32. Poca batería

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—Bien... mmm... en este momento no sabemos quien fue la persona que incendió la iglesia, sus motivos o el porque lo haya hecho. Pero lo que hizo, además de daño al patrimonio del pueblo, también provocó la muerte indirecta del padre Enrique que se encontraba allí cuando todo ocurrió. El departamento de policía de Flamestown...

—Espera, ¿Hay un departamento de policía en el pueblo? — Preguntó Adam en un susurro a la Flareon.

—Sí... solo que casi nunca lo necesitamos— Respondió esta, también en un susurro.

—Mmm— Aclaró su garganta la Armarouge

Los ojos de la multitud de la plaza se posaron en los amigos, especialmente en Adam, quien se sonrojó visiblemente y bajó la mirada. Con notable vergüenza, se apresuró a disculparse en voz baja mientras la Flareon a su lado le ofrecía una mirada tranquilizadora.

—Si, aunque rara vez necesitamos la presencia de nuestro cuerpo de policía...— Continuó la Armarouge, haciendo especial énfasis en esto mientras miraba al aún avergonzado Incineroar— Esta es una ocasión excepcional... el fuego se extendió a una velocidad sorprendente. No hay indicios de que haya sido causado por un accidente, como una corriente eléctrica o un problema con una lámpara. Se inició en el interior de la iglesia, en una ubicación que sugiere un poderoso movimiento de tipo fuego que aún desconocemos. Todo esto apunta a que estamos tratando con un ataque completamente intencionado desde el principio.

Un gran bullicio se desató entre la multitud antes de que la oficial pudiera continuar. Esta tuvo que esperar unos largos e incómodos segundos antes de que la multitud se calmara lo suficiente para poder continuar.

—Hay algunas cosas que quisiera aclarar, primero es que obviamente habrán repercusiones legales por todo esto...— Advirtió en tono amenazante. 

Los murmullos se elevaron nuevamente entre la multitud, muchos con dudas y preocupaciones sobre a qué se refería exactamente.

—Cárcel, en otras palabras— Aclaró con firmeza

Sus palabras provocaron un estallido total de voces en la multitud. La gente comenzó a expresar quejas, hacer preguntas y hablar entre sí, obligando a la Armarouge a alzar la voz para callarlos.

—¡SILENCIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!— Ordenó la oficial en un largo y furioso grito que obligó a todos a taparse los oídos — ¡Muy bien!— Agradeció un segundo después de haber dejado temporalmente sordo a todo Pokémon presente en la plaza— Ahora vam...

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—¡SILENCIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!— Ordenó la oficial en un largo y furioso grito que obligó a todos a taparse los oídos — ¡Muy bien!— Agradeció un segundo después de haber dejado temporalmente sordo a todo Pokémon presente en la plaza— Ahora vamos a escuchar un... "discurso" del alcalde así que por favor os pido que cerréis la puta boca— Pidió con una sonrisa 

El alcalde, que estaba a poco más de un metro de la oficial, se apresuró a tomar el micrófono de sus manos y se colocó en el centro del improvisado escenario para comunicar lo que tenía que decir. Su plumaje desordenado y las grandes ojeras bajo sus ojos reflejaban el gran estrés al que había estado sometido en la última caótica semana. La multitud, ahora en silencio, observaba al Blaziken con atención.

El sobrino de la Delphox cuya hija se quitó la life.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora