| dos corazones heridos |

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El gesto de Rick ante la noticia de mi embarazo fue indescriptible, era una mezcla de todos los sentimientos posibles en ese momento. Felicidad, tristeza, preocupación, enojo. Todo en un solo segundo.

En cambio yo estaba que me moría de los nervios, sabía que el bebé que estaba esperando era totalmente de Rick ya que hice cuentas, me entristeció el darme cuenta que no era del hombre a quien yo en realidad amaba. Suspiré antes de ponerme de pie, no aguantaba estar sentada ante una situación que me carcomia por dentro.

- ¿que haremos? - le pregunté.

- no hay otra opción más que tenerlo, Alexa. - lo miré sabiendo que si había otra opción. - no lo quieres tener.

- no. Realmente no quiero, Rick. Lo siento. - él asintió con sus ojos cristalizados. - créeme, solo lo hago por que no estoy lista, estamos en medio de un mundo horrible.

- Lori tuvo a la bebé. - recalcó como si mi idea fuera un crimen.

- por que fue su decisión. - me quejé. - además no dije que lo fuera a hacer, solo quería que tuvieras en mente que hay más opciones. Y tenemos que ver por nosotros, Rick.

- con "nosotros" incluyes a Daryl ¿no? - asentí. - deberías decirle antes de tomar una decisión.

- no sé cómo se lo vaya a tomar. - volví a suspirar. - además, apenas acabábamos de discutir, no creo que sea un buen momento.

- aquí ya no hay buenos momentos, Alexandra. - dijo tomando mis manos. - yo te apoyo en lo que tú quieras, si decides tenerlo créeme que me haré cargo de él.

- me alegra oír eso. Gracias, Rick. - le di un cálido abrazo antes de salir de aquel lugar en donde estaba escondida.

Ahora tendría que esperar a Daryl para decirle. Por lo mientras me dirigí a donde la bebé estaba, quería cargarla y sentir si alguna pizca de maternidad me gritaba que sería buena en eso. Cuando llegué le pedí a Carl que me dejara sostenerla por un momento, él asintió y me la extendió con cuidado.

La cargué con delicadeza y la pegué a mi pecho, al verle su lindo rostro unas pequeñas lágrimas cayeron sobre su manta. Sollozos escapaban de mi garganta al recordar a Lori, agregando que tal vez sea mi final también si es que decido tener al bebé de Rick y mío.

Acaricié el rostro de la bebé y esta como si fuera un saludo sujetó mi dedo con sus diminutas manos dándole un ligero apretón. Eso hizo que me derrumbara pero las lágrimas de tristeza se vieron reemplazadas por lágrimas de felicidad, como si eso fuese cualquier cura para mis males.

- te ves hermosa con un bebé en brazos. - me giré a ver al menor de los Dixon y sonreí al verle con una gran sonrisa. - lamento lo de hace rato.

Juntó nuestras frentes para después depositar un beso sobre esa misma zona. Coloqué una mano sobre su mejilla y besé sus labios con cariño, para así poder transmitirle el perdón que buscaba.

- no es tu culpa, Daryl. Es cierto que yo no he estado de un buen humor. - dije mirándolo con una sonrisa de lado. - y es sobre eso que debemos hablar.

- ¿tan malo es? - yo asentí, sabía que esta noticia afectaría nuestra relación, puede que sea el final o puede que abra un nuevo camino no explorado.

Le devolví la bebé a Carl y llevé a Daryl a nuestra celda para que estuviéramos más a solas ya que nadie se encontraba ahí a esa hora. Lo hice sentarse en la cama para yo quedarme de pie frente a él, ambos estábamos nerviosos.

- creo que no hay otra forma más linda para decirlo. - suspiré. - estoy embarazada, Daryl.

Su boca de abrió como si no tuviera palabras que decir, solo se quedó mirándome fijamente con sorpresa.

- ¿seremos padres? - por fin habló después de unos segundos aunque yo ahora había tomado su lugar guardando silencio. - Preciosa esa es una gran noticia, por fin tus planes están dando frutos
Tendremos nuestra pequeña familia y-

- no es tuyo... - solté de la nada, la euforia del momento se había desvanecido y el silencio tomó su lugar. - yo quisiera que fueras tú el padre pero no es así.

Daryl.

Ella estaba hablando de como se había dado cuenta de su embarazo como si fuera una vieja historia que haya memorizado con detalle, con la noticia de que no era el padre de aquella criatura sentí como si mi corazón fuera atravesado por una estaca de madera, vieja, con muchas astillas y con fuerza, sin piedad alguna fue clavada en esa zona donde vivía el amor intenso que gritaba el nombre de Alexandra.

- te va a dejar. Tenlo por seguro. - la imagen de mi hermano justo a un lado mío habló sin piedad. - alguien más le está haciendo realidad sus sueños de ser madre. Al menos ya te desharás de ella. Vaya molestia.

Trataba de ignorarlo, sabía que si le seguía el juego el enojo iba a tomar posesión sobre mi cuerpo.

- acéptalo, hermanito. - continuó. - si te amara tanto como dice, se desharia de ese bastardo y solo tendría uno tuyo.

Agité mi cabeza para que Merle se fuera, funcionó pero ahora mi atención estaba centrada en lo que me estaba matando por dentro, por primera vez sentía como mis ojos amenazaban con llorar, no era una noticia de mi agrado.

- Daryl. - Alexa llamó por mí. - enserio lo lamento.

- no tienes que disculparte. - dije mientras pasaba mi mano por mi cuello. - Rick debe de estar feliz por ello, no, no hay que arruinarlo.

La castaña se sentó a un lado mío y tomó mi mano para después reposar su cabeza sobre mi hombro.
Con un solo suspiro bastó para que una lágrima cayera por mi mejilla, no suelo llorar así que procuré que ella no sintiera la humedad sobre su cabello. La limpié disimulando acariciar su ondulada cabellera, Grenne sólo tuvo que restregar sus labios sobre donde posaba su cabeza depositando un beso.

- aún no decido si tengo al bebé o no. - pronunció. - no sé... no sé si pueda tener un hijo que no sea tuyo, Daryl. En mis planes de una familia solo podía ver tu rostro.

- ¿que pensará Rick?

- él ya sabe sobre eso. - respondió.

- tenlo. - ella me miró sorprendida. - de igual manera yo no estaba listo para ser padre. Y siendo honesto no me importa lo que hagas con él.

Me levanté de la cama pero Alexandra me detuvo esperando a que la viera, algo que hice y me arrepentí de mis palabras al instante.

- ¿como puedes decir eso? - preguntó entre sollozos. - po-podemos criar al bebé juntos, serás un excelente...

- no quiero ser su padre, Alexandra. No está en mis planes, solo en los tuyos. - quité mi brazo de su agarre. - es mejor que estés con Rick, así crearán un lindo ambiente familiar.

- ¿que estas tratando de decir?

- lo que trato de decir es que nos separemos. - juro haber visto como el hermoso brillo de sus ojos se esfumó convirtiendola en una mirada fría y sin vida.

Me fui después de empacar unas cosas para irme de aquella celda donde acepté el amor que le tenía, mi corazón aún estaba lleno de amor hacia Alexandra pero el dolor nubló mi vista y me hizo hablar cosas que a lo mejor no tendrían perdón.

Sabía que no era bueno para Alexa, ella merece algo mejor y puede que Grimes le dé eso.

No merezco que nadie me ame tanto como Grenne lo hacía, no dejaré que vuelva a pasar eso.

Scary Love | Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora