Capítulo 16

307 35 6
                                    

Embarazada, mis ojos se abrieron ampliamente después de que me hiciera el test, aparentemente llevaba con el bombo entre dos y tres semanas.
¿Cuándo? Me quedé pensativa... Hubieron muchas oportunidades para que terminara así, creí que nada podía pasar, pero como esta historia se trata de mi karma acá estoy... Mirando un palito de plástico con una pantalla digital.
No supe que hacer, a quién hablarle, no podía confiar en nadie.. ¿Eugenia? ¡Iba a cagarme a pedos! ¿Candela? También iba a cagarme a pedos.
La única persona que puede guardar este secreto soy yo misma.
Terminé de prepararme un tostado para desayunar y noté que en mi departamento las cortinas estaban cerradas y no entraban luz, por eso las abrí, el clima era uno que inspiraba tristeza.
Agarré un libro e intenté distraerme, era una novela cliché y rosa, miré la portada y no era mío, seguro se lo había olvidado Candela.
Prendí la tele y dejé de fondo un capítulo de Friends, estaban emitiendo el primero de todos, Rachel el personaje de Jennifer Aniston llegó al café donde los protagonistas se reúnen siempre, vestida de novia, sí, se convirtió en una novia fugitiva.
Me hice la imagen mental de Peter siendo un novio fugitivo, todo de traje, entrando a mi consultorio dispuesto a jugársela... ¿Realmente deseaba eso? ¿Qué alguien se la juegue por mi? Si no soy el partido ideal para nadie, soy la chica de turno, siempre tuve que haberme quedado con ese título.
Busqué destinos para irme de viaje sola, tal vez era una idea muy precipitada, pero si me quedaba acá iba a volverme loca, no iba a estar bueno para lo que queda de mi salud mental.
Lo segundo que hice fue sacar un turno en la clínica para ver como estaba mi embaraza, si todo marchaba bien o mal, era una completa locura tener otro ser viviente en mi interior, no podía hacerme a la idea.
Traté de comer sano, hice gimnasia, bueno, di varias vueltas por la plaza más cercana y medité, me aislé nuevamente de todo, hasta que llegó EL día.
Estacioné el auto en la puerta de la clínica y me registré, nerviosa caminé por el pasillo más de veinte veces hasta que escuché mi nombre.
-Hola...-saludé intimidada, el obstetra me saludó educadamente- vengo a ver si todo esta bien..
-Hola Mariana, ahora vemos si se ve algo, antes voy a hacerte un cuestionario, ¿cómo te estuviste sintiendo?
-Bien... Bueno, con algunas nauseas, pero creí que eran por nervios o estrés, no creí que era por otra cosa-me sinceré.
-Pudo haber sido por alguno de todos esos motivos-suspiró- por cierto soy Gastón
-Gastón, un gusto, podes decirme Lali
-Ok Lali, vamos a ver a tu bebé
Vi como la pantalla del ecógrafo se encendía, Gastón me pasó gel por la panza y después "buscó" a mi bebé sin dejar de pasarme la máquina.
-Ahí esta-me lo señalo- veamos...-siguió evaluando la situación- está bien, estas de unas dos semanas tirando a tres me atrevería a decirte, pero esta sanito
Suspiré aliviada.
-Es la primera vez que... Nunca tuve un bebé antes-se me llenaron los ojos de lágrimas.
¿Sería una buena idea seguir con esto hacia adelante? Yo era el caos personificado, el peor ejemplo del mundo, e iba a tener un bebé... Una pobre criatura que seguro me odiaría, yo le daría vergüenza.
-¿Estas bien?-Gastón me notó perdida y asentí.
-Solo es la emoción yo...
-¿Sos mamá soltera?
-Sí... No lo sé, la verdad no tengo idea.. Mejor pienso en el ahora, en el presente-esbocé una pequeña sonrisa para hacer como que todo estaba en orden- gracias por tu atención
Obviamente le conté acerca de mi depresión, me recomendó no dejar terapia, y que le lleve mis estudios a mi psiquiatra, algunos fármacos no estaban recomendados para embarazadas, así que tendría que tener mucho más cuidado, no solo con eso, con todo, nada de estrés, cuidarme con las comidas, cuidarme en todo.
Volví a mi auto y encendí la música, antes de acelerar revisé mi teléfono celular.
Leí en la pantalla el "¿Podemos hablar?"de Peter, y no le respondí, tenía que seguir adelante, la vida continuaba, y siempre odié depender de alguien, éste no va a ser el caso, él tiene que rehacer su vida.
Ignoré los siguientes mensajes y las siguientes llamadas, ya para el Viernes tomé una decisión drástica: visitar a mis tías que vivían en el campo familiar.

