Abuelo Arlert.

63 15 0
                                    


Jean hizo una mueca cuando abrió sus ojos, Armin estaba muy cerca de él, y tenía una mano justo en su cara.

Debería morder su mano para que aprendiera como dormir...

—Veo que despertaste primero que Armin—Jean miro hacia la puerta para observar al abuelo de Armin que estaba en el marco de la puerta, tenía una sonrisa amable—Te gustaría comer algo.

—Yo... No tengo como pagarle—Jean hizo una mueca algo incómodo, se sentía nervioso. Normalmente Jean no estaba acostumbrado a recibir algo gratis, había aprendido que las personas siempre querían algo a cambio.

Por lo que un hombre le ofreciera comida sin recibir algo a cambio le hizo sentir muy sospechoso.

¿Debería confiar?

—Puedo comer de tu comida, si sientes inseguro.

—... ¿No quiere nada a cambio? —Jean puedo ver algo de tristeza en los ojos del hombre mayor, pero rápidamente le sonrió.

—Eres amigo de mi nieto, por lo que, si lo piensas, no me debes nada

Jean miró hacia lado, sin entender. Incluso si no se iba a obligar hacerse amigo del niño. Le sintió bien no deberle nada. No podía entenderlo. Pero le sintió bien.

Había bajado de la cama y siguió al hombre.

—Donde están tus padres, niño—Jean hizo mueca en el bocado de comida.

—¿Por qué quiere saber? —Jean pregunto aun sintiéndose dudoso, el hombre lo miro unos segundo hasta que asintió.

—Armin me contó de que lo defendiste de unos niños del pueblo, me dijo que le contaste que venías del subsuelo—Jean se escogió de hombros, procesando que el abuelo de Armin le estaba preguntando.

—Sí. ¿Por qué, tiene algo de malo? —dijo bufando y mordisqueando su labio inferior.

—Sé que eres desconfiado, parece que no quieres hablar de tus padres. No pareces tener miedo de hablar de ti. Pero sería bueno no digieras de dónde vienes—abuelo de Armin le regalo una sonrisa algo melancólica—salir de abajo no están fácil como lo parece, podría traer rumores no deseado para alguien pequeño como tú.

—Solo le conté a Armin—Jean se sintió regañado. Se enfurruñó, el abuelo de Armin lo miro con una sonrisa divertida.

—Si, le ha advertido a Armin que no es un comentario que pueda decir a la ligera—el hombre suspiro—aun conservas la ingenuidad de un niño y la inocencia, y eso bueno. No estoy seguro como es el subsuelo. Y probablemente sea más peligro que arriba. Pero un mal comentario y miedo de las personas puede causar problemas.

Jea hizo un puchero. Se sentía regaño y como si hubiera hecho algo malo. Hombre no parecía enojado como su papá, tampoco tenía mirada autoridad como su padre. Pero la voz del abuelo de Armin tenía toque de advertencia, pero al mismo tiempo toque de cariño adicional.

—Está bien, lo siento—Jean susurro.

—No tienes por qué disculparte, solo es pequeño consejo. Deberías comer, sé que no es mucho. Eres nuestro invitado y necesitas comer.

—Está bien señor—Jean comió un bocado, normalmente Jean comía poco. Se saciaba con bastante facilidad, por lo que su comida siempre estaba supervisadas por tía Hange y su papá para que comiera un poco más.

En el castillo, su tía Hange le había dejado porciones de platos de lo que tenía que comer todo...

—Eso es muy poco—Jean miro con una mirada envenenada a Armin que se había levantado ase unos momentos para acompañarlo a comer. —Abuelo... ¿Está bien que Jean coma tan poco?

—Me temo que Jean, no te puedes levantarte de la mesa hasta que comas todo. —Jean se quejó. Pero se llevó otra cucharada de huevos a la boca —puedes dejar un poco menos.

Se sentía lleno...

—¿Tus padres no se preocuparán, si no llegaste anoche?

—Ellos no están en el castillo—Jean dijo distraídamente, tragándose el huevo. Mordisqueo un poco de pan—fueron afuera. Me dejaron en el castillo porque no me podían llevar.

—... Tus padres son exploradores—Armin dijo emocionando. Jean miró triunfante el plato...

Hijo de puta... Me distraje...

—¡Usted me engaño! —Jean grito molesto sintiéndose con ganas de correr. Armin se sobresaltó miro preocupado a su abuelo.

—Entiendo que estés molesto—el hombre hablo con calma, hizo seña para se relajara. Jean no quería, pero la expresión en la cara del viejo era de calma no de maldad o peligro. —pero solo quería saber si estabas en peligro o necesitabas ayuda. No usaré esa información para lastimarte. ¿Te gustaría quedarte en nuestra casa?

Jean frunció el ceño, no podía entender al hombre. ¿Por qué ayudaría a un desconocido y compartiría su comida, así como así? No tenía sentido, Jean no estaba acostumbrado a ese tipo de... Ayuda.

Jean sabía que su papá lo cuidaba al principio por obligación, como también se quedó porque quería lugar seguro y dejar de pelear por su vida. Que el amor de padre e hijo los haya unido solo fue un beneficio extra que recibió.

El escuadrón de su padre había venido como un extra también, no había sido inmediato el cariño que se tenían. Jean sabía había portado bastante mal con ellos.

Entonces ¿Por qué una persona ayudaría alguien desconocida, sin recibir algo a cambio? O Tener alguna recompensa.

—Solo perderás comida innecesariamente, como también no tienes ningún cariño hacia mí. ¿Por qué me ayudarías? No somos parientes, como tampoco me conoces... porque... No lo entiendo...

Pero ahora esto no tenía sentido, no debería porque este hombre ayudarlo o tener una obligación por cuidarlo.

—Dime niño—Jean miro los ojos de hombre este parecía simpatizar con él—cuando ayudaste a Armin, lo hiciste porque ibas a recibir algo a cambio.

Jean negó confundido. Jean había ayudado simplemente... Porque le sintió mal ver chico maltratado, y también tenía curiosidad porque se dejaba golpear.

—A veces las hay personas que ayudan otras solo porque quieren ayudar. Por supuesto se debe tener cuidado de que la persona no tenga dobles intenciones. Pero un poco de amabilidad, no tiene nada de malo. Si te sientes alguna vez vulnerable o amenazado puedes irte.

Jean pensó sus opciones.

Miro el rostro clamado del abuelo de Armin, para después observar a Armin. El niño rubio lo miraba entre calmado, pero tenía una pequeña sonrisa en su cara. Se sintió relajado, y no amenazado por el hombre mayor.

Estar en el castillo solo no le iba a hacer ningún bien. Como dijo el abuelo de Armin siempre podía irse y volver a su castillo.

—Se lo pagaré después—Jean dijo decidido. —no quiero deberle nada... Muchas gracias, trataré de comportarme.

Jean frunció el ceño cuando el hombre acaricio su pelo con cariño. Se aguantó las ganas de apartarlo de golpe... Pero en realidad no había asco en el toque.

Los ojos azules de Armin parecían alegres y el chico tomo su mano.

Esto no parecía tan malo.

-----------------------------------------------------------------------------------------

Bueno una disculpa no actualizar la semana pasada, pero me resfrié bien feo.y solo tuve animo para editar el capitulo que tenia listo.


Espero le haya gustado.


Besos y abrazos.

Brillo en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora