6. El alcalde

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—¿Ese es el alcalde?— Preguntó Adam a su tía

—¿Quien?— Preguntó ella también, dejando de comer. 

Todavía tenia unos granos de arroz que se habían pegado al pelaje de su hocico. 

—El Blaziken—  Aclaró

—Um... si, es el— Respondió sin más.

Al momento de intentar tomar la botella de vino la Cinderace se le adelantó y le sirvió un poco de este en una copa. 

—Discúlpeme, señora— Exclamó ella en tono dulce

—Que va... no soy tan vieja, solo dime Susan, como todos en el pueblo— Respondió la Delphox con una pequeña sonrisa.

—Está bien, Susan...— Dijo ella un tanto más confiada— ¿Usted desea también, señor?— Preguntó

Adam sin embargo no pudo escuchar la pregunta. Su mente solo tenia atención para ese apuesto y misterioso Blaziken. 

—Niño, te están hablando— Exclamó la Delphox después de darle una probada a su copa— ¡Vaya! ¡Esto si que está muy bueno!— Dijo con una gran sonrisa— ¿No puedes llamar a ese gallo para felicitarlo en persona?— Le dijo entre risas

—¡Por supuesto!— Respondió la coneja, yendo hacia el

—Es muy guapo y tiene dinero... ¿Por qué no le das una oportunidad?— Interrogó Adam

—Chico, tu tía ya no está en edad para los hombres...

—¿Bromeas?— Le preguntó algo molesto— No hables como si tuvieras 60 años, aún estás joven y bella— Bromeó— En fin, la cosa es que... no me da buena espina ese sujeto, parece que es de los que siempre están observando todo

—Si, es un poco intenso, pero no es mala persona, solo... solo un poco impetuoso, que quiere las cosas rápido y que no entiende un no por respuesta— Respondió, volviendo a degustar de su bebida— Es por eso que... un hombre que quiere las cosas con prisas nunca podrá complacer a una mujer, al menos no a una como tu tía— Respondió, esta vez un poco más seria 

—Hola... querida— Escuchó que dijo una voz detrás suyo

Adam al escucharlo supo perfectamente de quien se trataba.

—Hola, Claudio— Saludó la Delphox— El vino está muy bueno, gracias por el detalle

El Blaziken no dijo ante sus palabras. Sin embargo hizo algo que solo logró hacer desconfiar mas a Adam. Este chasqueó los dedos y la Cinderace fue rápidamente hacia el.

—¿Desea algo, señor?— Preguntó la coneja

—¿Podrías traer una copa y silla adicional, además de... "eso"?— Le preguntó, ordenó más bien

—¡Si!— Respondió la coneja para traer lo que este le pidió exactamente

Puso la silla a la altura de sus pantorrillas, resultándole un poco complicado por su gran diferencia de altura. Trajo consigo también una copa que puso sobre la mesa y algo que le entregó por debajo de esta, como en secreto. Aunque Adam se pudo percatar de esto con total claridad.

—¿Desea algo más, señor?— Preguntó ella

—No... hija, eso sería todo por ahora, sigue con tu rutina— Le dijo, mientras ponía una mano en su hombro.

 hija, eso sería todo por ahora, sigue con tu rutina— Le dijo, mientras ponía una mano en su hombro

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El sobrino de la Delphox cuya hija se quitó la life.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora