| reconciliación「+18」|

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Daryl.

Solo me quedaba observar desde lejos como el único amor de mi vida era feliz con alguien más. Han pasado dos días y no he podido dirigirle la palabra, ella me evita cada que quiero acercarme aunque sea a saludar. No sé que más hacer, yo sé que hice mal, no pensé en mis palabras otra vez.

- deja de verla, Daryl. - dijo Carol. - ella tomó su decisión.

- pues su decisión me lastima. - le confesé a quien considero mi amiga. - cada que la veo con Rick siento como mi corazón se hace pequeño y apretado. Carol, no sabes cuanto me arrepiento por no permitirme amarla.

- no me gusta verte así, Daryl. - suspiró. - ve a mi celda, la enviaré para allá.

- eres un ángel. - le di un pequeño codazo y discretamente me fui a donde me dijo.

Pero sabía que Alexa se iría en el primer segundo que me viera en la celda, tendría que impedirle su fuga. No recuerdo cuanto tiempo pasó para que el plan de Carol diera frutos, supongo que le tomó tiempo en encontrarla, ella le gusta aventurarse por su cuenta por la prisión. Aunque signifique que haya peligro.

Después de media hora pude escuchar pasos acercarse a la celda de la canosa, vi a Alexandra adentrarse y buscar algo, aproveché en cerrar la celda lo cual ocasionó un pequeño salto por el susto de la castaña.

- Daryl! Dios mío. - se quejó mientras se tocaba el pecho. - ¿que haces aquí?

- estaba esperándote. - respondí.

- Carol... - exhaló con pesadez. - ¿que quieres?

- quiero hablar. - dije. Ella se cruzó de brazos, lo tomé como que aceptó escucharme. - no pensé mis palabras hace unos días, pero ponte en mi lugar, me es difícil verte con Grimes, cada que lo hago me duele, mi pecho duele Alexandra. Te amo tanto que no puedo pensar en otra cosa, invades cada centímetro de mi vida desde que te conocí. No he podido olvidar tus palabras cuando confesaste tus sentimientos y enserio lo lamento. ¿Puedes verlo? Yo jamás me disculpo por nada pero tú, tú eres mi razón de continuar luchando en esta mierda de mundo. Jamás pensé en enamorarme tanto de alguien, no sé me había pasado por la cabeza hasta ahora. Te necesito con urgencia, Alexa.

- no te creo. - dijo, suspiré y sin quitarle mis ojos de encima me arrodillé ante ella.

Nuestros ojos estaban conectados, tomé sus manos y besé el dorso de estas.

- me estas matando, Alexandra. Me matas cada que me ignoras, me envenenas cada que tus ojos me miran con odio y resentimiento, clavas un puñal todo el tiempo que finges no ver mi presencia tratando de llamar tu atención. - continué. - ¿quieres que sea romántico? Bien, lo seré. ¿Quieres que todo el tiempo te diga cuanto te amo? Hecho, lo escucharás tanto que te hartarás. Pídeme lo que sea y lo tendrás. Serás dueña de cada parte de mi cuerpo, alma y mente.

- maldita sea Daryl. - se quejó nuevamente antes de tomar mi rostro con sus manos y besarme con necesidad. Me levanté sin despegarme de ella, Alexa me arrancó con violencia mi camisa, tras pasar unos segundos se separó de mí para observar con deseo mi torso desnudo.

- he estado esperando esto por mucho tiempo. - pronuncié antes de hacerla caer a una de las camas, me coloqué encima suyo para continuar besándola mientras me deshacía de su playera, ella enredó sus piernas en mi cadera dándome a entender que ella también lo había esperado.

- espera. - pidió y le hice caso. - esto no será como la primera vez, ¿verdad? ¿Será distinto?

- Alexa, tanto en esta como en la pasada lo hice enamorado de ti. No hay cambios. Te hice verlo así por que tenía miedo. Pero mi corazón siempre estuvo gritando tu nombre. - la castaña sonrió para después juntar nuestros labios dando continuación a nuestro candente momento.

Nuestros pantalones terminaron en quien sabe donde al igual que nuestra ropa interior, solo estábamos nosotros dos desnudos bajo la cobija demostrando nuestro amor mutuo.

Alexandra.

Daryl acariciaba mi piel mientras tenía un pecho mío en su boca tomándose su tiempo para degustar su sabor, su nombre salía de mi garganta en forma de gemido, quería más de él, lo necesitaba. Sin embargo fui callada tras ahogar un ligero grito al sentir sus dedos dentro de mí dándome estocadas profundas.

La otra mano tapaba mis labios para amortiguar mis gemidos que salían sin vergüenza, sus besos fueron bajando hasta mi vientre donde me hizo levantar mis caderas por reflejo, reemplazó sus dedos por su lengua donde no pude evitar sujetarse de su cabello jalandolo conforme aceleraba el ritmo.

Estaba a punto de tocar el cielo, lo sentía crecer dentro de mí y él lo sabía,
ya que sin esperarlo metió su miembro comenzando a embestirme tomando ya con ambas manos mis caderas para adentrarse más.

- Daryl... - gemía con la respiración acelerada.

Escuchar su nombre de esta manera le hizo aumentar la fuerza a sus penetraciones, pegó su pecho contra el mío y sin querer enterré mis uñas en su espalda rasguñandolo de vez en cuando, sus gruñidos por el momento me hacían delirar, se escuchaba demasiado bien.

Intercambiamos posiciones ahora yo estando arriba de él que estaba sentado, quitó mechones de mi rostro mientras me observaba embobado, ambos tratábamos de recuperar el aliento pero me di la tarea de comenzar a moverme con rapidez ocasionando que Daryl comenzara a suspirar mezclando una que otra vez gemidos cerrando los ojos.

Con urgencia estrelló sus labios contra los míos a la vez que disfrutábamos el roce entre nuestras pieles, minutos después terminamos agotados, nuestros pechos subían y bajaban, Daryl se acostó a un lado mío recargando mi cabeza sobre su hombro a la vez que me acariciaba.

- tendré que terminar con Rick. - dije.

- creo que sería lo correcto, linda. - respondió de vuelta. - ¿le dirás la razón?

- yo creo que ya sabe el por qué. - suspiré. - Rick sabía que esto pasaría.

- mira el lado bueno, ahora podemos estar juntos. - mencionó, sonreí como una adolescente enamorada y le miré con felicidad pura.

- por fin. - tanto él como yo nos reímos tras mis palabras.

- todo será diferente ahora, Alexa. Lo prometo. - dijo besando mi hombro.

- yo sé que sí, Daryl.

🧟🧟‍♀️🧟‍♂️

Acomodaba mi cabello corriendo al patio ya que escuché el grito de Grimes, cuando llegué me encontré con Rick mirándome con enojo, sabía que esto no acabaría bien. Me acerqué con tranquilidad y este se acercó asustandome un poco por su estado.

- ¿que ocurre? - pregunté.

- lo lamento. Estaba descargando mi enojo. - me tomó de los hombros pero me tensé. - más bien, yo debería preguntarte que ocurre.

- debemos hablar. - lo miré con tristeza. - Rick, yo...

- lo entiendo, Alexa. - sonrió triste. - de igual manera, tú no me amabas.

- claro que lo hice, Rick.

- sí pero no de la misma manera en la que amas a Daryl. - tenía razón, solo pude agachar la cabeza aguantando mis lágrimas. - te amo, Alexandra, y es por eso que lo entiendo.

- perdón si te lastimé. Quiero que sepas que no te utilicé para olvidar a Dixon, por que creo que jamás hubiera podido hacerlo. - tragué saliva. - espero que podamos seguir siendo un buen equipo.

- lo seremos, eres mi mano derecha y eso no va a cambiar. - ambos sonreímos pero Rick me abrazó una última vez. - deberías meterte, comienza a hacer frío.

- te veré esta noche para la guardia. - él asintió.

Me fui con culpa al lastimar a un hombre que siempre me mostró cuanto me amaba. Cuando estaba apunto de llegar a la entrada me percaté de que Daryl estaba esperándome.

Me extendió los brazos y me envolvió en un cálido abrazo, dando inicio a nuestro nuevo destino.

Scary Love | Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora