| only love can hurt like this. |

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Gritos de dolor se escuchaban en una casa lejos de la prisión, Merle Dixon torturaba a Amber Alexandra Grenne para así poder sacarle información de la ubicación del resto del grupo. Ella se negaba sabiendo que sería traición a sus amigos, no confiaba en el gobernador y la clara tortura física le hizo confirmar sus sospechas. Golpes, cortadas profundas, humillaciones al verse en solo ropa interior gracias a la orden de aquel despreciable señor a quien su pueblo lo veía como un héroe y ni hablar de los traumas que quedarían estancados en la cabeza de la castaña quien solo quería ahorrarle ese dolor a su hermana Maggie y a su entonces mejor amigo Glenn Rhee. Sacrificó su salud física y psicológica para salvar a la pareja.

— esto sería más sencillo si me dijeras donde está el grupo. – dijo el hombre frente a ella. — créeme que soy yo el único que está siendo amable.

— primero muerta antes de responder tu estúpida pregunta. – contestó Alexandra con el cuerpo temblando tras una larga sesión de latigazos con el cinturón del gobernador.

— nuestro jefe es más sádico, Alexa. – informó el mayor de los Dixon. — no tendrá piedad de ti, ni del hijo que esperas.

— Daryl te matará.

— mi hermano es débil, él no vendrá a salvarte. – sin decir otra palabra retomó la tortura, la tiró al suelo aún estando amarrada a la silla de metal y entre otros tres hombres comenzaron a golpearla sin piedad.

Por otro lado Maggie lloraba mares mientras escuchaba a su pobre hermana quejarse en agonía, el coreano la abrazaba para consolar los terribles sonidos que posiblemente ellos no olvidarían jamás.

No pudieron salvarla de ese dolor, ni siquiera interfirieron para detener tal brutalidad. Sólo siguieron callados como le prometieron a la castaña.

Momentos antes.

Alexandra.

Me encontraba en el comedor con mi desayuno frente a mi sin tocar, me había visto obligada a desayunar con mi familia tras estar un día completo en mi celda llorando por lo ocurrido anteriormente con Daryl Dixon, el hombre quien yo creía que aceptaría criar a mi futuro hijo conmigo pero al terminar nuestra relación de forma abrupta algo dentro de mí murió lentamente haciéndolo mucho más doloroso.

Las miradas de todos parecían tensas al ver como yo me encontraba sin vida mientras que Daryl parecía no importarle mucho la situación, Rick se acercó sigilosamente para sentarse junto a mí, tomar mi cuchara con algo de comida en ella y acercarla a mis labios.

— no soy una bebé para que hagas eso, Rick. – dije aún con la mirada fija en la nada.

— pues no comes, así que alguien tiene que ayudarte. – suspiré y abrí la boca para recibir el bocado y así probar la comida. — debes de comer.

— no tengo hambre. – respondí.

— eso dijiste ayer. – se quejó, tomó más comida con la cuchara haciendo el mismo movimiento de hace unos segundos pero alejé mi cabeza. — Alexandra, no puedes privarte de ingerir alimentos, tienes un bebé dentro de ti, necesita alimentarse.

Scary Love | Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora