Mi karma mi caos

Capítulo 14

Hay relaciones que son enfermizas, tóxicas, nunca creí que mi relación con Peter de fuera a transformar en eso, parecía tan sana, desinteresada.. Normal.
Pero resultó ser una relación más, Peter para librarse de su deber me mandó al frente a mi, y eso hizo que cualquier persona tuviera la posibilidad de golpearme a través de las palabras, palabras que son fuertes, que duelen... ¿Lo que más me desconcierta? Sentir una presión en el pecho que me angustia, me hace querer llorar.
Me siento rara, no sé porque siento como si alguien me hubiese traicionado, en mi cabeza no puedo dejar de pensar que él tal vez sí hizo todo esto para "sacarme la careta" y dejarme en bolas, vulnerable, para que yo aprenda la "lección" de no volver a jugar con las personas.
Merezco todo este odio, merezco toda esta mierda.
Eugenia me mandó a terapia, y cuando fui no supe con que cara mirarla a Celeste, la hermanastra de Peter y mi terapeuta.
-¿Todo lo que hablamos queda acá?-dudé y ella asintió con la cabeza.
-Soy profesional Lali, no pienso mencionarte cosas que no quieras hablar conmigo, este es tu espacio, podes ser vos conmigo, y no voy a juzgarte-me miró firmemente a los ojos.
-Gracias por eso... ¿Por donde empezar?-cerré mis ojos y traté de conectar con todo lo sucedido recientemente, y no solo con eso, también con el pasado- con Euge siempre hablamos de mi infancia, no me gusta tocar ese tema, trato de esquivarlo... Mi mamá fue una mujer a la que nunca pude llamar mamá.. Ella no me lo permitía, y a mi tampoco me nacía-solté un suspiro-vivimos tiempos difíciles, lo más horrible es que no conocí la sensación cálida y linda del sentirte protegida... Siempre fui yo, y mis tías... Mis tías que tampoco son muy atentas que digamos, y crecí.. Me recibí, quería ayudar a las personas que se encontraban perdidas.. Tanto como yo.. Pero es una tontería, ¿no?-me reí con ironía- sigo perdida, no soy ningún buen ejemplo, mi vida es un caos y hoy estoy acá con ganas de llorar.. nunca fui de llorar, hace años no lloraba y en este último tiempo empezó a pasar... lloro mucho, me volví una llorona-la voz se me quebró- merezco toda esta mierda
Abrí mis ojos.
-Nadie ni nada es perfecto... Eso lo sabes Lali-elevó sus cejas- no mereces mierda.. Sos una simple mortal que se equivocó, se equivocó mucho, pero ahora te veo.. y se nota que estas apenada... estas sufriendo.. en tu pasado sufriste mucho y seguís haciéndolo, la vida no es un constante sufrimiento.. Vas a estar bien, ¡agradezco tanto el que hayas vuelto a buscarme! No por mi, por vos... Porque necesitabas esto, poder hablar sin ser juzgada, vos sacá todo lo que tengas adentro tuyo, no te "censures"
-Nunca supe que era el amor... solo el cariño... y por muy pocas personas, y ahora me siento "desnuda", dejé de estar a la defensiva y mis murallas internas se derrumbaron.. Entró el caballo de Troya, no lo imaginé
-¿Estas citando historias antiguas y frases simbólicas para dejarme bien en claro lo que sentiste?-Celeste esbozó una pequeña sonrisa.
-¡Con lo que me cuesta estar hablando de esto! ¡Encima me jodes!-me fastidié.
-No lo decía como algo malo, es un buen comienzo que quieras expresarte.. Y Lali, podes contar conmigo.. siempre que necesites hablar con alguien o entres en crisis tenes mi número
Por primera vez en la vida no lo interpreté como "sabes mi número, me llamas y cogemos".
Me reí para mi misma y eso llamó la atención de Celeste.
-Nada.. Cositas mías-solté un suspiro y asentí con la cabeza- gracias por escucharme-busqué mi billetera y le pagué, ella no quiso aceptarlo- ¡trabajo es trabajo!-la reté-¡no seas boluda!
-No.. Esta sesión va por mi cuenta... En realidad..-hizo una pausa- por cuenta de otra persona, su nombre empieza por P y termina con Eter 
¡¿Qué?!
Sentí un cosquilleo en mi interior, ¿Peter había pagado mi sesión?
-Le importas Lali, ¡y no pienso seguir hablando! No es mi tema meterme en algo que no me corresponde-se puso nerviosa- te acompaño a la puerta
Caminamos después de abandonar el consultorio, bajamos por el ascensor y me abrió la puerta principal.
-Gracias..-se me formó una pequeña sonrisa.
-Nos vemos Lali-me saludó con la mano.

Llegué a mi departamento y el desorden le haría creer a cualquier persona que había pasado un huracán.
Ordené todo después de poner algo de música, aproveché y limpié, terminé agotada físicamente, me dolía la cintura.
-¡Me siento una abuela Chinita!-me quejé- ¡¿qué onda el dolor corporal?! Por cierto, gracias por traerme lo que me olvidé en tu casa
-No lo sé La, estirá tu cuerpo, anotare en alguna clase de stretching, y de paso dejas de pensar tanto, ¡la actividad física es buenísima!
-¡Esperá que ya vuelvo al gimnasio al que siempre iba! Van a mirarme mal e insultarme, todos me cancelaron, si tuviera twitter seguro más de uno estaría twitteando #lalioverparty
-Puedo ir con vos..-Eugenia quiso animarme, nos miramos a los ojos y suspiré.
-Gracias por tu buena onda, aún cuando no la merezco
-No te tires abajo.. No sos la única persona en el mundo que se equivoca, amiga yo sé que tenes corazón
-¡Que bueno! ¡Ahora voy a sentirme mejor!-lágrimas, otra vez se me asomaron unas lágrimas de mierda, bipolar me reí y me las aparté de las mejillas- mejor me tomo algo para la cabeza que se me parte y duermo
-¿Pensas seguir así? Durmiendo todo el tiempo..
-Mi cuerpo me pide descanso, ¡me pide tregua!
Eugenia besó mi frente y me encerré en mi habitación, nada como dormir... Ojalá poder dormirme hasta despertar y que todos se olviden de mis errores.

El timbre sonó varias veces, creí que era parte de uk sueño mío.
-¿Hola?-atendí por el portero eléctrico.
Mi respiración se aceleró cuando escuché quién estaba hablándome, me subí al ascensor y bajé vestida con ropa de entre casa y pantuflas peludas.
-Hola...-silencio, un silencio muy incómodo-¿cómo estas Lali?
-¿Soy sincera?-elevé mis cejas desafiante.
-Podes ser sincera conmigo... Pero esta vez no hace falta que me hables de eso... Estas.. decaída-hizo una caricia en una de mis mejillas y me aparté, di un paso hacia atrás.
-Tengo unas ojeras de la puta madre, ¡y vos no estas mucho mejor!-le respondí solo porque necesitaba cortar con la tensión, la incomodidad- andá a dormir Juan Pedro
-¿Me crees si te digo que no puedo?-entrelazó una sus manos con una de las suyas, ese simple gesto inquietó a mi respiración, lo había extrañado, mi cuerpo y mi ser lo habían extrañado.
Sentir esa descarga eléctrica me aflojó las piernas.
-No es mi problema-lo acorralé al hacer que de pasos hacia atrás y salga de mi edificio- ¡¿qué carajo haces acá?! ¡Jodiste todo! ¡Pero antes yo jodí todo!
El estómago se me revolvió y quise "devolver", por suerte eso no ocurrió.
-¡Ahora es mi problema! Lali-elevó el tono de su voz y me tomó por los hombros- ¿no te pasa nada de nada?
Sus ojitos brillaron, él merecía algo mejor, negué con la cabeza.
-No me mientas... ¿Querés empezar de nuevo pero con el pie bueno? ¡Sé sincera!
-¡Me pasan cosas que no comprendo Peter! ¡¿Feliz?!-suspiré- ¡odio eso! Me odio... ¡odio toda esta mierda! Soy la mierda personificada y no merezco nad..
Iba a seguir auto puteándome pero Peter Lanzani me besó, simplemente me silencio, así como si nada, de la manera más dulce y apasionada.
Rodeé su cuello con mis brazos y lo besé intensamente, necesitaba de su calidez, necesitaba de su buena vibra, su cuidado...
Abrí mis ojos y nos quedamos mirándonos en silencio, él acarició la punta de mi nariz con una de sus manos y se me frunció el seño.
-Esto es mucho... Demasiado...-me tembló el cuerpo.
-Esto es algo La...-ahora me hizo caricias en mi cara, beso mis labios y me entregué, le permití entrar a mi edificio.
Nos sostuvimos de la mano, nos "soltamos", "liberamos", beso va, beso viene, caricias, respiraciones aceleradas, sumándole la intensidad abrumadora, la que no te deja respirar bien.
Recorrí su espalda con mis manos y no pude dejar de mirarlo a los ojos, a su brillito especial y hermoso... No lo merecía... No...
Solté un suspiro y si besito en mi frente me relajó por algunos minutos.