-Hola-saludé a mis tías Juana y María Luján que estaban cocinando en la cocina rústica.
-¡Hola chiquita!-Juana me recibió con los brazos abiertos y la abracé-¿qué haces por acá?
-¿Me puedo quedar un tiempo? Unos días.. Hace mucho no tengo vacaciones, me la paso atendiendo pacientes-mentí.
-Claro, así nos ponemos al día-Marilú (mix de María y Luján obviamente) esbozó una pequeña sonrisa-¿nos ayudas con el pan?
-¡Cómo en los viejos tiempos!-asentí.
Lavé mis manos y las vi amasar el pan, después les presté atención, con la masa hacían formitas, quedó hecha una trenza grande.
-Pan en trenza, como el que comías con tu mamá en tu infancia
Hice un esfuerzo por recordar eso y no lo encontré en los archivos de mi mente... Gran parte de mi infancia la había bloqueado, porque había sido una infancia de mierda.
-Genial, como en los malditos viejos tiempos-solté con ironía pero mis tías ni lo registraron, se pusieron a hablar entre ellas olvidando que tenían mi visita.
-Las ayudo con el resto de la cocina-avisé y me indicaron que cosa cocinar.
El aroma a guiso estaba dándome mucho hambre.
-¡Eso es para la noche!-Juana me retó, no me permitió ni probarlo con la cuchara-¡¿tu mamá no te enseñó a no comer fuera de horario?! No te olvides de la familia que vinimos, nunca nos sobro nada, se come solo en la hora de la comida
Y así sí me vino un recuerdo... Mi mamá me agarraba de la oreja y me pegaba en la mano para que no coma antes de tiempo, porque sí, a veces teníamos comida y a veces no.
-Sí tía-terminé asintiendo con la cabeza- gracias por permitirme quedarme
-Vos harías lo mismo por nosotras-Marilú me guiñó un ojo y le sonreí- ¡ahora ayudame con la recolección de huevos!
-¡Ya voy!-caminé hacia la puerta que estaba abierta, me alejé de la casita y entré al área de la granja.

El despertador de mi celular sonó fuertemente, lo apagué lo más rápido que pude.
¿Había dejado programada la alarma? ¡¿Porqué?!Miré la pantalla y no era la alarma, era una llamada perdida de Peter.
Le devolví la llamada en un ataque de impulsividad y cuando iba a cortar me atendió, su respiración estaba acelerada, nos quedamos en silencio, alguno iba a tener que romperlo.
-¿Donde estas Lali?
-Tomando aire... Desconectando.. Sola.. y..-una ola de angustia me hizo sentirme mal, otra vez apareció la famosa y fea presión en el pecho-¿te casaste?-cambié de tema.
-No... No todavía... No sé como seguir-suspiró, percibí su nerviosismo porque le costaba hablarme- no sé como seguir porque no sé donde estas, tengo la intuición de que hay algo que me estas ocultando, rarísimo que te hayas desaparecido de la "nada", ¡justo VOS! La persona que si quiere puede llevarse el mundo puesto...
-Ya no quiero ser más esa persona Peter-se me quebró la voz- no es que las cosas no me importan.. ¡me importan! ¡Y en buena hora me di cuenta de eso! Justo cuando todo es un reverendo caos
Quería llorar, pero no pensaba hacerlo al teléfono, no quería que Peter me escuche hacerlo.
-Sé que sos mucho más... Lo sé La..-mi apodo saliendo de sus labios me traía calma, una que hace varios días no tenía- Lali necesito que nos veamos.. Antes de que.. Antes de que decida algo
-Peter, ya arrasé en tu mundo como un fenómeno climático que destruye todo... Ahora tenes una "tregua", podes ser feliz... Podes hacer feliz..
-¡¿Y qué si vos sos la persona a la que quiero ser feliz?!
-¡¿Estas jugando conmigo?!- molesté-¡no digas esas cosas! ¡No merezco el cariño de nadie, nadie!
Estaba enojada con todo.. Pero sobretodo conmigo.
-¡No estoy jugando con vos Lali! Estoy siendo transparente, cien por ciento transparente... Quiero ver si..
-El "ver si" ya lo pusimos en práctica en Tokyo, ¡esa es la realidad Peter! Vos tenías un plan principal... yo... tenía uno, pero fue un error.. Lo nuestro fue un error, desde el día uno en el que nos acercamos
-¡Hablando de cobardes! Yo soy un cobarde, ¡pero vos también Lali! ¡¿Donde estas?! Te escapaste... La psicóloga no esta poniendo en práctica sus propios consejos...
-¡No me digas esas cosas! ¡Ya estoy pasando por mucho Peter! ¡No tenes idea de todo lo que tengo en la cabeza! Tarde o temprano voy a estallar... Siento que voy a estallar..-y me puse a llorar, se escuchó mi llanto y me tapé la boca con la mano molesta.
-Lali... Necesito verte, necesito verte para darte un abrazo y corroborar de que a pesar de todo estas bien, ¿podemos?-insistió y me quedé estática.
¿Sí o no?

Mi karma mi caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora