Brillo en la oscuridad

3-Hijo

Aún dolía, Levi no quería aceptar que había perdido a la única familia, incluso si había pasado tanto tiempo. Aún podía ver los rostros de miedo de Isabel y Furlan. Habían muerto, y él no había podido hacer nada. No importaba cuanto tiempo pasara cada día era peor. A veces solo podía dormitar y cuando lo hacía aparecía en sus sueños esos titanes comiéndose o matando a sus camaradas.

Incluso ahora que está en la superficie se preguntaba si había valido la pena salir de ahí, sabía que era una mierda de lugar vivir ahí, pelear por la comida, pelear con todo mundo para no ser asesinado, pelear por vivir.

Pero había tenido a su familia, había tenido a esas dos personas que alegraban su día. Incluso si ahora estaba conociendo nuevas personas y haciendo nuevos amigos no hubiera pagado el precio.

Dio un suspiro, mientras se dedicaba a lo que había pedido Erwin que hiciera. Tenía que hacer un nuevo escuadrón, y entrenándolos. Pero aparte de los cuatro ojos de mierda, Mike. No veía mucho potencial en el resto.

—Levi—levanto su cabeza, ya que estaba leyendo esos informes de mierda que Erwin le había dejado, era Mike que parecía algo desconcertado—hay un hombre con un niño quieren hablar contigo... Ellos huelen un poco a ti.

Levi levantó una ceja algo incrédulo mientras se aproximaba hasta la entrada. Tuvo la mala suerte que Hange estaba cerca y estaba observando curiosa al niño, parecía intentar que hablara, pero el chico la miraba con asco, estaba sujetando la pierna...

—¿Qué haces aquí? Hijo de puta—Levi apretó los dientes cuando lo vio.

No había visto a Kenny desde que era un niño, y lo abandonó a su suerte en el subterráneo. Odió tanto esa parte de sí mismo, que estaba feliz de verlo.

Kenny le regaló una mirada burlona mientras empujaba al chico. El niño se cayó al suelo y miró feo a Kenny, pero no había mucho resentimiento.

—Hola a ti también enano—Kenny se burló. Él le lanzó una bolsa y Levi la atrapó —vine a dejarte lo que es tuyo. Ya es suficientemente malo que haya tenido que salvar a tu bastardo para que ahora lo crie. Sin contar todo el dinero que he tenido que gastar para llegar a este lugar. —Kenny miró hacia abajo viendo al niño —cuatro meses cuidándolo. Me la debes.

Levi lo miro con duda, incluso si tenía ganas de arremeter contra Kenny, abrió la bolsa... Eran medicamentos.

—Kenny... No... No dejes—El niño se levantó del suelo intentó alcanzar a Kenny, pero el bastardo lo golpeo en el estómago dejándolo sin aire, el chico volvió al suelo, y empezó a escupir... Sangre, y toser—por favor... Seré bueno...

—Te lo dije claro niño. Incluso si creo que puedes mantenerte por ti solo, esa decisión recae en tu padre, él verá si eres lo suficientemente fuerte para dejarte.

—Kenny—El niño quería levantarse, pero se terminó cayendo —Kenny por favor... ¡No! ¡Suéltame! ¡Suéltame! —el chico empezó sollozar. Mientras Hange lo había intentado consolar. Pero parecía debatirse en los brazos de la cuatro ojos.