| un paso cerca de la muerte |

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Al día siguiente decidimos volver a buscar a Sofia, tenía un leve presentimiento de que la encontraríamos, lo sentía en mi corazón. Nos adentramos al bosque y los sonidos de una campana resonaban en nuestros oídos. Corrimos hacia aquella dirección y nos encontramos con una pequeña iglesia en la nada, miramos a los alrededores ya que teníamos la idea de que la pequeña podría haber escuchado el sonido y pudo haberse acercado.

- tal vez venga. - dijo esperanzada Carol. - a ella le gusta el sonido de las campanas.

- esperemos que sí. - respondió Lori.

Con arma en mano abrimos la puerta y hallamos caminantes sentados en las bancas para rezar. Ellos nos voltearon a ver y querían atacarnos pero les disparamos justo a tiempo.

Miré a la cruz justo al frente mío y dejé el dije de mi hermano (que le quité antes de dejarlo abandonado en el patio) y la puse en la mesa donde estaba posicionado el símbolo de esa religión.

- por favor, dale un lugar de paz y que se reencuentre con nuestros padres, señor. - pedí juntando mis manos y cerrando los ojos.

- ¿eres creyente? - escuché detrás de mi. Abrí mis ojos y miré al dueño de aquella voz. Daryl.

- no realmente. - respondí. - pero mi familia lo era así que no pierdo nada con pedir que estén en paz haya en el cielo con su Dios.

Suspiré, me levanté y pensé en irme pero Dixon nuevamente agarró mi mano como ayer, un tacto suave y lleno de fragilidad, como si pensara que era de porcelana.

- lamento el como te traté despues de lo que pasó entre nosotros en la CDCE, Alexa. - pronunció. - no estoy acostumbrado a tener a una chica linda a mi lado.

Acarició un poco con su pulgar mi mano derecha y mis ojos se fijaron en eso. No sabía que decir en realidad. Pensé que sería una disculpa más una razón aceptable pero no fue así. Me volví a soltar de su agarre.

- no te estas disculpándo por tus palabras, Daryl, sino por tu acción. Créeme que el como me diste mi playera no me dolió, sino que, tus palabras fueron como una daga en mi corazón. - dije. - no quieres que nos vean de esta manera pero ¿por que insistes en tomarme la mano como si nada pasara?

Él bajó la mirada con timidez. Negué con mi cabeza y caminé hacia la puerta.

- cuando tengas la respuesta, hasta ese entonces, podrás sostener mis manos como sueles hacerlo, Daryl. - y así salí de la iglesia.

Sentía mi corazón latir con fuerza, mi mente desde lo de la CDCE no ha parado en reproducir imágenes de él, de su espalda, de su voz y de sus manos acariciando mi espalda mientras me observaba. Sabía que me estaba enamorando de Daryl Dixon.

Para distraer mi mente decidí acompañar a Rick y a Shein al bosque para buscar a profundidad a la pequeña Sofia. Con mi rifle caminaba cuidándome de dos cosas, caminantes, y del propio Shein. No podía confiar en él después de lo sucedido.

Cuando los tres caminamos por una zona linda pudimos percatarnos de pisadas lentas, nos pusimos en alerta y tratamos de observar que era. Al ver que era un simple venado bajamos nuestras armas, al quedar fascinada por el animal me acerqué poco a poco a él.

- creo que le gustan. - dijo Rick con una sonrisa ya que volteé a verlo como si fuera una niña.

Cuando ya estaba apunto de acariciarlo algo resonó en mis oídos, un disparo que me dejó afectada a mi también cayendo al suelo y que todo se volviera oscuro.

Rick.

- Alexandra! - grité al ver como la jovencita con la que me encariñé cayó al pasto inconsciente. - no no no.

Scary Love | Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora