29- Luca & Alberto (Parte 2)

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Tomando aire profundamente, Luca dejó que su cuerpo flotara boca arriba para poder ver el cielo

No había nada a su alrededor a diferencia de su hogar, ni cuevas, ni peces, ningún otro monstruo marino a la vista. Simplemente él en la inmensidad azul del océano. Cerró los ojos sintiendo la corriente a través de sus escamas. Tan tranquilo, tan sereno, nadie alrededor para interrumpir sus pensamientos.

Aunque realmente había una única cosa en su cabeza desde hacía más de una semana.

Luca sonrió alzando la mirada y juntando ambas manos a la altura de su pecho.

Alberto...

Era el único pensamiento que rondaba su mente en los últimos días, arrebatándole una sonrisa involuntaria e incluso a veces una risa tonta que no le gustaba para nada. Pero no podía sentirse más feliz. Bastaba recordar repentina e inesperadamente a lo largo del día que Alberto era más que su mejor amigo para ponerse en ese estado que tanto odiaba y tanto se burlaban con Giulia en las películas. Entorpecer sus acciones, distraerse y soñar despierto mucho más de lo que solía hacer. Hábito que jamás abandonó.

Si bien no lo había comentado con muchas personas además de su círculo de confianza, estaba seguro de que todos lo sabían ya. Si bien nadie comentaba acerca de los extensos abrazos que compartía con él, o las veces que iban tomados de la mano en la playa o por la calle, sabía que los veían y la idea más obvia estaba allí en el aire.

Agrandando su sonrisa se giró de un rápido movimiento antes de guiar sus aletas a toda velocidad hasta la costa donde se dirigía previamente a distraerse con sus pensamientos otra vez.

Una vez fuera del agua se forzó a dejar de sonreír para evitar miradas extrañas. Ya en su forma humana, sus pies lo guiaron a la playa principal donde la mayoría de los niños y no tan niños de Portorosso disfrutaban del agua gracias al nuevo salvavidas que trabajaba allí hacía casi dos años ya.

Enseguida lo buscó con la mirada, sintiendo sus mejillas sonrojarse al divisarlo entre los niños que le correteaban alrededor intentando llamar su atención. Luca se preguntó si pasaría el tiempo y continuaría poniéndose nervioso al momento de acercarse a él.

Dejando ese pensamiento a un lado, lo rodeó para luego acercarse sigilosamente aprovechando que estaba a solas por unos segundos. Una vez detrás de él, tocó su hombro suavemente.

Alberto se volteó y su mirada se iluminó al verlo junto a una sonrisa que Luca no pudo no corresponder, sintiendo el sonrojo intensificarse.

Oh por todas las perlas...

—Hola —saludó tímidamente, alzando los hombros.

—¡Hey! —exclamó el mayor, intentando acercarse a él. Pero se abstuvo enseguida, viendo de reojo a su alrededor. Luego se aclaró la garganta y miró a Luca con nerviosismo, sin borrar la sonrisa.

—Adivina qué —dijo este con una enorme sonrisa y mordiendo su labio para contener su emoción.

—¿Hm? —Alberto abrió los ojos, viéndolo con curiosidad.

—Le conté a mis papás sobre nosotros anoche —Luca se rió a lo que Alberto sonrió enormemente antes de reír también con alegría.

—¿En serio? —exclamó, juntando ambas manos a la altura de su pecho para evitar saltar de emoción. En cuanto Luca asintió enseguida, sonrió aún más antes de empalidecer y tomar una expresión de miedo— ¿Y qué dijeron?

—Que los confundo porque hace unos días dije que no —Luca miró hacia un lado durante un segundo antes de sacudir la cabeza y volverse a Alberto— Pero que están felices por mí. Y por ti —largó una risita que provocó una vez más una sonrisa en Alberto— Y que vayamos a comer mañana con ellos.

Luca One-Shots🐟🛵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora