Daemon Targaryen
Caminaba por los pasillos para ir a mi nueva habitación. Odiaba hacerle esto a rhaenyra pero ella no parecía demasiado interesada en intentar hablar conmigo asique lo tomé como una señal de que no quería hacerlo. Necesitaba tiempo necesitaba un poco de tranquilidad para evitar volar a la capital y poner la cabeza en una pica a ese bastardo que osó tocar a mi esposa.
Al llegar a la.habitacion, no tarde demasiado en ponerme una copa de vino y sentarme enfrente del fuego, era lo único que lograba relajarme y no me hacía pensar en demasiadas cosas. La copa no duró llena más de varios minutos, asiqie volví a rellenarla.
<un cobarde y un borracho, me pregunto que harías si me vieras así padre>
Oi unos tímidos golpes en al puerta y sabía perfectamente de quien provenían, sabía que impedirle entrar no iba a cambiar demasiado asique formule un adelante y oi el chirrido de la puerta
- ¿ Que necesitas ?- Mi voz salió más como una amenaza que como una pregunta, podía sentir los ojos de rhaenyra en mi espalda lo que me hizo tomar aire para no acercarme a ella y besarla, necesitaba estar lejos de ella, seria una manera de no decepcionarme si se decidiera ir. Evite mirarla todo lo que pude.- Rhaenyra.
-Ha llegado una carta de la capital- Esas palabras hicieron que mirara hacia ella, sería una carta del caballero que ha ocasionado este problema? Me levanté de mi asiento para acercarme a ella y asi conocer quien había mamdando la carta, ella me tendió la carta y cuando sus dedos rozaron los míos un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Al ver el remitente de la carta mis ojos se abrieron a más no poder y dirigí de nuevo mi mirada hacia la de rhaenyra - es de mi padre.
Me quedé en silencio mientras leía la carta
El rey Viserys de la casa Targaryen, primero de su nombre, rey de los Ándalos, los Rhoynar y los primeros hombres, señor de los siete reinos y protector del reino. Invita a Rhaenyra de la casa Targaryen, heredera al trono de hierro y princesa de roca dragón a asistir al noveno día del nombre del príncipe Aegon II de la casa Tragaryen.
Celebración que será el día décimo de la luna venidera.
Bastado, rata de cloaca, imberbe, estas no eran las palabras de mi.hermano eran las de la víbora chupasangre de Otto hightower. Iba a cortarle las manos y hacerselas comer, esto era una osadía, y más si era lo que parecía, Otto prendía poner a ese mestizo en el trono de hierro. Pretendía poner a un maldito niño que lo único que sabía era tocar soberanamente las pelotas. La rabia se apoderó de mi y arrugue el papel mientras me reía con burla, espero que otto no pensara que iba a salirse con la suya después de esta declaración de guerra, arroje la carta al fuego hasta ver como se consumía.
-DAEMON!- gritó Rhaenyra mientras se acercaba al fuego para intentar recuperar la carta aunque fue en vano ya que estaba consumida por las cenizas- ¿Que crees que haces?
- Deberías estar agradecida que lo que haya arrojado al fuego sea la carta y no a esa víbora de la casa Hightower- escupí con asco mirando su rostro- Partiré a la capital al amanecer.
-No harás tal cosa, iremos juntos cuando nazca nuestro hijo- advirtio y una risa salió de mi garganta casi sin darme cuenta y mi vista se dirigió a su vientre ya notablemente hinchado. <mi hijo eh.... ojalá fuera asi> - Para.
-No he hecho nada Rhaenyra- dije mientras mis ojos y los suyos se conectaban, no quería iniciar una discusión era lo que menos deseaba en estos momentos
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Our Blood ~Daemon Y Rhaenyra~
RomantizmHaz cada cosa en la vida como si fuera lo último que hagas. Pasión, amor, impulsos, deseos reprimidos, aunque también dolor, traición y Soledad. Cuándo reconoces tus sentimientos ¿es momento de hacerlos frente o de hacer lo que debes hacer y se espe...