Our Blood ~Daemon Y Rhaenyra~

Capítulo V- Go away

Daemon Targaryen

Habían pasado ya 5 años, cinco malditos años en los que he estado lejos de la capital. En estos 5 años perdí total contacto con mi hermano solo hablaba con Rhaenyra, la cual me enviaba una carta cada día acompañada con una flor violeta. Solían ser cosas sin sentido. Cosas banales del día a día. Que había asustado a una doncella, que había empezado a montar a su dragón, y diciéndome que me extrañaba, no le solía enviar cartas, solo en sus cumpleaños, siempre le mandaba una carta que contenía una de las mentiras que le decía cada año " nos veremos pronto". Daba igual cuántas veces le escribiera diciéndole que no hacía falta que me escribiera cada día, ella lo seguía haciendo.

Cada año le enviaba un regalo, firmado con una D, y lo más importante hablábamos en valyrio, así si la carta  llegará a las manos del otro sería más difícil averiguar de quién era o para quien iba dirigida.

Sin embargo, quería verla, queria ver cuanto había crecido, quería ver si seguía usando mis regalos.

En cuanto a mi esposa, en los primeros meses ella insistía en quedar conmigo, en compartir su lecho, aunque yo cada noche abandonaba el valle y me dirgia lo más lejos que podía. Asique ella empezó a desistir, cosa que agradecía.

Para mi sorpresa hace apenas unas horas llegó una carta de la capital y esta vez no era de mi sobrina sino de mi querido hermano.

Daemon, pronto será el decimo segundo dia del nombre de Rhaenyra, ella ha insistido en que quiere que vengas a su cumpleaños, y además me gustaría hablar de asuntos futuros.

Espero verte pronto.

No tarde más de 2 horas en estar preparado, aunque fui interceptado por la zorra de bronce antes de salir.

-puedes explicarme esto?- dijo ella mientras dejaba caer una caja de madera en la que guardaba las cartas de Rhaenyra- a mi no osas dirigirme la palabra ni siquiera la mirada y te intercambias cartas con otra mujer. Eres un desgraciado

-no tengo porque darte explicaciones mi amada esposa, pero no vuelvas a buscar entre mis cosas o no reaccionare tan paciente, recuerda que soy un dragón, no me enfades - dije mientas la esquivaba, ella volvió a hablar

-se que iras a la capital, me llego una carta del rey - asique no había sido el único invitado - tranquilo no iré, no quiero que se me vuelva a faltar al respeto de esa manera.

-no sabes la alegría que me das querida - dije con sarcasmo haciendo que ella se diera la vuelta cogiendo de nuevo la caja de madera - no osea quemar las cartas o de verdad me empezarás a tener miedo

Yo continué mi camino y ella se quedó allí, tampoco esque me importara lo que hiciera ella, pero no quería que quemara las cartas de rhaenyra es la única que me ha demostrado que la familia está ahí a pesar de todo.

Me subí a caraxes y un día después de montar día y noche sin descansar, llegué a la capital. Mañana sería el cumpleaños de rhaenyra, debido a las prisas de todo deje su regalo en el valle, fue lo primero que pensé al llegar allí con las manos vacías.

Me quedé parado en frente de la gran.puerta en la que detrás estaba el.trono de hierro, esperando a ver al rey, a los pocos segundos abrieron la puerta y la figura de mi hermano apareció.