Capítulo 17

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Activé la cámara frontal de mi teléfono celular y abrí bien una cortina para que entre luz, ya había salido el sol.
-Podes verme... ¿Eso te basta?
-No... Obvio que no-soltó un suspiro- tenes mala cara... Ojeras..
-¡Gracias por tu halago!-solté con ironía- vos te ves bien
-¡Que graciosa! Tengo la misma cara de zombie que vos-elevó sus cejas- por favor La, necesito verte personalmente.. ¿Donde estas? Te voy a buscar a donde sea...
-¿No tenes dignidad? Pensas buscarme donde sea, buscarme aún cuando te rechacé
-No me rechazaste... ¡te escapaste! Eso es muy distinto-se puso nervioso-¿o me rechazaste?
Peter dudó y eso me trajo angustia... ¿Realmente creía que lo había rechazado?
-No..-no pude seguir con esa mentira- bueno, nos vemos, pero decime donde, no pienso decirte donde estoy
-Gracias, bueno, te paso la dirección del lugar donde podemos reunirnos
-Aja, reunirnos-intenté mostrar que me lo que iba a pasar me importaba poco cuando era todo lo opuesto- nos vemos
-Nos vemos La
No le di chances a decirme nada más, corté la llamada y mi respiración terminó acelerada.
-¿Todo bien?-mi tía Juana se apareció, asentí con la cabeza-¡necesito ayuda para ordeñar a la vaca!
Sin rezongar la seguí hasta la parte de la granja, cuando me tocó hacer eso me impresioné, terminé vomitando por ahí.
-¡Que flojita que sos! ¿De donde crees que vino la leche que tomaste ayer?
-Solo.. No estoy acostumbrada tía
-¡Tía las bolas! ¡Vas a tener que ganarte el derecho de decirme así! ¡Laburando!
Otra vez sentí como estuviese en la escuela, bueno, en esas épocas vivía con mis tías, y eran serias, todo se tenía que hacer como ellas querían.. ¡¿Para que carajo viene?! Tal vez porque es una tortura y creo que me merezco eso, que me "torturen".
Vi como ella ordeñaba la vaca y disimulé mis arcadas, a esto y este lugar lo detestaba, yo era una chica de ciudad.

En el almuerzo comí pollo, no quise preguntar nada, lavé los platos, los cubiertos y limpié la meza.
Recibí un mensaje de Peter y me emocioné, me sentí ilusionada, le respondí para que nos veamos por la tarde noche, necesitaba aire, separarme de mis tías.
El resto del día hice deberes de campo, y cerca del horario de mi reencuentro me bañé, me preparé y volví a mi auto, al subirme no pude acelerar, bajé y las ruedas estaban pinchadas.
-No vas a irte a ningún lado hasta que cumplas el mínimo de semanas en el que nos dijiste que ibas a quedarte-soltó Marilú.
Un escalofrío recorrió mi espina dorsal, y tuve un deja vú, en mi niñez mi familia no fue una familia normal, si mi mamá no era la más "cuerda" mis tías, sus hermanas eran las "cuerdas", por momentos alguna de las tres enloquecía y se volvía amenazante, y daba miedo, mucho miedo.
Tan escondido en mi mente dejé el que le tenía miedo a las hermanas de mi mamá.. Y ahora siento pánico, no solo por mi, por mi bebé.
-¡No te preocupes Lali! Mañana llamo a mi contacto que soluciona lo de las ruedas-Marilú se rió.
Estática, me quedé estática por varios minutos y después seguí con la rutina, alimenté a los animalitos de la granja.
En un momento me escondí y le compartí la dirección a Peter, para no asustarlo no especifiqué que estaba pasando.
Al llegar la noche cerré fuertemente los ojos tratando de olvidar que yo misma me había metido en un nuevo quilombo.

Ruidos, voces, gritos, me puse de pie rápido y salí a la cocina, ahí estaba Peter, mis tías le hablaban mal, cuando me vio me hizo señas para que salga al exterior.
-Tengo una urgencia, me busco mi..
-Novio-Peter continuó la frase.
-¡Entonces que se quede a desayunar!-Juana le sonrió, su expresión facial cambió de un segundo a otro.
-Tenemos una urgencia-tiré del brazo de Peter y lo arrastré al exterior de la casa, nos subimos a su auto y aceleró el motor, mi respiración se normalizó, me reí- gracias por..-suspiré.
Peter estacionó en la puerta de una estación de servicio y buscó mi mirada, sostuvo mi cara entre sus manos, estaba preocupado.
-No me contaste que tus tías estaban locas
-Lo había olvidado-le sonreí, quise que no se diera cuenta de que yo seguía alterada, pero lo supo, ¿cómo lo supo? ¡No tengo idea!
Besó dulcemente mi frente y me abrazó, me fundí en nuestro abrazo cálido, un abrazo protector.
-Lali campesina, ¿quién iba a imaginarlo?-me molestó y me reí, le di una palmadita en uno de sus brazos-¿como estas?
-Bien.. Supongo-solté un suspiro- ahora me siento un poco mejor..
-¿Segura? No te veo para nada buena cara...
-Voy a estar bien, me asustaron mis tías bipolares, ¡es normal que todavía siga impresionada!
-Asustada.. la impresión es otra cosa distinta-elevó sus cejas.
-Miedo-terminé aceptando y asentí con la cabeza.
-Vamos, volvamos-encendió el motor de su auto.
Puse música para relajarme, para recuperar mi compostura, la paz que en este último tiempo no había tenido.

Abrí mis ojos porque me llamaron, era Peter.
-Lali estamos en tu edificio
-Ok-me saqué el cinto de seguridad y bajé del auto, noté que era de noche-¿que hora es?
-Son las once, los deliverys seguro están haciendo entregas
Suspiré y le hice señas para que me siguiera, subimos por el ascensor a mi departamento, todo estaba desordenado.
-Perdón, todo es un caos, no esperaba volver hasta...
-¿Hasta?-me miró firmemente a los ojos.
-No lo sé... Tal vez hasta...-apoyé mis manos sobre mi panza instintivamente, no me di cuenta de eso hasta que capté la atención de Peter.
-Lali... ¿Estas jugando Lali?
-Nn.. No.. Ojalá-del nerviosismo me agarró nauseas, tomé aire y solté un suspiro para calmarme- no vale la pena que te preocupes
-¡¿Qué no me preocupe?!-se alteró- ¡¿no es una jodita?!
-¡¿Me ves cara de que te estoy haciendo una jodita?!-lo ataqué.
La emoción inundó mis ojos de lágrimas y me puse a llorar.
Peter no sabía que hacer, me rodeó con sus brazos y se quedó así, quieto, sin soltarme.
-Entiendo que creas que estoy jodiendo.. que es un "plan" maestro mío, nunca fui sincera... Nunca en la vida fui sincera al cien por ciento, pero ahora...
La voz se me quebró.
Los ojos de Peter también se llenaron de lágrimas.
-¿Qué voy a hacer Lali?
-Vos no vas a hacer nada... Seguí tu plan principal, del resto me encargo yo
¡¿Me encargo yo?! No quiero... No quiero terminar con esto, pero sería una pésima mamá, la madre de la cual ningún hijo estaría orgulloso.
-No jodas con el "me encargo yo" es algo de los dos, es algo nuestro, ¡y sí! Pienso meterme, porque me importas tarada-saqué de quicio a Peter Lanzani- me importas La... y ahora..-llevó una de sus manos a mi panza y se me fue el aire- también me importa... No dudes de eso... No lo dudes..
Las ganas de llorar me hicieron hacerlo, Peter apartó las lágrimas que se me caían por las mejillas y besó mi frente.
Nunca.. Nunca nadie me cuido tanto como Peter Lanzani, y darme cuenta de eso internamente me estaba destruyendo, estaba terminando de derribar el muro que me había construido para no sentir, para no enamorarme.
Nos sentamos en el sillón después de sacar varias pilas de ropa que había dejado ahí.
Puse un canal de fondo, y era Friends, poco a poco volvió mi risa, poco a poco volvía a sentirme mejor.

Mi karma mi caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora