23. Discovery

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La habitación parecía muy pacifica, la casa sin ella en realidad era muy pacifica, pero no en el buen sentido, esta se sentía muerta sin la luz que ella irradiaba, como un pequeño rayo de sol que ingresa a iluminar y llenar de esperanza un lugar en ruinas con su brillante luz.

Susan esperaba... "Ansiosa" a que ella llegara, sin embargo su mirada llena de preocupación no reflejaba esto, hace unos pocos días, de la nada ella simplemente parecía... actuar diferente. Dejaba el plato de comida a la mitad, no hablaba demasiado, pero sobre todo, y esto era lo que más le preocupaba, era que la hermosa sonrisa que tenía a diario había desaparecido por completo.

Sus orejas e movieron de un lado a otro cuando escuchó los débiles y desganados golpes sobre la puerta.

—¡Brujita!— Exclamó ella feliz mientras abría la puerta.

—Hola...— Exclamó Isa con desgano, Susan sintió como algo dentro de ella se quebró al verla así.

Susan abrazó fuertemente a su hija cuando ella ingresó a la casa, se sintió un poco mal al sentir que ella no solo no correspondió el abrazo, sino que ante esto solo reaccionó con un suspiro cargado de molestia.

—H-Hice albóndigas... tus favoritas...— Susurró la Delphox sin despegarse de su pequeña niña

—E-¿En serio?— Preguntó la Braixen con un hilo de esperanza en su voz

—¡Por supuesto! ¡Sabía que eso te iba a hacer sentir mejor!— Celebró feliz la Delphox besando la frente de su hija

La Braixen pareció olfatear algo, Susan estaba tan ensimismada en el momento que pareció no notarlo hasta que ya era demasiado tarde.

—¿No hueles algo como a quemado?— Preguntó la Braixen con notable molestia

Susan rápidamente acudió a la cocina, su sorpresa fue grande al ver cómo la estufa todavía seguía encendida y había quemado por completo las albóndigas. Está rápidamente giró la llave para apagarla, pero el daño ya estaba hecho.

—Puedo jurar que la apagué, en serio...

Susan se dio media vuelta solo para ver cómo su hija la miraba con gran molestia.

—Lo... ¡Lo siento!— Se apresuró a disculparse —¡Te juro que la apagué! Tú sabes que...

—Me voy a mi habitación...— Fue lo único que respondió ella

—¡Espera, brujita! Puedo cocinar de nuevo

—¡No tengo hambre!— Gritó enfurecida la Braixen

—¡Por favor, brujita!— Rogó Susan abrazándola por detrás

—¡No me digas así! ¡Que ya no tengo cinco años!— Respondió Isa empujando fuertemente a su madre, ella cayó al suelo sollozando

El semblante de la Braixen se ablandó al verla así.

—¿Qué te sucede, hija?— Preguntó Susan entre lágrimas

Ella no respondió.

—Por favor, dime... tengo un horrible presentimiento de esto... y sé que cuando tengo ese presentimiento... cosas muy malas están por suceder

La Braixen se puso muy nerviosa cuando su madre dijo esto.

—Nada... no sucede nada...— Respondió ella sin mirarla a los ojos

—Por favor... soy tu madre, ¿Es acaso que no confías en mí?— Preguntó Susan con un hilo de voz

Isa se agarró el pelaje que simulaba un vestido con gran frustración. ¿Cómo le iba a explicar por lo que estaba pasando? Se sentía mal al ver a su madre de esa forma, pero era mejor que ella no supiera nada de esto, porque si lo supiera...

El sobrino de la Delphox cuya hija se quitó la life.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora