33. Mara

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Claudio fue por ella en el mismo instante en el que la vio desplomarse en el rio. La levantó entre sus brazos y la llevó hacia su camioneta. Estaba bastante mal, notablemente desnutrida y deshidratada, además de muchas heridas ocultas por su desaliñado y seco pelaje.

Sus padres prácticamente al borde de la locura la recibieron con besos y abrazos cuando el se las dejó. Tuvieron que darle una ducha de agua caliente antes de dejarla sobre su cama. Aún inconsciente, ella pareció reconocer la suavidad de esta por la forma en la que se acomodó para descansar plácidamente.  

A la mañana del día siguiente, cuando se despertó, lo hizo con sobresalto. A pesar de lo débil que aún su cuerpo se sentía, saltó con un brinco de la cama para gritar a todo pulmón. 

—¡¡¡¡JARUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU, ADAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAM!!!!

Su madre, que se había quedado a su lado toda la noche en una silla saltó también por la sorpresa. 

—¡¿Que ocurre, niña?!— Preguntó la mujer con preocupación

—¡JARUMBIO Y ADAM SIGUEN EN LA CUEVA!— Respondió su hija a punto de darle un patatús

La madre instantáneamente llamó al alcalde y este a su vez al cuerpo de policía conformado por solo 5 agentes, incluyendo su oficial, la Armarouge. Con un rápido accionar estos se movilizaron hacia aquella inexplorada zona del bosque. Usando cuerdas, descendieron por la gran cascada. Fue en aquella pequeña cueva, donde encontraron a ambos chicos en un estado más que lamentable.

El Incineroar estaba en condiciones críticas, habiendo estado inconsciente durante un total de cuatro días y sufriendo un fuerte golpe en la cabeza. Y pese a que aún respiraba, su estado era en extremo preocupante. Por otro lado, el Infernape no estaba exento de problemas; lucía deshidratado y hambriento cuando lo hallaron, además de que no dejaba de quejarse por el dolor en su muñeca dislocada tras el segundo impacto. 

—¡DUPLIKA, ESTÁ EN LA CUEVA DETRÁS

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—¡DUPLIKA, ESTÁ EN LA CUEVA DETRÁS...— Gritó el Infernape con urgencia

—Tranquilo niño, ya nos hemos hecho cargo de ella...— Respondió la oficial calmándole 

Con la Armarouge a la cabeza, el dúo enfrentó la ascensión de la cascada. Ella con el Infernape en brazos, se aferró a la cuerda con tenacidad, mientras que el alcalde, cargando al Incineroar, siguió la misma ruta. La Armarouge lideró la subida, guiando y asegurándose de que cada uno avanzara de manera segura contra la fuerza de la cascada.

Una vez en la cima, el Blaziken subió a ambos en su camioneta y condujo rápidamente hacia el hospital de la escuela. Al llegar, el equipo médico estaba preparado para recibirlos. La muñeca dislocada de Jarumbio fue atendida con cuidado, mientras que a Adam se le administró un suero para estabilizar su estado, aunque los intentos de reanimarlo resultaron inútiles. 

Cuando le ofrecieron comida y agua al Infernape, este comió como nunca antes, repitiendo varias raciones por su hambre insaciable. Finalmente, satisfecho y agotado, se quedó dormido ahí mismo. 

El sobrino de la Delphox cuya hija se quitó la life.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora