Cuando lo pancita se asomó todo lo que creí que era un drama se opacó, nunca sentí una emoción tan grande como ahora, me la acaricio de a ratos, muchas veces inconscientemente.
-¿Lista para ir al campo? No al de las locas-Peter elevó sus cejas y me hizo reír.
-¿Nada de tías?
-Nada de tías, ni tuyas ni mías-dejó un besito en mi frente y le sonreí.
Peter terminó de guardas bolsos míos en el baúl y nos subimos al auto, pusimos música, clásicos del rock nacional.
Tuvimos que estar siete horas arriba del auto hasta llegar a Villa Ventana, un pueblito chiquito cerca de Sierra de la ventana, el cual es más amplio y tiene casinos, todas esas cosas que no me interesan.
Al llegar estiré todo mi cuerpo, en especial mis piernas.
El aroma a pasto mojado me trajo uno de los pocos recuerdos lindos de mi infancia, cuando iba al campo de mis tías y jugaba sola, me mezclaba entre la naturaleza y todo era una aventura, desde perseguir a las libres para intentar acariciar alguna hasta embarrarme los pies, saltar en esos charcos llenos de barro después de la lluvia.
Cómo una nena salté en un charco logrando ensuciar la ropa de Peter que me miró con cara maligna, sin dudarlo terminamos corriendo en círculos, él agarró barro con la mano y me lo lanzó, nos reímos mucho, lo miré a los ojos cruzándonos de brazo.
-Suerte con que ahora nos entreguen las llaves de la casita alquilada-me burlé divertida.
-Van a dármelas igual-no perdió la esperanza.
Caminamos hasta la casa que habíamos alquilado y cuando el dueño nos vio sucios dudó mucho en darnos las llaves, le prometimos que íbamos a limpiar todo.
-¡Viste! Me dieron las llaves-celebró Peter estirando sus brazos hacia arriba.
-Bueno, vamos a bajar las cosas, quiero darme un baño
-¿Qué gané?-insistió y elevé mis cejas.
-Una ducha conmigo, ¿feliz?
-Obvio que feliz-no me hizo un drama por ese "premio" tan sencillo.
Nos metimos en la ducha y le lavé el pelo, estaba sucio con barro seco, él me imitó y me dio algún que otro beso caliente.
-Acá no, quiero cuidar el agua-lo miré a los ojos y asintió.
Cerré la ducha y fuimos directo a la cama, me subí encima suyo y mis besos comenzaron por su cuello, disfruté el escuchar su respiración acelerada, agitada y eso solo me hizo querer más, ¡ansiar más!
Siempre me creí una persona intensa en todos los aspectos y sentidos posibles, pero realmente no era ni un tercio de eso como cuando conectaba con Peter.
-¿Estoy siendo muy cargosa?-me preocupó y él negó con la cabeza.
-Me gusta esta nueva Lali, la cargosa-sus ojitos brillaron y mi boca se quedó abierta, me perdí en él, en su mirada hermosa-vas a tragarte una mosca
-¡Callate estúpido!-lo besé otra vez abrazando su cuello.
No sé cuanto tiempo estuvimos "jugando" al encuentro y desencuentro, solo sé que cuando terminamos estaba lloviendo, así que nos quedamos almorzando fideos con queso en la casita hasta que salió el sol.
-¡Qué no se te ocurra embarrarme!-Peter me miró fijo.
-No... Ya no..-elevé mis cejas molestándolo y suspiró.
-¿Me lo prometes?-estiró su brazo para darnos la mano.
Su pregunta fue una simple, pero me hizo ruido, me hizo pensar en profundidad... Si le digo que lo prometo.. ¿Va a creerme o ya perdí mi credibilidad?
-Sí, te lo prometo
Él esbozó una pequeña sonrisa y me abrazó, después volvimos a caminar en el medio del campo, esquivando los charcos.Me dormí una siesta porque el cansancio me "atacó", y cuando abrí mis ojos fue porque Peter quería que me despierte.
El cielo estaba naranja... ¡todo de color naranja! Parecía una postal digna de la película El rey león, parecía un sueño, un sueño de los lindos.
Tomé aire y lo solté, sentí un cosquilleo en la panza especial cuando Peter besó una de mis mejillas y entrelazó sus manos con las mías.
Sí, esto para mi era un sueño... La paz.. El lugar.. mi compañía, tenía compañía, y una que me cuida y me quiere.
No hablé, me quedé en silencio mirándolo de reojo, él se quedó contemplando el atardecer y después me preparó un té.
Nos sentamos en las hamacas y nos hamacamos otra vez jugando a ser dos nenes, dos nenes que son amigos desde hace años, dos nenes que aún mantienen la inocencia intacta, y aunque estamos muy lejos de eso por tan solo un momento me lo creí, pude olvidar lo que hice, lo que pasó y mi pasado.Segundo día en el paraíso y con Peter tomamos mate cocido con galletas marineras de una panadería del pueblo, escuchamos a los pájaros, el ruido de los insectos y el de las vacas.. Gallinas.. y vaya a saber que otros animales más.
-¿Te animas a montar un caballo? Bueno, igual no sé, mejor no, porque estas..
-Embarazada, no se si es lo "correcto", ¡pero me muero por acariciar uno!-elevé mis cejas y Peter me sonrió.
Caminamos bastante hasta el lugar donde organizaban las cabalgatas, habían seis caballos y todos eran distintos, marrones, marrones con manchas blancas, blancos, algunos con un marrón más rubio y clarito.
Acariciar su carita y besársela me hizo feliz, cuando estaba por dar media vuelta para darle atención a otro caballo el que estaba conmigo me buscó para que siguiera mimándolo.
Vi a Peter darle pasto con la mano a otro caballo, y tuve un pensamiento que nada que ver, si así de lindo era con un animal... ¿Sería así de lindo con un hijo?
-Ahí está el potrillo-el gaucho que hacía las cabalgatas nos señaló a un caballito chiquito que estaba con su mamá, la ternura me puso emocional- no se acerquen, su mamá lo cuida mucho
Asentimos con la cabeza y embobada vi como el potrillo la buscaba a su mamá en todo momento, hasta cuando se alejaba.
-Madraza, ¿no?-Peter se dio cuenta de que me había ido, asentí con la cabeza y le sonreí- ya te visualicé así...
-¿Crees que voy a ser una madraza? Vos vas a ser un padrazo-le acaricié la cara con delicadeza.
-Mejor no nos adelantemos al futuro, pero igual sí creo en eso, en que vas a ser una madraza-no se pudo contener, me hizo sonreír.
Lo agarré de la mano y también le agradecí al gaucho por dejarnos pasar un rato en el lugar, con Peter caminamos hasta llegar a nuestro "hogar" momentáneo, estar en el medio del campo para él era una experiencia nueva y a mi me divertía mucho mostrarme como solía divertirme en esta clase de lugares.Tercer día y último entero en el paraíso, no quería volver, pero hay cosas que tengo que enfrentar, ya recargué un montón de buena energía, buenas vibras.
Ayudé a Peter con el asado del mediodía, busqué pasto seco, ramitas y hojas, me enseñó la técnica para que salga bien el fuego.
Terminó poniéndose en cuero y mis ojos no daban más, lo escaneaban una y otra vez.
-¿Me pasas la carne?
-Sí-dejé se babearme y se la di.
-Somos un buen equipo-me sonrió después de que esté todo listo, la mesa para dos había quedado genial, abajo de un árbol que nos daba sombra-¿y?-esperó a mi veredicto.
-La carne esta muy buena, pero mi ensalada de papa huevo y mayonesa la rompe toda-lo molesté.
-Claro..-también se encargó de fastidiarme a mi.
Comimos y jugamos a las cartas, comimos, dormimos una siesta y así hasta la noche, comimos las sobras del mediodía.
-¿Tenes mucho frío?-Peter se preocupó, lo abracé hacia mi.
-Un poquito, pero estoy entrando en calor..-hundí mi cara debajo de su cuello.
Su corazón estaba haciéndose notar demasiado, y sentirlo, escucharlo me trajo paz... Calma.. Mucha calma...
Salí de mi "escondite" para no perder la oportunidad de mirarlo a los ojos.
-Peter yo...-¿porqué me agarró tanta timidez?- gracias por todo... gracias por elegirme a mi y traerme acá para desconectarnos del caos, pero esto que está pasando se que se trata de mi karma, mi caos.. y tengo que enfrentarlo.. quiero enfrentarlo, pienso hacerlo-suspiré y asentí con la cabeza, capté toda su atención, estaba desconcertado- gracias por cuidarme desde el segundo cero, no dudaste en hacerlo, y eso para mi habla del hermoso ser humano que sos-me emocioné, la voz se me quebró- y quiero.. Quiero ser tan valiente como vos mi amor, quiero estar a la par... quiero luchar por salir adelante, ¡lo quiero todo! Lo quiero todo juntos...
Los ojos de Peter se desbordaron de tantas lágrimas, terminamos igual de emocionados.
-Me llamaste mi amor...-sonrió, su sonrisa genuina y natural me hizo sentir un calorcito suave en el pecho.
-Sos mi amor... Sos amor..-agregué- y quiero entregarte hasta todo lo que no tengo y se que voy a sentir.. Sé que me haces bien.. y sé que quiero hacerte bien, esta vez no quiero soltarte la mano.. No quiero... No quiero Peter-negué con la cabeza.
Él descansó su frente en la mía sin dejar de mirar mis ojos, por primera vez eso no me intimidó ni un poco, sentí que sí estaba lista para corresponderle.
ESTÁS LEYENDO
Mi karma mi caos
FanfictionLali es una persona irresponsable, nómade, nunca duerme más de tres semanas en un mismo lugar, es egoísta y carece de responsabilidad afectiva, en resumen: es un caos andante. Su vida va a verse afectada por sus propias acciones, y su belleza no va...