| una noche trágica |

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Estaba sentada en un pequeño banco lejos de la caravana de Dale mientras sostenía una pequeña bolsa de hielos que el amable señor me había otorgado por mi gran valentía según él.

Yo pensaba lo contrario, el golpe lo tenía merecido por mi gran bocota, fui tan impulsiva que ocasioné una gran consecuencia a Carol, seguramente a la mañana siguiente ella aparecería con un golpe o algo. Carol era una gran mujer, no debería de estar con un hombre que en un futuro (si es que lo hay) podría golpear a Sofia.

La noche estaba llegando y Rick junto con el grupo no había llegado, posiblemente se habían atascado nuevamente con los caminantes que habían alrededor.

- Alexa. - escuché a mi derecha. Era el rey de Roma, Rick. - Lori me dijo lo sucedido, debes fijarte por donde caminas, mírate nomás.

- estaré bien, Rick. Dale fue muy amable conmigo y me dio esta bolsita con cosas que simulan hielos. Me dijo que no intentará comerlos. - reí para tranquilizar el ambiente. Algo que no funcionó, él me seguía viendo con preocupación. Inhalé profundo. - esta bien, tendré más cuidado. Lo juro.

- bien, cuando te sientas mejor ve a dormir, mañana será un día pesado por lo que veo. - dijo levantándose del tronco viejo para caminar a su tienda.

Suspiré y molesta tiré la bolsa con los cachivaches congelados, hundí mi rostro en las palmas de mis manos y lágrimas comenzaron a caer de mis ojos.
Hacía esto cada noche desde que comenzó el apocalipsis, extrañaba a mis amigos, a mi hermano Austin y a mis padres. Extrañaba mi vida antes de esta mierda.

- ese golpe no luce bien. - comentó alguien frente a mi, reconocí esa voz. Alcé mi vista y observé a Daryl Dixon sosteniendo aquel objeto que había lanzado segundos antes. - ese idiota obeso no tiene respeto a nada.

- ¿Cómo sabes que ese tipo me golpeó? - le cuestioné.

- los escuché discutiendo, ya sabes, a Carol y al gordo. - respondió. - fuiste valiente al querer defenderlas.

- ¿si? Bueno, pues no funcionó. Tengo el ojo hinchado y mi nariz duele muy cabrón. - hablé molesta por mi derrota. - no pensé en las consecuencias y esto es lo que me merezco

- ya veo. - sin pensarlo dos veces Daryl colocó sin avisarme la bolsa de vuelta a mi ojo, lo cuál obtuvo un quejido de mi parte ya que me llegó de sorpresa. - deja de ser tan dramática y curate.

- Daryl, eso me asustó. - reclamé. - ¿quieres al menos avisarme?

- te voy a poner hielo en tu ojo dañado, niña. ¿Felíz? - lo miré unos segundos y sonreí, su sarcasmo era gracioso.

- idiota. - reí. - ¿encontraste a tu hermano?

- no, pero encontré su mano amputada. - mi gesto de risa se transformó en una de asco en pocos segundos e hizo reír ahora a Daryl. - repugnante y extremista pero parece que quería vivir.

- todos quieren vivir aún cuando hay zombies por donde... - no terminé de hablar cuando escuchamos gritos provenientes del campamento. Ambos nos miramos y este sostuvo mi mano para comenzar a correr devuelta al grupo.

Cuando llegamos pudimos ver varios caminantes atacando el lugar, saqué mi arma y comencé a dispararles en sus asquerosas cabezas podridas. Daryl hizo lo mismo casi juntando nuestras espaldas.

Rick, Shein, Morales, T- Dog, Dale y Glenn protegían a los demás de los caminantes que estaban cerca de la camioneta, yo y Dixon no tardamos en unirnos a ellos, cuando me acerqué vi como Andrea veía a su hermana moribunda gracias a que la atacaron los caminantes, su hermanita se desangraba, sabía el terror por el que pasaba Andrea, sin darme cuenta me quedé estática mirando la escena. Lagrimas caían de mis mejillas y mis manos temblaban como si estuviera viviendo otra vez la muerte de Austin.

- Alexandra. - Rick estaba frente a mi moviéndome para sacarme de ese trance. ¿Cuánto tiempo había retenido mi dolor por la pérdida de quien más amaba? - oye, Alexa. Ya todo terminó, responde.

- déjame intentar algo. - escuché suavemente a Daryl, sentía como si en algún punto me fuera a desmayar por todo lo acontecido. - hey, sé lo de tu hermano y tu familia, Rick no habla muy bajo como que digamos.

Mis ojos fueron directamente a él. Su gesto se había relajado un poco a comparación de cuando estábamos en el bosque. Colocó sus manos en mis hombros y me miró fijamente.

- Tu hermano estaría orgulloso de ti, al igual que tus padres. - sentía como mi cuerpo se relajaba y se dejaba llevar por la voz de Dixon. - continúa así, Henderson. Todos estaremos para ti de ahora en adelante, incluyéndome.

Mi mente se estancó ahí, "incluyéndome". Aún después de comenzar con mala gana él pudo mostrarme su lado amable y compasivo, volví a recuperar el poder sobre mi cuerpo, mi respiración se estabilizó y las lágrimas habían dejado de escurrir. Daryl sonrió victorioso al ver que funcionó, dejó libres mis hombros y de inmediato Rick me envolvió en un cálido abrazo junto con Carl y Lori.

Mi nueva familia.

Scary Love | Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora