Adam es un Incineroar desdichado que, por diversos motivos, llega a un poblado para Pokémon tipo Fuego no muy cerca ni muy lejos de la civilización, con el propósito de vivir un tiempo junto a una tía que no ve desde hace años.
No obstante, el suici...
—¿Qué podría venir en el examen...?— Se preguntaba la Braixen sentada en su cama, movía sus piernas de un lado a otro mientras esperaba a que algo se le pudiese ocurrir, había practicado mucho a decir verdad, era la mejor en su clase en papel y en mente, literalmente, podía levantar objetos relativamente pesados usando únicamente su poder psíquico, quizá el examen podría tratar de esto mismo, levantar cosas pesadas.
La puerta de abajo empezó a sonar de repente, no podrían ser sus padres, puesto que ellos habían salido a la ciudad vecina a hacer unas compras, ¿Malta?... Tampoco, ella todavía estaba en clase, o al menos... faltaban un par de horas para que sus clases terminaran, la puerta siguió sonando y entonces bajó rápidamente, al abrir la puerta se dio cuenta de que era su hermana.
—El profesor enfermó y salimos temprano— Respondió la Delphox cortante
—¿Salimos...?— Se preguntó ella
Al lado de su hermana mayor estaba un gran y corpulento Incineroar, este parecía tener quizá uno o dos años más que la Delphox que tenía agarrada de la cintura.
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—Hola...pequeña— Saludó el mientras acariciaba su cabeza suavemente, cuando dejó de hacerlo, Susan sintió sus gruesas y afiladas garras pasar por cada centímetro de su cabeza.
—Q-¿Quien es el...?— Preguntó la Braixen mientras jugaba con sus dedos para no ver a la pareja directamente
—Es un amigo del curso... ¿Es guapo no?— Dijo su hermana, como presumiendo
Susan lo miró de pies a cabeza, era muy alto, 2 metros quizá, sus fuertes músculos delataban sus muchas horas de ejercicio y a decir verdad, no sabía reconocer si es que era guapo o no, a decir verdad no sabía diferenciar entre alguien guapo o "no tan guapo" pero cuando su hermana mayor decía que alguien era guapo era porque así lo era.
—Mi hermana mayor siempre tiene la razón...— Pensó para si misma — Si... es muy guapo— Susurró
—¿Qué?— Preguntó este entre risas— ¡Dilo más fuerte que no te oigo!— Dijo sin dejar de reírse.
—E-¡Es muy guapo!— Repitió ella nerviosa
—¿Ves?— Contestó su hermana orgullosa— No solo eso niña, además de ser guapo, está en una banda...
—¡La mejor!— Presumió el— Samuel— Dijo mientras le extendía la mano
Susan dudó por un segundo.
—¿Mamá no te enseñó a saludar, mocosa?— Le preguntó su hermana en tono irritado
—S-Susan— Contestó rápidamente dándole la mano, ella sintió un poco de miedo en el apretón, mucho a decir verdad, parecía que un poco más de presión la enorme mano del felino podría hacerle mucho daño, su mano era mucho más grande que la suya, tanto que se la hacía aterradora.
