4. La cafetería

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—Hola...— Saludó tímidamente el felino

—Hola, ¿Eres nuevo en el pueblo? — Preguntó el Magmortar

—Sí, pero creo que... pues, estoy interesado en el letrero

—Ah eso, pasa... — Respondió, entrando a la tienda y sonando tras de sí aquel característico sonido de la campanilla que indicaba la llegada de un nuevo cliente.

Adam le siguió, el Magmortar se había sentado en una de las muchas mesas que había en el local. A decir verdad era un lugar acogedor, parecía un PokeBucks, algo que realmente contrastaba con la estética del pueblo tan rústico. El lugar contaba con gran cantidad de mesas y una barra en el mostrador, lo que le daba un toque minimalista.

—Bien... ¿Compraste una casa o algo? — Preguntó el Magmortar sacando un cigarrillo y comenzando a fumar.

—No... es que, tengo una tía que vive aquí y pues... me dijo que si no encontraba un trabajo no me dejaría quedarme con ella, creo que es un poco intensa, aunque... no la culpo

—Conozco a todos en el pueblo, ¿Quién es tu tía?— Preguntó degustando del tabaco de su cigarrillo

—Um... es una Delphox, se llama Susana

—Oh... ella, de hecho, su florería está al lado de mi cafetería, y... lamento mucho lo de tu prima, la verdad aunque no haya sido muy cercano a ella... creo que es una buena persona, realmente fue una tragedia lo de su hija

—Si, yo también creo que aún está muy dolida por eso... en cuanto al trabajo...

—Es tuyo— Respondió sin más

—Vaya que eso fue rápido, ¿Y de cuánto es la paga?

—Unos 10 pokes la hora

—Básicamente el mínimo

—De hecho, es un poco más del mínimo— Corrigió el Magmortar— Aunque es lo que hay, un empleado mío dejó el trabajo y estamos cortos de personal, así que podrías decidir si hacer tiempo completo o solo medio tiempo.

—Um, por el momento creo que el medio tiempo es más que suficiente, aunque me lo pensaré

—Como una recomendación...—Interrumpió, ya habiendo acabado su cigarrillo— Eres un macho, y creo que deberías apoyar a tu tía en estos momentos tan difíciles para ella, ya sabes...

—Sí, tienes razón, aunque la verdad no soy mucho de trabajar

—Así que eres de esos... bueno, no importa, aquí te formarás

—Sí, eso espero señor...

—Edgar— Volvió a interrumpir el Magmortar— Tu turno empieza mañana, por mi empezarías ahora, pero quiero que le lleves esto a tu tía— Dijo caminando hacia el mostrador

Tomó una tarta de tamaño mediano y escribió en ella, para luego guardarla en una caja blanca para pasteles.

—Dile que lamento mucho lo de su hija, aunque fui al velatorio no pude intercambiar muchas palabras con ella.

—Sí, muchas gracias señor Edgar— Agradeció el felino tomando la caja y estrechando su mano— Mi tía seguro se lo agradecerá

—Eso espero muchacho, no te olvides, mañana a partir de las 3, ni un minuto más ni un minuto menos, tu turno acabará a las 8, así que ven preparado

—No se preocupe señor— Respondió Adam

Salió del lugar, al ver la plaza se dio cuenta de que la Salazzle ya no se encontraba por ninguna parte. 

El sobrino de la Delphox cuya hija se quitó la life.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora