Capítulo 1

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Al despertar sentí un dolor de cabeza tremendo, se me partía, miré a mi alrededor y me di cuenta de que en la cama, al lado mío había una persona con los ojos vendados, no es una venda, es una corbata negra de buena calidad, es suave.
El hombre se sobresaltó cuando apoyé mis labios sobre los suyos.
-Hola.. Buen día dormilón, ya te di un besito, tenes que despertarte e irte-sí, demasiado directa.
-¿Qué? ¿Qué pasó? ¿Quién sos? ¡¿Qué hice?! ¡¿Donde estoy?!-se escandalizó.
-Son muchas preguntas, a ver.. Quiero ver tus ojos, no se de que color son.. si tenes pestañas legas.. o cortas..
Acerqué mis manos a su cara y desaté la corbata, nos miramos a los ojos intensamente, ninguno pestañeó, su respiración se aceleró.
-¡VOS!-me señaló mientras elevaba el tono de su voz-¡sos la hija de puta que me hizo cagar a mi ex! !¿Sabes lo que pasó después, no?!
-No sé de que carajo me hablas-elevé mis cejas.
Él agarró su remera y se la puso, después caminó por toda la habitación buscando su ropa interior, estaba nervioso.
-¿No te suena el nombre Diego Domínguez?-me miró de manera tensa, su cara se transformó en una de rechazo.
-Mi ex, sí, ¿qué pasó?-elevé mis cejas, no entendí el "problema".
-Mi mejor amigo... ¿Sabés lo que pasó después del error?-sus ojos se llenaron de lágrimas.
-¿Qué? No sé más de su vida, nos peleamos, nos alejamos y seguí adelante, espero que él haya podido superar, ¡aunque es muy difícil!
-Se suicidó Mariana-serio, se puso pálido e imaginé que yo también me puse pálida, sentí que me había bajado la presión- no me olvidé de tu nombre.. Mariana Espósito, la que me hizo perder a un hermano del alma.. ¡¿Cómo fui tan estúpido?! Y ahora... ¡Otra vez! ¡La puta que lo parió! ¡Amás meterte con personas comprometidas! ¡¿Te gusta arruinar vidas?! ¡Ya arruinaste la de Diego! Y no puede volver a la vida.. Ya pasaron años de eso-su voz se quebró.
No supe que hacer, que decir, lo que me estaba contando era DEMASIADO.
¿Cree que mi ex-su amigo, se suicidó por mi culpa?
-No... No fue nuestra culpa..-me cubrí los pechos con mis brazos, Peter miró hacia otro lado y buscó mi top, me lo devolvió y me lo puse- crees que fue nuestra culpa-lo agarré del brazo y se soltó- no es mi culpa.. no es nuestra culpa, ya pasó, es cosa del pasado.. ¡Diego tenía mil problemas!
-Y lo dejaste... Así y todo lo dejaste-me habló mal.
-No tenía que estar con él sin sentimientos.. Nunca sentí algo por alguien, con Diego me sentía cómoda, merecía algo mejor, no era justo que le saque tiempo de su vida pudiendo estar al lado de una persona que lo llene de amor y lo quiera-tomé aire y solté un suspiro- no soy tan hija de puta como crees, soy humana, y nuestro "desliz" me hizo razonar mucho.. aprender
-¿No te sentís mal por Diego? Le hubieses dicho NO cuando te propuso que seas su novia-esta vez fue Peter quién me tomó del brazo- yo sé todo lo que pasó, bueno, parte de eso.. Me viste en sus redes sociales, te "gusté", nos conocimos en el cumpleaños de él, yo estaba dado vuelta, vos estabas alegre, Diego estaba descompuesto en algún lado del boliche y estuvimos juntos en el baño-elevó sus cejas, no me soltó del brazo- me arrepentí, pero vos me buscaste en cada puta reunión, y después pasó lo que no...-se quedó en pausa, en silencio, su respiración estaba completamente acelerada.
-Te gusté... Te gusté de verdad.. Ahora entiendo porque me culpas de lo que pasó, te sentís culpable porque no solo cogiste conmigo, lo hiciste varias veces.. a escondidas.. de manera clandestina.. y te gusté-lo tomé por la barbilla para que me mire a los ojos-¿te enamoraste de mi Peter?
Su silencio y su mirada penetrante me respondió todo, pero deseaba que me lo dijera, ¡¿porqué?!
-Amor es algo muy fuerte... Y vos no sabrías de eso, vos misma me lo confirmaste contándome que nunca sentiste amor por él... Lo que sí siento es amor por Justina, y esto, lo de ayer, no existió-se terminó de alejar para ponerse sus jeans-¿me abrís?
Caminé hasta la puerta de mi departamento después de ponerle una remera bien larga.
-Bueno, no pienso cobrarte esta sesión de terapia-intenté bromear para hacerlo reír y obtuve todo lo contrario, una tremenda cara de orto combinada con asco y rechazo.
-No puedo crees que seas terapeuta.. ¡pobre tus pacientes!
-¡Te acordas de mi profesión!
-Sí, cuando te conocí eras estudiante de psicología, eras muy buena, la alumna diez y... No sé que hago hablando todavía con vos
-¿Me extrañaste Peter?-elevé mis cejas coqueta y él dejó de mirarme a los ojos.
-¡Olvidé que sos imposible! ¿Podes abrirme la puerta?-entró en un estado de fastidio, busqué las llaves donde siempre estaban y no las vi por ningún lado.
-No sé donde están-fui sincera.
-¡Buscá entonces! ¡¿Donde pueden estar?!
Busqué donde siempre solía dejar las cosas importantes y empezó a sonar un teléfono, el mío no.
-¡Celeste! Yo.. Sí, estoy con resaca, solo salí con los chicos y..-la voz le tembló, un síntoma ocasionado por la culpa-¡no estoy en mi casa! Estoy tomando un café para despertarme bien, en lo del Chino
Peter se puso nervioso y la lengua se le trabó mientras le respondía, por eso en vez de hablar mucho solo se limitó a las respuestas cortas.
-Las encontré-le mostré mi juego de llaves, las había dejado en el cenicero que estaba en el balcón.
-Ok, genial, abrime
-Por favor Lali
-Por favor Mariana-fue sarcástico.
Antes de abrir me puse un pantalón jogging y abrí la primera puerta, tuvimos que bajar juntos en el ascensor ínfimo.
La respiración de Peter se alteró, poco a poco se ahogó, se puso a llorar, y no supe que hacer, que no hacer, yo también entré en pánico.
Lo vi derrumbarse entre mis brazos, percibí su tristeza, su ansiedad, su desesperación.
Lo rodeé con mis brazos queriendo transmitirle calma, pero eso era imposible, él me odiaba.
Me alejé y lo miré decidida a hacer algo
-Toma aire.. y soltalo.. es muy importante la respiración, hacé ese ejercicio, trata de no nublarte con los pensamientos.. relajá tu cuerpo.. cerrá los ojos y..
No sé porque confió en mi, porque me hizo caso, me imitó, a los segundos volvió a la "normalidad", bajamos del ascensor y le abrí la puerta de la planta baja.
-Gracias por lo último..
-No hay de qué, aunque te parezca la persona más forra del planeta tierra sé como volver a tener paz.. es mi trabajo
-¿Te debo algo? No quiero tener deuda con vos..-metió su mano en el bolsillo de su pantalón, agarró un fajo de plata.
-No soy una puta, no.. No lo soy.. No puedo creer que me estes juzgando-me sorprendí.
-¿Cómo no voy a juzgarte? Arruinaste la vida de mi mejor amigo.. BIEN arruinada-iba a ponerse a llorar y le hice señas para que respire- y por poco la mía, pero no... No más Mariana, esto se terminó acá, ¡chau!
Me saludó con la mano y se fue, lo vi alejarse y sentí una especie de presión en el pecho, algo raro, ¿qué?
En mi cabeza se me repitió una y otra vez su ataque de pánico, porque sí, había sido un ataque de pánico, y tenía que ser tratado, Peter iba a tener que soportarme, después de todo, según él soy gran parte de lo que por hoy es, no va a tener que pagarme por eso, porque en teoría "se lo debo".
Busqué mi teléfono y encontré un mensaje de su amigo el Chino, mi nuevo aliado, su amigo no quiere que Peter se case, seguro va a darme su número.
-Hola-lo saludé con simpatía- soy Lali, Peter ya se fue y olvidé pedirle su número, ¿me lo pasas?-lo anoté con lapicera en una de mis agendas, donde tenía mil horarios distintos, miles de pacientes- ¡genial! ¡Gracias!
Conseguir el número de celular de Peter, ¡listo!

Mi karma mi caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora