Our Blood ~Daemon Y Rhaenyra~

Capítulo XLII- Pain or pleasure?

Rhaenyra Targaryen 

-Oh cielo, no pretendo que lo tengas aun, ya te he enseñado el deseo, el placer y la excitación ahora te toca aprender el miedo, dolor y respeto, veremos a ver si esas agallas las conservas princesa- tocó mi rostro haciendo que comenzara a temblar.

Mi mirada y la suya se conectaron y pude ver en ella un apéndice de venganza, mi cuerpo se removió en el sitio, mi corazón había empezado a latir descontrolado. Mi cuerpo era invadido por el deseo y la curiosidad. Daemon era peligroso y sádico y algo dentro de mi sabía que esta noche iba a comprobar lo que se decía de él. Los rumores que siempre he decidido no creer seguramente después de esta noche sean para mi más que verdades absolutas.

-Lo que tu digas querido.-Hablé irónicamente mientras le daba la espalda. - Iré a despedir a ser Harwin.

No dejé que me contestara, no quería oír un ataque de celos, solo me adentré en los pasillos. Me sorprendió no notar a Daemon tras de mí, eso fue algo que me preocupó sin embargo continué mi camino hasta que oí la voz del maestre y de ser Harwin en una habitación, al llegar pude ver que los dos estaban sentados en una mesa hablando, al notar mi presencia los dos se levantaron al instante.

-Princesa.- Hablaron a la vez mientras daban una pequeña reverencia con su cabeza.

-Deseo hablar con ser Harwin en privado maestre.- Mi petición fue concedida al instante ya que el maestre no tardo demasiado en salir de la habitación, dejándonos a mí y Harwin solos.- Debéis partir de inmediato, el rey podría notar su ausencia y sospechar y necesitamos que confíe en vos para que podáis contarnos lo que ocurre.

-Como ordenéis princesa, pronto anochecerá partiré en breve.- Habló lentamente mientras se acercaba unos pasos para quedar a poco espacio de mí.

Al verle tenía ganas de decirle que tuviera cuidado, que sí que había llegado a expresarle cierto cariño, y que me hizo sentir totalmente feliz y plena cuando estuvo conmigo, si tan solo me hubiera quedado allí tal vez nuestra historia hubiera sido distinta, tal vez podríamos haber engendrado hijos, tal vez hubiera sido todo más fácil. Miré con nostalgia al caballero frente a mí y abrí la boca para decirle que gracias por haberme querido que nunca conseguiría olvidar del todo las cosas que logré sentir con él, sin embargo cerré mi boca y le sonreí tristemente.

- Que tengáis buen viaje ser Harwin.- Dije mientras le daba la espalda y marchaba de nuevo por la puerta .

-Princesa.- Oí como dijo mi nombre a las espaldas aunque no me giré ahora estaba dispuesta a ser solo de un solo hombre y ese me temo que no era el apuesto caballero que estaba a mis espaldas.

Tal vez en otra vida pudimos tener nuestro final feliz mi querido caballero.

Me acerque a la habitación de los niños poco tiempo después la oscuridad invadía la habitación, vi como algunas doncellas colocaban velas mientras los niños dormían. Al verme entrar hicieron una reverencia y se marcharon por la puerta. Me acerque a donde los niños dormían y toqué ligeramente el cabello aun casi escaso de mis dos hijos, mañana debía acercarme para ir a ver el dragón de vaegor, pronto deberá empezar su adiestramiento. Pensé en la idea de irme a la capital de nuevo.

-Tu padre quiere volver a la capital, yo le dije que esperemos un año, pero deseo que conozcáis a vuestro abuelo, os amaba y no quiero apartaros del amor y del lugar en el que yo crecí.- Dije con tono bajo en apenas un susurro para no despertarlos.