo vamos a comer papá y yo? —preguntó Giulia con ironía a lo que Luca dejó de sonreír.

—No pensé en eso.

En ese momento unas voces llamaron su atención. No muy lejos de ellos vieron a la mamá de Matteo hablar con algunas personas mientras cargaba lo que parecían ser sus compras. Detrás de ella vieron a Matteo quien pretendía ayudar a su madre, pero estaba más concentrado en su mascota.

—Me pregunto si sabe que los gatos no son como los perros —comentó Giulia por lo bajo.

—¿De qué hablas? Yo siempre llevo a Machiavelli a hacer las compras —Alberto dijo.

—Él es un caso especial —respondió ella— Además, su gato es muy joven aún.

—Parece manejarlo bastante bien —sonrió Luca.

El chico no pareció verlos y se alejó junto al animal en brazos, dejando a su madre sola. Ella sí reparó en ellos y todos la vieron rodar los ojos y tomar su típica mirada de disgusto cada vez que su mirada caía en ellos o en sus padres.

Luca borró la sonrisa y agachó la mirada.

—Ya olvídalo, Lu —su mejor amigo habló.

—No puedes agradarle a todo el mundo —Giulia llamó su atención.

En cuanto la mujer también desapareció, cargando con dificultad todas sus cosas, Luca suspiró.

—Ya lo sé, pero quisiera que notara que no somos tan malos realmente —dijo, sus hombros cayeron.

Luca no buscaba que todo Portorosso lo ame, más que nada porque no le faltaba mucho para que eso suceda. No era alguien amante de la popularidad, pero, así como había pasado en la escuela de ser el nuevo, luego a ser el raro y finalmente a ser el chico que todos admiraban y querían hacerse amigos de él, le estaba pasando lo mismo en Portorosso. Casi todos lo conocían y le tenían aprecio.

Excepto algunos.

Pero las miradas y comentarios era una mancha bastante grande de ignorar. Lo único que el chico quería era que todo esté bien. Y, siempre y cuando el límite fuera ese, podía vivir con eso.

Luca One-Shots🐟🛵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora