Capítulo 25

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Llegamos a la Capital por la madrugada,habíamos aprovechado el tiempo que nos quedaba en el campo, para después de horas en auto volver a mi departamento, lo primero que hice fue meterme en la cama, finalmente a la mañana siguiente, después de dormir encendí mi teléfono celular, me animé, vi memes, debates acerca de lo que había pasado y palabras lastimosas, no voy a negarlo, me dolieron, sufrí al revivir la realidad.
-Hola-saludé a Celeste con mejor humor-¿cómo estas?
-Bien, ¿vos Lali? ¿Te despejaste algo?
-Sí... Volví y quiero ir hacia adelante, no pasármelo mirando hacia atrás-tomé aire y solté un suspiro- ya le escribí a los pacientes que todavía me tienen fe, pensé en darles un descuento pero eso sería no valorar mi trabajo, rebajarme, no estaría tomándome enserio a mi misma, y sé que mi tiempo vale
-¡Está muy bueno que te hayas dado cuenta de eso! Yo te lo hubiese marcado, lo de que tu tiempo y tu trabajo valen-elevó sus cejas- no pierdas la fe en vos misma, tus pacientes pueden confiar en vos pero necesitas vos confiar en vos.. ¡y sé que en tu interior lo sabes!
-Lo sé solo tengo miedo... Pero, ¿qué clase de mamá sería si no lucho e intento enfrentar mis miedos? Sé que no voy a ser ejemplo de nada, y no está mal no ser ejemplo de algo, soy humana, solo quiero ser... Quiero ser una persona que esté para su hijo o hija.. y que también esté para el hombre maravilloso que no me dejó de lado, que está más unido a mi que nunca
Mis ojos se llenaron de lágrimas por la emoción y Celeste me pasó una caja de pañuelos descartables, sus ojos también se volvieron cristalinos.
-¡Te enamoraste! !¿Te animaste a decírselo?!-se ilusionó, perdió de vista el que estábamos en mi sesión de terapia, pero esta vez no me importó.
-Algo así... Decirle de decirle que estoy enamorada no... Pero..-me puse nerviosa-¡estoy enamorada!-lo dije en voz alta y me reí como una estúpida- sí estoy enamorada, ¡él es de lo más lindo que me pasó en el último tiempo-continué llorando- y muchas veces no puedo creer el que a pesar de todo me elija y no me haya metido una patada en el culo
-Ese no sería Peter-Celeste esbozó una pequeña sonrisa- podes decírselo cuando te sientas segura, ahora tenes muchas otras cosas por resolver, pero cuando te nazca podes decírselo, no va a tenerte miedo eh-corrió algunas de las lágrimas que se cayeron por mis mejillas con una de sus manos- ¡qué sensible que andamos por acá!
Me reí.
-Las hormonas... Esto también es muy nuevo, la Lali que era en el pasado no lloraba... Pocas veces lloraba, intentaba ser fuerte.. No quería mostrar sus debilidades, no quería ser vulnerable-suspiré- dejando de lado esto que es obvio, ¡justamente por mi estado! Ahora quiero hablarte de la Lali no hormonal, no sé como estaría ella ahora mismo.. Si se estaría animando a dejar parte de ese personaje atrás, si se estaría abriendo a los demás desde el lado afectivo... Me estuve haciendo mucho esta pregunta en el último tiempo, y tengo miedo de que mi respuesta sea egoísta, que sea fea, y que carezca de amor...
-Lali-Celeste chasqueó sus dedos frente a mi- estas hablando esto conmigo, la Lali del pasado no estaría haciendo esto, está bien que estás más sensible por estar embarazada, pero vos sos la que esta eligiendo abrirse conmigo, y que te preocupes por tu respuesta me demuestra que Peter sí te preocupa, tu futuro sí te preocupa... y sí, no sos un ente sin sentimientos, sentís amor.. Acabas de hablarme de amor, ¡¿estas siendo consciente de esto?!-elevó sus cejas y algo en mi cabeza me hizo "click".
-No...-negué emocionada- no estaba siendo consciente de eso hasta que me lo dijiste
La ola de sensaciones que sentí cuando Peter pasó a buscarme a terapia y besó tiernamente mis labios me dejó en shock, no pude evitar sonreírle, ni sabiendo que frente a nosotros estaba su hermana.
-Hola Pit-Celeste le dio un abrazo y besó su mejilla- te veo... Te veo mejor-se sinceró, acto seguido sonrió cuando él le sonrió- todos te extrañamos... Aunque no lo creas
-Vine a buscar a Lali, no a hablar con su terapeuta
-¡Si sabes que te estoy hablando como tu hermana Juan Pedro Lanzani-Celeste lo retó y ambos se rieron- es verdad, yo le daría unos días más para hablar con ellos
-¿Crees que solo unos días más?-Peter la miró a los ojos.
-Creo que sí..-Celeste lo abrazó nuevamente y después hizo lo mismo conmigo, eso también me shockeo, ¿me aceptaría finalmente?
-Nos vemos-él la saludó y me hizo señas para que nos fuéramos.
En el asiento del auto recosté mi cabeza, necesitaba procesar todo lo de recién, todo lo de mi sesión de terapia, y sobretodo lo que hablé con Celeste desde el lado personas que no son profesional y paciente, personas que tienen cosas en común: querer el bienestar de Peter, quererlo, querer cuidarlo.

Pasé por una cafetería y me di un gusto, elegí cinco macarons de sabores distintos para comérmelos antes de atender a mi primera paciente.
-Hola-la saludé con timidez, no sabía con que cara mirarla.
-¡Hola Lali! Creí que no me querías entender más-me hizo un reclamo-¿podemos empezar?
-¡Podemos empezar!-me sorprendió mucho que no se haya detenido a pensar en mis polémicas, solo quiso que la escuche y trabajar en su problema, dejando de lado el mío.
Después de saludarlo sonreí para mi misma, no había estado nada mal mi primer momento volviendo a la "normalidad".
Atendí a otro paciente, esta vez uno que solía tener inconvenientes con las mujeres en el sentido de que es un "casanova serial", eso me hizo ruido, el que podía desubicarse.
-Lali Lalita-y sí, tuve razón, se hizo el galancito conmigo-¿cómo estas? Te traje un ramito de flores por tu vuelta al trabajo, obviamente no vi ninguna de tus fotos, quería comentarte que estoy muy feliz de retomar mi terapia con vos, es más, si tenes otros espacios podemos juntaros a hablar.. tener una cita.. terapéutica
Esta mierda de que creé que puede coquetearme y desubicarse conmigo, no respetarme como profesional es obra exclusivamente mía, harta lo fulminé con la mirada.
-Tengo pareja, y no hables de cosas que no tengan que ver con vos, sino voy a tener que derivarte a otro profesional, y sería una lástima porque todo lo que trabajamos en terapia fue importante para tu vida-me crucé de brazos seria.
La sonrisita que se estaba asomando en sus labios se congeló y volvió a ponerse serio.
-¿Estas saliendo con tu amante?
Fue la gota que "rebalso" el vaso para que estalle, iba a pegar un grito pero conté hasta diez cerrando mis ojos, al abrirlos le sonreí como si nada.
-¿Te importa? Me parece que voy a derivarte
-Solo pregunté..
-¡No! ¡Vos te desubicaste! ¡No soy un chiste de persona! ¡Soy una profesional de la salud mental!
-Tu salud mental está fallándote, ¡no podes derivarme solo porque no sos capaz de recibir halagos! Te los dije como algo lindo, ¡tenes que estar orgullosa de tener EL culo! ¡Alto culo!
Otra vez conté hasta diez, mi respiración se inquietó.
-Bueno, nos vemos la próxima-dije por decir, ni en pedo pensaba en volver a ser su terapeuta.
-¡Tenes mi número!-guiñó uno de sus ojos antes de dejarme sola.
Cerré de un portazo la puerta de mi consultorio e intenté calmarme, tranquilizarme.
No tengo que perder mi profesionalismo, no tengo que dejar que las emociones hagan que me desborde, que no pueda manejar cualquier situación, porque sí, quiero enfrentarlos, quiero liberarme finalmente de toda la mierda que no me deja vivir en paz.
Pasé por la empresa para buscarlo a Peter a su oficina y las miradas de los trabajadores me intimidó, pero esta vez, en vez de ser de total desprecio eran de curiosidad, yo no era bienvenida, pero tampoco apedreada, no parecía que fueran a tirarme piedras para desterrarme.
-Hola La-los ojitos de Peter se iluminaron al verme-¡que sorpresa! No te esperaba acá-me sonrió y metió su mano debajo de mi blusa para acariciar mi pancita, yo también le sonreí.
Lo besé con delicadeza sosteniendo su cara entre mis manos.
-Estas hermosa-me halagó y elevé mis cejas-¡siempre soy sincero!
-¡Vos sos lindo!-me reí mientras lo abrazaba fuertemente.
La puerta no sonó, nadie la tocó para ver si Peter estaba desocupado, simplemente la abrieron y el Chino esbozó una pequeña sonrisa.
-Hola Lali
-¿Vos no me odias?
-Nunca te odié, solo hice lo que...-se guardó al silencio y suspiró- no quise hacerlo.. ¿Aceptas incorporarte a la empresa? Todavía no incorporamos a la gente que estábamos buscando
-Yo...-me quedé pensativa- no quiero involucrarme en algo laboral con ustedes, no quiero trabajar con Peter..-él se quedó extrañado- ni vos Chino
-¿Es porque te despedí? ¡No quise hacerlo Lali! Yo nunca...
-¿Porqué no queres trabajar conmigo?-Peter me interrumpió.
-No quiero mezclar lo sentimental con lo laboral
-Lo sentimental con lo laboral-Peter parecía estar feliz de escuchar eso.
-¿Entonces tu respuesta es un "no"?-el Chino me miró y negué con la cabeza.
-No... y no se trata de algo personal con vos, nada de eso, pienso dejar eso en el pasado
-¿No pensas hacerme la cruz?
-No-negué y todos nos reímos- al fin y al cabo vos fuiste nuestro "celestino"-le hablé al oído al abrazarlo- tenías razón, él no era feliz, pero yo tampoco lo era y ahora..
-Lo sos-me sonrió también feliz.
-¿Qué le dijiste al oído?-Peter saltó y me reí en su cara.
-Nada de lo cual tengas que preocuparte mi amor-disfruté mucho de ver como su carita se transformaba cuando lo llamaba así-¿puedo llevármelo Chino? Hoy tenemos una reserva para cenar
-No tenemos ninguna..-Peter se calló.
-¡Sos boludo! Tenías que decir que sí-le di una palmadita en el hombro provocando la risa de su amigo el Chino.
-Vayan-nos sonrió y lo saludamos.
-¿No vamos a cenar?-Peter se hizo el boludo.
-¡Sí! ¡Vamos a ir a cenar! Lo que hagamos después es otra cosa, por ahora en mi lista solo está comer, ¡muero por el postre!
-No te mueras La la land
-Tonto-le robé un besito- vamos a comer
-¿"Comer"?
-¡Comer de verdad!-asentí divertida.
Él me robó otro besito y antes de ir a un bar restaurante caminamos bastante, más tarde, al sentarnos en una mesa sentí varias miradas en mi espalda, pero las ignoré, quería seguir adelante, quería salir de la oscuridad, quería que mi vida volviera a tener luz, ser luz.

Mi karma mi caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora