| día 24: hay que correr para sobrevivir |

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- cambié de opinión. - habló Rick mientras hacía pequeñas caricias en mi espalda, recargué mi cabeza en mi mano para verlo confundida. - sobre Randall, creo que debemos soltarlo, dejarlo vivir.

Sonreí y le deposité un beso en su mejilla para después acostar mi cabeza en su pecho cálido.

- no matamos a los vivos. - repetí intentando imitar su voz.

Él asintió riendo a la vez que se colocaba encima mío para besarme y continuar lo que estábamos haciendo antes de un ligero descanso.

Dio la mañana y los pájaros cantaban conforme ascendía el sol para restregar sus rayos de luz sobre mi rostro una vez más, me levanté de la cama con sumo cuidado y fui al baño donde me di una ducha lenta y apetecible.

Rick a los pocos minutos se me unió, nos dimos pequeñas caricias para que al final fuera yo la primera en salirse para cambiarme. Dejé mi cabello secarse con la brisa del patio mientras tomaba un café hecho por mi padre.

Tomé aire y vi como Carl estaba sentado en un viejo tronco, no dudé en acercarme y le di un ligero golpe en el sobrero que le había regalado su padre días atrás.

- ¿que pasa Carl? - pregunté ante su mirada triste que me dedicó.

- fue mi culpa que Dale muriera. - respondió y tomé sus pequeñas manos. - yo estaba en el bosque y me encontré con aquel caminante... quise matarlo pero me asustó y creo que me siguió.

Puse mi mano en su mejilla, este me miró y le sonreí. Él me dio un abrazo mientras sollozaba en mis brazos, realmente se sentía culpable por lo del día anterior.

- no te culpes de esto, Carl. - dije sobandole la espalda para que se calmara. - fuiste muy valiente al querer enfrentar al caminante tu solo, él te siguió por su instinto, Dale hizo lo que pudo para zafarse.

- pero murió.

- Yo sé que él no te hubiera culpado si se hubiera enterado. - lo separé de mí y limpié sus lágrimas. - Dale te apreciaba, no tanto como yo, claro está.

- yo también te apreció, Alexa. - sonrió por fin, le di un beso en su frente y ofrecí mi mano para que la sujetará para ir a la casa a que desayunara, la tomó y ambos caminamos a mi hogar.

Cuando caminábamos a mi casa pude notar a Rick y Shein discutir, le pedí a Carl de ir con su madre para to después dirigirme hacia ellos, conforme me acercaba pude escuchar el por qué de la discusión.

- debemos matarlo! - exclamó Shein.

- ¡ya esta decidido!, lo dejaremos vivir para después soltarlo, es un adolescente, Shein. - confrontó Rick.

- ¿que hizo la hermosa Alexandra para convencerte? De seguro se acostó contigo a pesar de estar casado, es una cualquiera. - Rick estrelló su puño en la mejilla de su amigo para después lazarse a él para seguir golpeándolo.

Glenn que estaba en la entrada de la casa y yo corrimos para detenerlos, yo detuve a Rick mientras que el coreano detuvo al salvaje e idiota de Shein.

- ¡no te voy a permitir que le faltes el respeto! - gritó Grimes. - ¡tú ya no tienes derecho a decidir sobre Randall!

- Rick, cálmate, no tiene sentido que discutas con él. Es un maldito psicópata. - dije, Rick me miró y trató de calmarse.

- claro, ¡hazle caso a la zorra de tu amante! - miré con odio a Shein para después ver a Glenn y decirle con la mirada que se apartara. Solté a Rick para dirigirme al enloquecido hombre.

Le di un fuerte golpe en el estómago haciendo que este cayera sobre sus rodillas por el dolor.

- te lo advierto, Shein. Sigue siendo un imbécil y juro que acabaré contigo. - vi a Lori acercarse antes de separarme de ese idiota. - te dije que algo malo pasaría.

Scary Love | Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora